Desarrollo sustentable: avancemos
Dra. M. Jacqueline Sepúlveda, Exvicerectora Universidad de Concepción,
Ad portas de iniciarse la Asamblea General de las Naciones Unidas y próximamente la Cumbre de biodiversidad y la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP26), se hace necesario reflexionar en torno al grave e incluso irreversible impacto del cambio global sobre la humanidad, biodiversidad y economía mundial, para proponer acciones urgentes de mitigación y adaptación.
Hace algunas semanas se conoció el Sexto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático; el Informe IPCC, el cual con una sólida evidencia científica concluye que la humanidad es la principal responsable del calentamiento global. Por otro lado, un nuevo modelo de economía climática concluyó que para 2100 el PIB mundial podría ser un 37% más bajo de lo que sería sin los impactos del calentamiento global.
Recientemente se presentó el Informe de Desarrollo Sostenible, que indica que la pandemia ha ralentizado e incluso estancado los indicadores de progreso de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) comprometidos para 2030. En este informe, Finlandia, Suecia y Dinamarca, encabezan la lista de naciones bien encaminadas en el cumplimiento de estos objetivos y aunque Chile se ubica en segundo lugar a nivel continental, muestra una disminución de las acciones en torno a la Reducción de las desigualdades (ODS10) y Vida de ecosistemas terrestres (ODS15) y se alerta sobre el estancamiento en la Acción por el clima (ODS13).
Los desafíos inmediatos que nos impone el mundo, tales como hambre, envejecimiento activo, escasez hídrica, energías renovables, restauración y conservación de ecosistemas entre otros, los enfrentaremos no tan solo con la voluntad política de quienes se encuentran en puestos de toma de decisiones, sino también con una mayor inversión en investigación y desarrollo y formación de nuevas generaciones de profesionales con las competencias necesarias para impulsar un nuevo modelo de desarrollo. En este sentido, las Universidades tienen una responsabilidad ineludible y jugarán un rol clave en la articulación con el Estado, el sector privado y la sociedad civil para que la generación y transferencia de conocimiento tenga un impacto económico y social en las comunidades y territorios donde están insertas.
El desempeño de las universidades en el cumplimiento de los ODS se evalúa a través del The Times Higher Education Impact Rankings y ha mostrado que algunas universidades chilenas están haciendo esfuerzos en esta línea.
Por lo tanto, si ya tenemos la evidencia científica del Informe IPCC, el nivel de progreso de los ODS en Chile y la medición del impacto social del quehacer de las Universidades, tendríamos que preguntarnos ¿tenemos los liderazgos adecuados para conducir el cambio transformacional que Chile y sus universidades necesitan? Esperemos que las cumbres que se avecinan inspiren y permitan trazar una ruta de mitigación y de adaptación al impacto de la crisis climática que vive el mundo: Avancemos.