Solicitudes de permisos de edificación caen 30% tras la actualización de PRC penquista
La merma responde a la limitación de altura que establece la normativa, pero también al encarecimiento de los materiales de construcción y a la escasez de mano de obra.
En julio pasado entró en vigencia la décimo quinta modificación del Plan Regulador Comunal (PRC) de Concepción. Durante largo tiempo la elaboración de la propuesta -que se definió en una consulta ciudadana- causó polémica en el sector inmobiliario, ya que el instrumento limita la construcción en altura, especialmente en el casco histórico de la ciudad, lo que a juicio de las firmas inhibe el desarrollo habitacional al no poder erigir, por ejemplo, proyectos mayores a cinco niveles en el centro.
Si bien la percepción negativa sobre la herramienta aún se palpa en el rubro, hay algunas empresas que vislumbran nuevas oportunidades, en el sentido de proyectar espacios de crecimiento nuevos dentro del territorio.
Los efectos que tuvo la acción se observan de forma directa en el porcentaje de permisos de edificación que entran a la Dirección de Obras Municipales (DOM). Consultados al respecto, desde la administración penquista revelan que la cantidad de permisos ingresados registra a la fecha una baja de hasta 30%, en relación a la media normal. Fuentes conocedoras del tema puntualizan que al año se reciben, habitualmente, alrededor de 50.
Las mismas fuentes explican, sin embargo, que el impacto de la medida que regula los pisos se comenzará a notar en, al menos, ocho años. Eso, en atención a que previo a la aprobación de la propuesta hubo un sobreingreso de expedientes por parte de las inmobiliarias, escenario que posibilitará que en Concepción se continúen viendo construcciones de gran envergadura pese a que ya rige el ajuste.
Desde el sector privado deslizan que esta disminución también es consecuencia de la pandemia y la incertidumbre económica que hoy afecta al país. Según remarcan, la escasez de mano de obra y el encarecimiento de los materiales han sido elementos que desincentivan el progreso inmobiliario.
Se estima que la DOM mantiene 52 permisos de edificación visados con la anterior normativa, equivalentes a 12.800 viviendas.
POLOS DE CRECIMIENTO
Aunque no es una mirada que todos hacen suya, existen compañías que dicen que la reforma al PRC invita a mirar áreas que hace pocos años no eran tomadas en cuenta en materia de urbanización.
"Si se restringe la altura, hay que generar nuevos polos de extensión urbana para crear más desarrollo (…) Nosotros siempre estamos mirando otras zonas. Esperamos que en una nueva modificación la Municipalidad piense en cómo establecer esos polos", plantea Sergio Jara, gerente general de Empresas Valmar.
Agrega que el sector natural hacia donde puede crecer la ciudad es en dirección a Chaimávida. "El peaje de Chaimávida se sacó en su minuto para que la urbe se extendiera en ese sentido. Sin duda, este es un sitio que permitiría originar un impulso inmobiliario sustentable. Ahí se podrían construir edificios, casas y levantar proyectos que van en la línea de la integración social, escenario que mejoraría la calidad de vida de las personas y haría bajar los precios de los suelos", aventura.
En estos momentos Valmar construye un barrio al final del límite urbano de Concepción, a un costado de la ruta que une con Florida y Cabrero.
Al igual que él, Rafael Bennett, gerente general de Bicentenario Desarrollo Inmobiliario, dice que la actualización representa un detrimento para la capital de la Región del Biobío, "aunque eso trae una externalidad positiva para las áreas cercanas".
"Estamos viendo oportunidades en San Pedro de la Paz, que ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos diez años. A estas alturas, la conexión con Concepción lo ha hecho transformarse en un sustituto del Concepción mismo, por eso creemos que la comuna es una alternativa para formar nuevos polos de equipamiento, de uso mixto o comercio, además de viviendas, y esto se puede repetir en Chiguayante o Talcahuano", sostiene.
Bennett cree que mientras más se restrinja en el centro, es más posible que se repliquen casos como el ocurrido en la localidad de Chicureo, Región Metropolitana. "Pasaron de ser un lugar de parcelas a una zona de densidad con nuevo puje habitacional que descomprime a las comunas más tradicionales", cuenta.
Se estima que la DOM mantiene 52 permisos de edificación aprobados con la anterior normativa, equivalentes a 12.800 viviendas.