Nicolás Villamil, el ídolo que cruzó generaciones, eternizó su leyenda en el León de Collao
Con tres pasos por Deportes Concepción en una década, el oriundo de Mendoza se convirtió en uno de los referentes lilas, al cual sus hinchas lloran tras su deceso en el Hospital de Tomé.
La noche del 20 de febrero de 1991, Nicolás Villamil Grasso se convirtió en leyenda para cientos de hinchas del fútbol, muchos de ellos de Deportes Concepción. Corría el minuto 87, cuando tras una falta del mismo Villamil en su área, Colo Colo podía anotar la apertura de la cuenta ante un antiguo Estadio Municipal de Concepción repleto una noche de miércoles por la Copa Libertadores, que finalmente ganaron los albos.
De un lado el incombustible volante y anotador indiscutido de penales, Jaime Pizarro, y del otro el "loco" Villamil, reconocido por su manera de jugar bajo los tres postes atajando penales hasta de espalda, sus buzos de colores y cercanía con la hinchada. Cuando da la orden el juez Iván Guerrero, el remate furioso de Pizarro logra ser contenido por el oriundo de Mendoza, para abrochar el empate sin goles.
Ese día, Villamil selló su ingreso a la inmortalidad para los hinchas del León de Collao. Inmortalidad que trascendió este sábado, cuando a la edad de 56 años producto de un paro cardiaco en el Hospital de Tomé, luego de que la diabetes y la depresión -además de otras enfermedades- no lo dejara de lado, lo tuviese al borde de la muerte a mediados de año, luego que le amputaran ambas piernas.
Durante su carrera en el fútbol, que comenzó en el Atlético Argentino de Mendoza en 1982, tuvo pasos tanto por Universidad de Chile, Everton de Viña del Mar, Ñublense -donde se retiró-, Fernández Vial y registró tres pasos por Deportes Concepción, entre 1988 y 1998, lugar al que siempre volvió, luego de llegar por primera vez desechado por Universidad de Chile en 1987.
Incluso en sus peores momentos ya fuera del fútbol estuvo cerca del cuadro lila, cerca de sus compañeros de vestuario y sobre todo de aquellos hinchas, que primero lo admiraron como ídolo, luego lo recibieron como a un amigo, y hasta lo cuidaron como a un hermano, haciendo bingos y colectas para ayudarlo a costear sus tratamientos médicos.
Víctor Tornería, presidente del CSD Concepción, lamentó el fallecimiento de uno de los ídolos de la institución, "quien estuvo complicado de salud y los hinchas estuvieron siempre apoyándolo, con él. La gente recuerda mucho su forma de jugar, las locuras que hacía en la cancha y muchos se hicieron hinchas del club gracias a su juego, en la clasificación a Copa Libertadores de 1991 y su participación en el torneo. Ahora, debemos acompañarlo en su último viaje".
Patricio Almendra, exjugador lila, lo recordó con afecto en una entrevista radial y manifestó que "se hacía querer. Él tenía la gracia de compartir, estar apoyando. Hasta antes de la pandemia, en una pierna estaba acompañando a los exjugadores y hasta dirigió a la rama senior de Deportes Concepción. Pero también sé que tenía una enfermedad y había que entenderlo".
El velatorio continuará hoy desde las 9 horas en Parroquia Natividad de María, Collao 1601, hasta las 14 horas. El "loco" ya podrá descansar y tomar palco para seguir a su amado León de Collao.