La especial importancia de ir a votar
Para algunas personas puede resultar un cliché, pero esta vez la importancia de votar durante esta jornada -en las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales- es una realidad que se ve reforzada en virtud de las singulares características que han configurado el actual proceso.
Y es que Chile ha experimentado a partir de 2019 -y por circunstancias diversas- un fenómeno de creciente polarización e inestabilidad que se expresa no solo en el clima político, sino también en la economía, las relaciones sociales y hasta la forma en que se discuten en los ámbitos más íntimos -como la familia y los amigos- los temas centrales asociados a la agenda pública.
Es en este escenario que se requiere reforzar la relevancia de ejercer el deber y derecho ciudadano de votar, legitimando esta opción como una fórmula central para fortalecer nuestra democracia, que a veces parece tambalear debido a brotes de violencia que suelen justificarse como método de acción política, con nefastas consecuencias posteriores.
En esta línea, hay que enfatizar que las votaciones de hoy -si bien se realizan todavía en medio de una pandemia- son mucho más seguras que los procesos inmediatamente anteriores. Esto porque se cuenta con aproximadamente un 90% de la población con su esquema de vacunación completo y 7,6 millones de personas con dosis de refuerzo.
Ahora bien, al momento de elegir resulta importante -aunque no ha sido la tónica en el periodo de campaña- poner el foco en la propuesta global de cada una de las candidaturas presidenciales, así como quiénes están detrás de cada una de las opciones. Pues cuando se trata de formar un gobierno, es evidente que se requiere no solo del carisma o preparación que pudiera mostrar una persona, sino también de cómo se avizora la fase de conformación de los equipos que serán parte de la nueva administración.
Adicionalmente, es significativo que un número creciente de electores dé la señal de estar interesado en votar por las cartas de su preferencia, para darle un mayor sentido de responsabilidad a quienes asuman los cargos y revertir, en parte, esa sensación de desapego que suele primar ante la acción de las autoridades.
Desde el punto de vista de las expectativas, no hay duda de que se trata de una votación muy singular, con candidatos considerados como "favoritos" que van por fuera de las coaliciones que han gobernado al país desde el regreso a la democracia e incluso una carta presidencial que ha hecho su campaña íntegramente desde el exterior, especialmente a través de las plataformas digitales.
A ello debe sumarse, eso sí, la incertidumbre que existe respecto de los resultados, ya que el descrédito de las encuestas y la volatilidad de las preferencias que han marcado este periodo pueden hacer que fenómenos como el denominado "voto escondido" y la "espiral del silencio" pudieran derivar en más de alguna sorpresa a la hora del conteo de las preferencias. A nivel global, esto ha ocurrido así especialmente en medio de campañas polarizadas, donde se suele "castigar" a las personas que expresan sus preferencias públicamente, por lo que muchos prefieren mantener escondidas sus verdaderas opciones y expresarlas solo en el momento de concretar el sufragio.
A nivel regional también hay elementos que hacen de ésta una jornada muy especial. Llama la atención, en primer lugar, la cantidad de candidatos: 23 para los tres cupos a la Cámara Alta, 94 a la Cámara Baja para 13 cupos distribuidos entre los distritos 20 y 21; y 299 cartas para los 28 cupos que considera el Consejo Regional de Biobío. Cifras inéditas que se suman también a las 4.332 mesas dispuestas en 270 locales de votación habilitados para que 1.337.610 potenciales electores escojan a 44 nuevas autoridades, entre el total de más de 430 candidatos. En esta jornada, serán 21.610 los vocales de mesa que tendrán la responsabilidad de contribuir a que el proceso se desarrolle con la transparencia y eficiencia que caracteriza a las jornadas electorales en Chile.
Entre las particularidades para Biobío, se debe consignar que se elegirá a tres representantes a la Cámara Alta que serán rostros nuevos en esa instancia. Esto, dado que por un lado el senador Alejandro Navarro no pudo repostular al cargo por cumplir el máximo de periodos permitido, mientras que la senadora Jacqueline van Rysselberghe optó por cambiarse de circunscripción para optar a su elección en Ñuble. En ese escenario, es una incógnita cómo se alinearán las fuerzas políticas representadas en cada una de las listas y quiénes podrán cerrar la jornada con candidatos elegidos.
Adicionalmente, en el caso de los consejeros regionales se debe consignar que éstos pasarán de 22 a 28. Este último número es su composición original, pero varió en el último periodo ya que seis de sus integrantes pasaron a formar parte del Consejo Regional de Ñuble tras la creación de esa Región en septiembre de 2018.
Por todos estos antecedentes y el significado para nuestra democracia, desde esta tribuna reiteramos la invitación a votar y ser parte de un proceso que marcará, sin duda, un nuevo hito en la historia de nuestro país.
Hay que enfatizar que las votaciones de hoy -si bien se realizan todavía en medio de una pandemia- son mucho más seguras que los procesos inmediatamente anteriores. Esto porque se cuenta con aproximadamente un 90% de la población con su esquema de vacunación completo y 7,6 millones de personas con dosis de refuerzo. Por eso, el llamado a todos es a ejercer el deber y derecho ciudadano.