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-A ver, desde el día uno o dos les propusimos reuniones bisemanales para temas administrativos que, lamentablemente, se demoraron en concretarse. Pero después han contado con funcionarios de la Universidad de Valparaíso que han sido un muy buen aporte para el día a día. Y, segundo, hemos pedido que los temas presupuestarios lleguen muy consensuados al interior de la Convención. No todos necesariamente quieren lo mismo. Hemos señalado también que tiene que ser por escrito, desglosado, justificado, y también tenemos que tener presente que se trata de solicitudes. Lo que nosotros hemos conversado es la forma en la que hay que pedir las cosas, sobre conceptos, pero sobre esta solicitud se va a analizar en su mérito, en el mérito que corresponde.

-El vicepresidente Jaime Bassa dijo la semana pasada que las comunicaciones habían mejorado mucho con la Segpres. ¿Por qué mejoraron?

-Antes de tratar de dilucidar por qué la comunicación ha mejorado hay que situar que era esperable que hubiera tensiones. Básicamente porque se trata de una institución que tiene características distintas a las que estamos acostumbrados, con una composición de miembros que tiene determinadas características, donde existe una relación legal, formal, entre el Poder Ejecutivo y la Convención, y eso naturalmente iba a provocar fricciones. Además, como nosotros quisimos ser muy respetuosos de los distintos grados de autonomía, también hay ciertas decisiones que no tomamos y fue por respeto, y generaron algunos días de vacancia que pueden haber generado algún inconveniente en la toma de decisiones. Son dolores de crecimiento que van a la baja.

¿Que cambió? Un conocimiento recíproco y bajar los niveles de desconfianza, que es lo que hemos querido lograr, que nosotros sí queremos apoyar a la Convención y que sí vamos a cumplir ese rol. Creo que la propia Convención, sus miembros, la mesa, no solo la presidenta y el vicepresidente, también han aprendido en el camino que existe una organización de Estado que tiene sus reglas, que el trabajo práctico, si tú quieres, más ejecutivo, y no tanto legislativo, requiere mucha dedicación. Eso también es un aprendizaje para ellos y eso hace que para ellos entiendan nuestro rol. Cuando nosotros solicitamos que algo se nos pida a través de un oficio no es porque queremos más burocracia, sino porque queremos más eficiencia. Tenemos flexibilidad, pero tenemos que velar por el principio de legalidad del gasto. Uno va conversando y entendiendo al otro, y eso es valioso.

ÚLTIMO SEMESTRE

-Estamos justo a seis meses de que se acabe el Gobierno. ¿Dónde pondrán el foco legislativo?

-Yo te diría que hay dos tipos de proyectos. Nosotros con las presidentas (del Senado) (Adriana) Muñoz, (Yasna) Provoste y (Ximena) Rincón tenemos un acuerdo de ojalá una vez a la semana tramitar proyectos que a todos nos gustan. Tú tienes seis meses legislativos que pueden ser muy provechosos en proyectos que no se toman la agenda de la discusión pública, pero que en definitiva nos van a permitir en marzo mirar atrás y tener un año muy provechoso, aunque venga de un año de elecciones, aunque haya parlamentarios que uno sabe que no van a seguir. En ese sentido estoy tranquilo y en cambio existen otros que legítimamente cuesta más acordar. Respecto de los primeros, hay una lista grande de los que van a salir, como la ley que prohíbe que los abusadores sexuales de niños y niñas puedan acceder a rebajas de condena. En materia de Educación vamos a lograr que la ley de kínder obligatorio, que fue despachada y que acaba de ser vetada para agregarle algunas indicaciones, quede aprobada en los términos que se plantearon en la última parte del trámite legislativo. Nosotros creemos que el aumento a las subvenciones de la educación parvularia también va a llegar a ser ley.

-¿Cree que se rechace el cuarto retiro?

-Me llama la atención que hay parlamentarios que no puedan sostener su palabra a medida que pasan los días y se acercan las elecciones. Si hay algo en que la clase política está de acuerdo es en que este cuarto retiro solo produce efecto en reducir las pensiones.

-¿Qué hará el Gobierno si se aprueba? ¿Irán nuevamente al Tribunal Constitucional?

-Nosotros estamos analizando todas las herramientas legales y el TC es una. Pero lo vamos a decidir una vez que conozcamos el texto que se ponga en votación. Pero confiamos en que no se va a aprobar.

"Hay que entender que estamos en una crisis económica nunca vista en la historia de Chile, una pandemia que no sabemos cuándo va a terminar, una deuda pública alta, fondos soberanos ocupados (...) y que muchos organismos del Estado no van a tener el presupuesto que quisiéramos. Eso también aplica para la Convención".