Cerefas ha tratado a más de 2.500 ejemplares de fauna silvestre en 9 años
Los dos veterinarios que allí trabajan cuentan cómo es la labor que realizan, la relación con otras instituciones y el apoyo que reciben de los estudiantes de distintas asignaturas y programas.
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Fabián Hernández estudió medicina veterinaria en la Universidad San Sebastián y egresó en 2013. Siempre le gustó trabajar con animales exóticos. Los conoció cuando era estudiante. Por eso, cuando se abrió la oportunidad de trabajar con ellos no lo dudó.
Así llegó en junio de este año al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, Cerefas, de la Universidad San Sebastián, donde ejerce funciones con Gabriela del Águila, la veterinaria a cargo del recinto desde noviembre de 2020.
El lugar está algo escondido, conectado con la clínica veterinaria de la universidad. Sin embargo, los funcionarios de Sernapesca y del SAG saben cómo llegar y tienen un amplio espacio de estacionamiento. Son ellos quienes llevan las especies.
Gaviotas, cisnes de cuello negro, pudúes, lechuzas y pingüinos. Esos son los principales animales que reciben en el lugar, que comenzó a funcionar en 2002 con la apertura de Medicina Veterinaria en la USS.
Desde que partió a la fecha han sido tratados allí 2 mil 535 animales de más de 40 diferentes especies, con un porcentaje de rehabilitación sobre el 50%, según describió Álvaro Berríos, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la casa de estudios.
Este año ya han recibido 181 ejemplares. Actualmente quedan tres pingüinos, dos pelícanos y cuatro aves de distintas especies.
Gabriela del Águila planteó que el trabajo que se realiza en el centro no solo es beneficioso para las especies que atienden. También para los estudiantes de los distintos cursos y programas que por allí pasan.
Trabajo en equipo
Gabriel del Águila detalló que regularmente están requiriendo apoyo de los profesionales que trabajan en las otras clínicas de atención de la universidad. Es el caso de cuando realizan intervenciones quirúrgicas. Ahí reciben apoyo de un anestesista y una experta en cirugías de tejidos blandos.
Para Fabián Hernández, el concepto de trabajo en equipo es clave, pues no se puede trabajar solo. Por ejemplo, si algún ave requiere de una radiografía se necesitan varias personas para poder inmovilizar al animal, a fin de que ni él ni quienes lo manipulan resulten con alguna lesión.
Antonio Bizama, director del hospital clínico veterinario USS, agregó que "se produce una integración con la sociedad. Es un círculo virtuoso. Creemos que estamos aportando a la intercomuna y con ello ejercemos docencia y educación a la comunidad".
Docencia
Del Águila indicó que los estudiantes de los primeros años tienen pasantías interhospitalarias. "Allí van teniendo los primeros conocimientos del manejo físico y manipulación de los animales", afirmó.
Agregó que también pasan por el centro cuando cursan clínica de animales silvestres y exóticos, que se da en quinto año. Se suman los estudiantes en práctica y los que asisten al diplomado de conservación de fauna silvestre. "Ellos prácticamente quedan asignados a un caso y bajo supervisión van haciendo los tratamientos", manifestó.
Esta es una de las partes que más le gusta de su trabajo, pues tiene una alta vocación por la docencia. De hecho, expuso que esa posibilidad la trajo a Concepción, pues antes de trabajar en el Cerefas ejercía en un lugar donde no había mucho espacio para enseñar.
Equipamiento
Para realizar el trabajo, la USS dispuso de un espacio de 550 metros cuadrados, el que está totalmente aislado del resto del plantel. Allí hay una sala de conservación y preparación de alimentos, así como áreas de alojamiento de especies con capacidad para 12 jaulas, de aislamiento de fauna, de rehabilitación de aves, una incluso con piscina y un policlínico con sala de exploración clínica completamente habilitado, más pabellones quirúrgicos, laboratorios e imagenología.
La clínica funciona todos los días de la semana. No obstante, de lunes a viernes tiene un horario fijo, que es de 8 a 17.30 horas. Los fines de semana, explicó Gabriel del Águila, lo hacen con turnos de llamado. Aunque son dos profesionales con dedicación exclusiva, gracias a la gran cantidad de alumnos vinculados son capaces de atender a todos los animales en tratamiento.
Fabián Hernández detalló que a él le tocan todos los casos, regularizar los tratamientos, ver los planes de alimentación, orientar a los pacientes. Esto depende de la situación en la que está el animal: "A veces llegan debilitados por temas nutricionales y otras veces lastimados de carácter letal. Al ser fauna silvestre no podemos estar siempre en contacto con ellos, entonces se hacen ciertas rutinas y horarios para los procedimientos, para que no haya tanto contacto humano".
La rehabilitación, indicó, depende de la lesión. Si son temas nutricionales, la especie puede recuperarse en una o dos semanas, pero las fracturas pueden llevar meses.
Del Águila sumó que no siempre se pude determinar si la lesión fue provocada por un tercero, pero han visto pudúes atacados por perros.
Una vez realizado el tratamiento, y si el animal se recupera, se coordina con Sernapesca o el SAG para la liberación del animal o, de no ser posible, su traslado a otro lugar. En eso no hay intervención de la universidad.
"Es súper satisfactorio cuando uno ve cambios pequeños, por ejemplo, que el animal ya no necesite ser alimentado por sonda o decidió por su cuenta trasladarse de un lugar a otro. Cuando es liberado, uno como profesional se siente realizado y como ser humano, muy emocionado", cerró Hernández.