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Usuarios denuncian complicaciones con los horarios y frecuencia de los buses

Problemas en el transporte público: la odisea para llegar a casa o al trabajo

Desde las líneas explican que esto se debe a la falta de subsidio estatal, menor cantidad de pasajeros y escasez de conductores. Seremi de Transportes espera que perímetro de exclusión ayude a regularizar el servicio.
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alma.canales@diarioelsur.cl

A veces, Luzmira Almonacid tiene que caminar hacia el plano en Talcahuano para transportarse, sobre todo los fines de semana. Le cuesta mucho encontrar locomoción para llegar a su trabajo. En esas ocasiones prefiere bajar del cerro La Gloria, donde vive, para esperar micro en una calle donde sabe que sí hay oferta. Al menos, dice, vive cerca, así que no son más de cinco minutos.

"Antes de la pandemia había que esperar unos 15 minutos, pero ahora las micros se demoran 30, hasta 40 minutos en pasar. Los fines de semana uno está a la deriva. Por ejemplo, yo salgo a las siete de la mañana a tomar micro para irme a mi trabajo y no tengo locomoción a donde voy. Estuve varias semanas con ese problema, así que tenía que irme caminando", relata.

Almonacid sabe de primera fuente que ese es un problema que no sólo le ocurre a ella. Ha visto a sus vecinos en la misma situación y lo ha escuchado de los dirigentes de las 33 juntas de vecinos que forman parte de la Agrupación de Juntas de Vecinos de la Península de Tumbes, organización que ella preside.

"Este es un tema que han manifestado casi todos los dirigentes. Se lo hemos planteado al alcalde, a distintas autoridades y ahora estamos gestionando una reunión con el seremi de Transportes para ver qué se puede hacer", cuenta.

Lo que ocurre en Talcahuano se repite en otros sectores, como Boca Sur en San Pedro de la Paz. Ambos territorios han sido los más afectados con los problemas que, en los últimos meses, ha registrado el transporte público en el Gran Concepción, de acuerdo a los reclamos que ha recibido la Seremi de Transportes.

El titular regional de la cartera, Jaime Aravena, plantea que las dificultades partieron con la pandemia, con las cuarentenas y cordones sanitarios, y se agudizaron ahora que hay un desconfinamiento general y la comunidad está retomando las actividades presenciales.

Dice que se han comunicado con los operadores, incluso se han cursado sanciones, pero persisten las dificultades.

Desde los gremios de transporte aclaran que hay diversos factores que explican la falta de servicios en algunos recorridos y en determinados horarios. Añaden que están viendo cómo resolver el tema y esperan que el inicio de la nueva normalidad contribuya a aquello.

Denuncias

El servicio que presta la locomoción colectiva ha ido variando desde marzo del año pasado hasta ahora. El seremi de Transportes, Jaime Aravena, explica que en relación a las restricciones del plan Paso a Paso y el horario del toque de queda han ido modificando los horarios y la flota disponible.

Si en el momento más álgido de la emergencia sanitaria el 30% de las 1.900 máquinas que operan en el transporte licitado andaban en la calle (son 32 líneas y 82 servicios que recorren siete comunas del Gran Concepción), ahora lo hace alrededor del 70%.

Pese a la mayor disponibilidad, persisten los problemas con la regularidad de los viajes y los horarios en los que circulan las máquinas, reconoce el seremi.

Aravena dice que han visto un aumento de reclamos. Y, si antes de la pandemia la mayoría de ellos tenían relación con malos tratos de los conductores o el cobro de las tarifas, ahora una gran parte tiene que ver con los horarios.

En agosto recepcionaron 22 denuncias formales a través de los canales oficiales por temas de frecuencia. También les llegan denuncias por redes sociales y en reuniones con juntas de vecinos, las que igualmente son fiscalizadas.

"Tenemos reclamos de todos los sectores, pero los que tienen una mayor acumulación son las líneas que van a los Cerros de Talcahuano y a San Pedro de la Paz, como el sector de Boca Sur", expone la autoridad.

Agrega que el tema se ha tratado con las líneas. Se les ha instruido para que los últimos servicios salgan del terminal entre las 21 y 21.30 horas. Cuando los incumplimientos se repiten varias veces, incluso hay sanciones. Estas consisten en descuentos a los subsidios que se le paga a los dueños de las líneas.

"Lamentablemente, por ahora no tenemos una sanción por acumulación de faltas, por eso algunas empresas asumen esto dentro de los costos de sus operaciones", plantea el seremi.

Otra complicación que reconoce Aravena es la irregularidad entre cada servicio. "La gente no sabe a qué hora pasará la siguiente micro", puntualiza.

Todo esto, proyecta la autoridad, podrá mejorarse con la entrada en vigencia del perímetro de exclusión, que es una de las modalidades que existen para regular el transporte público y que reemplazará a la actual licitación. Esta se inició en 2002 y ha sido renovada en varias ocasiones.

Los factores

El Consejo Superior del Transporte del Gran Concepción agrupa a aproximadamente el 70% de los buses del Gran Concepción. Está conformada por las tradicionales organizaciones de dueños de taxibuses como la Asociación Provincial de Taxibuses, Asociación Biobío y la Federación Gremial Interregional del Transporte de Pasajeros.

Representan a unos mil pequeños y medianos empresarios.

Su vocero, el abogado Herman Rojas, mencionó que los problemas que exhibe actualmente el transporte público tienen múltiples factores.

Lo primero, dijo, es la disminución en la cantidad de pasajeros. Aunque el desconfinamiento ha impulsado un incremento de usuarios, expresó que las cifras son menores a las vistas antes de la pandemia. Expuso que sólo por concepto de alumnos de educación superior ya hay un 25% menos de pasajeros.

La menor demanda se traduce en menos ingresos, indicó, y en un contexto en el que la tarifa está congelada desde hace más de un año. "No hay incentivos para el transporte. El sistema se sustenta sólo por el esfuerzo de los microempresarios", planteó Rojas.

El vocero explicó que los fondos que les entrega el Estado, que son de 90 pesos por pasajero, no son un subsidio, sino una compensación para que el costo del pasaje sea menor al monto real de la operación. "El subsidio es para el pasajero, no para el empresario", afirma.

A esto se suma la falta de choferes capacitados. Entre quienes tuvieron que quedarse en sus casas por ser personas de riesgo y los que renunciaron, el déficit llegó a cerca de 800 conductores.

Rojas explica que es complejo llenar esos cupos, ya que para ejercer esta función se requiere una licencia profesional, la que toma varios años obtener.

Algo similar ocurre en la locomoción que cubre Coronel-Lota y Tomé. Luis Quiroz, presidente de la alianza Gremial del Transporte, que representa al 40% de la flota que va a Lota y todos los que viajan a Tomé, sumó otro factor: el incremento de vehículos particulares.

El crecimiento del parque automotriz ha hecho que aumente la congestión y, con ello, los tiempos de viaje. El seremi de Transportes reconoció esta situación y dijo que esto mismo influye en que no se cumpla la frecuencia.

Según Quiroz, producto de la emergencia sanitaria se ha modificado el comportamiento de los viajes, por lo que los horarios punta son diferentes a los que tenían las ciudades hasta marzo de 2020. Eso también, afirmó, ha afectado la disponibilidad de buses.

Ambas organizaciones de transporte esperan que en los siguientes meses haya una normalización.

Una nueva realidad

El seremi de Transportes, Jaime Aravena, expone que el perímetro de exclusión, una vez en marcha, ayudará a entregar un mejor servicio y corregir algunas de las falencias del sistema actual.

La estrategia, que incluirá a las mismas líneas licitadas del Gran Concepción, se encuentra en fase final de revisión en Contraloría. Aravena espera que se vise en los próximos meses, para que entre en operación en diciembre. Añade que este nuevo sistema permitirá mejorar los tiempos entre uno y otro servicio y también, endurecer las sanciones en caso de incumplimiento.

Herman Rojas dice que nunca más se retomará el estilo de vida que existía hasta antes del covid-19. Por eso, considera necesario hacer ajustes al modelo de transporte público que se adecue a esta nueva realidad, ajustes que vayan más allá del perímetro.

En esta nueva realidad, propone, hay que abordar el cambio en los horarios punta y los cuidados que hay que adoptar para evitar los contagios.

Luzmira Almonacid espera con ansias la reunión con el seremi de Transportes. Más allá de las explicaciones, espero que a la brevedad se resuelvan las dificultades con la disponibilidad de buses. Los vecinos, afirma, quieren tener certezas de que podrán llegar a sus casas.