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Desde los 15 años comenzó a vincularse al mundo del freestyle

El rapero hualpenino Jokker Liricis presenta su primer EP, "Ya tú sabe"

El disco fue grabado en Peñaflor, "porque me dijeron que Violeta Parra también hacía sus canciones allá".
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Por Amelia Carvallo

Figura relevante del freestyle nacional, el rapero Jokker Liricis llegó a las plataformas digitales con una producción de cinco canciones que serán lanzadas en vivo durante diciembre.

Desde los 15 años Aldo Valdebenito comenzó a vincularse en su natal Hualpén al mundo del freestyle, donde se le conoce como Jokker. Debutó en 2017 con un disco editado junto a Crew Parley: "Justicia sin ley".

-¿Cómo eras de niño?

-Bien desordenado, bien inquieto pero sin faltar el respeto. Siempre andaba jugando a la pelota, con amigos.

-¿Y cuándo te interesaste por las palabras y la música?

-Siempre me gustó el ramo de Lenguaje en el colegio y la música. Empecé tocando batería en mi iglesia y después lo hice en el colegio.

-¿Qué música fue la primera que te gustó?

-Escuchaba a Santana y Sade con mi papá y me gustaban harto. Me gustaba Led Zeppelin también, básicamente lo que escuchaba mi papá, porque mis hermanos estaban en la onda de Axe Bahía. Cuando empecé a buscar música por mí mismo me empezó a gustar 50 Cent, Tego Calderón, Cosculluela, un poco como la onda más maleante. Eso me gustaba harto cuando chico y ahora también, claro que un poco más consciente y rapero, pero con ese mismo flow. En séptimo empecé a tirar mis primeras rimas con mis compañeros.

-Háblame del hip hop y rap que hiciste con el colectivo Parley, ¿cómo ha sido esa experiencia?

-Parley para mí es como el núcleo musical, el núcleo de freestyle junto a los chiquillos. Nosotros crecimos todos allá en Concepción, son mis hermanos de vida. Primero éramos 14 y ahora somos siete, tocamos por el sur, nos llevaron a Chiloé la primera vez que nos sacaron. Llenamos una tocata en (el edificio de) Tribunales, que fue un hito importante en Concepción. Ahora emprendimos en la capital, todos estamos haciendo nuestro trabajo y también haciendo temas por Parley que pronto vamos a presentar.

-¿Cómo fue tu despertar y despegue en la escena del freestyle?

-Fue de chiquitito, cuando hacía rimas en las micros, cuando andaba en la calle rapeando. También me acuerdo de un compacto que vi de las Red Bull de 2012, la que ganó Cristofebril, esa me gustó mucho porque todos se vistieron diferente y tuvieron diferentes estilos. Mi despegue se dio gracias a Red Bull creo yo, por mi bicampeonato en el sur. Luego de eso tener la oportunidad de ir a la Inter, luego llamado por Level, ascender al FMS (Freestyle Master Series), así se ha ido construyendo todo.

-¿Cómo han sido tus incursiones en el extranjero?

-A España he ido tres veces y a México dos, gracias a esto. Entre las competencias que he estado fueron God Level, Red Bull, FMS Internacional, Ghetto Dreams, han sido experiencias que valoro mucho porque vuelves a Chile con un nivel más grande, más templado y con ganas de ganar todo acá, no vuelvo de cantar con el mismo nivel, no, allí tengo experiencias fuertes, batallo con rivales fuertes, gente que está entrenando todo el día.

-¿Cómo está el nivel de la escena freestyler en Chile?

-Muy potente, hay mucho exponente bueno, eso sí que falta un poco más de disciplina y confianza, pero talento sobra. También hay que cuidar un poco más la cantera, los cabros que están saliendo, forjarlos como persona más que como freestyler porque nivel hay. Para mí la escena nacional es una de las mejores del mundo, tenemos flow, tenemos contenido, de repente afuera no nos valoran mucho por nuestro vocabulario, a pesar de que ellos también hablan en su lengua, con sus modismos, y bueno, el chileno se ve mal pero en ese tema, hay que trabajar un poco el doble y alguna vez se nos va a retribuir.

-Hablemos de tu EP. ¿Cómo empezó a tomar forma?

-Hace como un año que me junté con Lidanza en Peñaflor, yo viajé desde Santiago, llevaba ya la idea de un tema listo y los otros salieron allá. En cinco días compusimos todos y grabamos. Quedó listo para la masterización que se hizo en fases: yo iba algunos días y veíamos detallitos, si faltaba una voz, un poquito más de autotune, o sacarle, fuimos perfeccionando. Son cinco temas musicalmente bien distintos que se pasean por conceptos, me gusta que haya sido compuesto en Peñaflor porque me dijeron que Violeta Parra también se iba a pasear por allá y hacía sus canciones. Eso inspiró harto la vibra de este EP.

-¿Cómo definirías a este trabajo?

-Versátil, camaléonico, traté de demostrar que el rapero puede hacer cualquier ritmo, que tenemos sangre sandunguera, tenemos trap chilean en nuestro contenido. Soy rapero, pero me monto en una pista de reguetón y trato de sacar todo el mensaje que tenga, tampoco voy a olvidar las raíces del reguetón, respeto e investigo las raíces de la música que estoy haciendo.

Comentario de música

La "Invasión" de Arlequino propone una distopía visual

Lanzamiento del single se acompaña de un videoclip que puede verse como un cortometraje de tintes satíricos.
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sebastian.grant@diarioelsur.cl

Cuando las bandas, voces y proyectos musicales en los más diversos estilos aparecen por "muchos", encontrarse con Arlequino puede llamar la atención y ser un alto en el camino.

Ello, en tanto la propuesta del quinteto nacido en 2018, y con su actual y más estable formación desde 2019; transita por variantes sonoras que llaman al misterio, o sea, apuntando a seguir por ahí.

Cuando la reflexión de quien se embarca en un proyecto artístico/musical debiera ser ¿cómo seguir después del primer EP o álbum? Arlequino no ha dejado de llamar la atención con trabajos como "Globo", lanzado el año pasado bajo alero del sello SurPop, y ahora con "Invasión". Un título de carácter "final", que bien los puede poner en la línea de un rock/pop de voces y arranques progresivos de ciencia ficción (¿rock Sci-Fi?)

Con este quinteto siempre se está a la expectativa de encontrarse con nuevas entradas y sorpresas. Que gusten o no, es otra cosas, y va a depender de las preferencias subjetivas del oyente.

Lo que sí está claro es que el "misterio narrativo" que propone la agrupación penquista tiene un link potente con la formación artística de sus integrantes, donde la visualidad, lo teatral y ciertos arranques satíricos se toman el contenido del discurso total.

LAS PARTES DE UN TODO

Prueba de lo anterior, aparece "Invasión", corte que se indica como el cuarto single del EP del mismo nombre, lanzado el 5 de noviembre pasado, complementado con el videoclip del tema, puesto a disposición de las audiencias vía plataformas digitales el día 7 del mismo mes (en vivo el estreno fue el 9 en el TBB).

Una planificada secuencia de fechas, que no necesariamente se ponen a las órdenes de una de las piezas audiovisuales más caóticamente interesante del último tiempo, en el rango de aquellos proyectos (musicales) que buscan la trascendencia. Y no entendamos ésta como el deseo de triunfar, que pareciera una cuestión tan pretendida actualmente, cuando estamos copados de canciones y proyectos todos los días.

La trascendencia de Arlequino debemos asumirla como la construcción de un discurso señalado en un punto de vista y mirada sobre la realidad, de carácter muy social actualmente. La misma que tiene en su propuesta de contenido una consecuencia, que se escucha honesta.

De ahí que el video, colaboración entre Arlequino, Monstruosa Estudio, La Otra Zapatilla y SurPop Records; se asuma de manera colectiva, casi como una performance audiovisual, desde el aporte de cada una de las partes, para con el todo.

La pieza dirigida por Ángela Jarpa, realizadora de algunos delicados clips y obras animadas, se pone en la vereda del frente. Desde allí devela un "cortometraje" musical colmado de angulaciones y desafectos que incomodan desde su consecuencia, para exponer y musicalizar el descalabro del mundo actual.

Posiblemente, hasta se necesite de la venida de unos extraterrestres pasados por el filtro de planos aberrantes, composiciones límites y al borde, tomas con gran angular, profundidad de campo y cierta granulosidad estética. Finalmente, nos introduce en un relato de carácter distópico, frente a una situación que no quisiéramos experimentar, aunque quizás sean los actuales tiempos de ninguna edad y donde perfectamente alguien podría llegar desde el infinito.

De una atmósfera cargada de humor negro, tanto en la lírica como en la edición y composición visual, "Invasión" no esconde referentes, que lo conectan con la películas de Alex de la Iglesia, sobre todo, "El día de la bestia" (1995) o "Balada triste de trompeta" (2010); hasta los extremos de la musicalidad visual de Rob Zombie.

Con ello, y lo propio, es decir, lo que suman cada una de las partes involucradas; el videoclip de "Invasión" señala también una sorpresa para con los proyectos de Jarpa. Acá la sentimos suelta y lúdica, para internarse por variantes de la cámara y el montaje interno, que llevan por laberintos de sensaciones infernales. Son las que expresan el sentido narrativo del corte en su lírica durante los casi siete minutos de duración. Se incluyen toques desde la propuesta de arte (Patricia Michele Cabrera), dirección de actores (Ángela Jarpa) y un expresionista maquillaje (Maira Perales) que se embarcan con el mismo objetivo escénico.

En este caso, aportando para el desarrollo histriónico de sus protagonistas, como también la presencia por corte directo de Arlequino. Lo coronan con un rapeado a tono con esta obra que no hace nada más que "gritar" sobre la inconsecuencia intrínseca del ser humano.