Avanza iniciativa que busca que proyectos forestales cuenten con evaluación ambiental
El senador Alejandro Navarro, uno de los autores de la moción, lamentó que la extensión de terreno sea tan amplia. En tanto, Loreto Carvajal valoró que sea una actividad a vigilar.
Listo para ser votado en sala del Senado, cuando se ponga en la tabla, se encuentra la iniciativa de ley que busca que todos "los proyectos de explotación forestal en cualquier tipo de suelo o terreno" pasen por una evaluación de impacto ambiental. El último avance que tuvo la moción fue su paso por la Comisión de Agricultura, donde se especificó un punto no menor: sólo se haría efectiva en programas sobre las 250 hectáreas.
El senador Alejandro Navarro (IND), uno de los autores de la moción junto con los senadores Isabel Allende, Alfonso De Urresti, Ximena Órdenes y Jaime Quintana, lamentó la incorporación del guarismo y espera que el informe que sea aprobado en Sala sea el que se despachó desde la comisión de Medio Ambiente y no desde Agricultura.
En tanto, la senadora Loreto Carvajal (PPD), integrante de la última comisión que revisó el proyecto y quien aprobó el informe, destacó que la industria forestal se someta a este tipo de requerimientos y espera que esto sirva para avanzar en la planificación rural.
En todo caso, ambos valoraron que se esté avanzando en la materia, especialmente por el impacto ambiental que generarían este tipo de proyectos forestales, entendiendo que la moción fue ingresada el 18 de abril de 2018 al Senado y que no cuenta con ninguna urgencia.
OBJETIVOS
"La actividad forestal, tal y como la conocemos, sin duda que debe tener regulación. Las externalidades negativas que se han desarrollado, no sólo en la Provincia de Arauco, sino que también en la Provincia de Concepción, reflejan que el estudio de impacto ambiental es necesario, obligatorio y urgente a la explotación, tanto de los bosques nativos como a las plantaciones exóticas", justificó Navarro.
El parlamentario agregó que "creo que es un paso en el cuidado del medioambiente, es una opción que Chile debe tomar para preservar el cambio climático, y quienes se opongan a ello no sólo están perjudicando a Chile, están perjudicando a la humanidad entera. En ese sentido, creo que las empresas tienen que aceptar que el estudio de impacto ambiental debe ser ejecutado porque así protegen también su producto dado que la materia prima de exportación va a tener cada día más exigencias, respecto del cumplimiento de las normas ambientales".
Su par Loreto Carvajal, integrante de la Comisión de Agricultura, precisó sobre esta iniciativa que "en este tiempo, nuestra prioridad debe ser el medioambiente y la sustentabilidad. A mí me parece de toda lógica que este proyecto tenga el componente de un estudio de impacto ambiental para todas aquellas explotaciones forestales sobre 250 hectáreas. La industria forestal, sobre todo a mediana y a gran escala, debe someterse a estos requerimientos".
Carvajal puntualizó que hay que tener en "consideración que debemos avanzar en una planificación rural que permita que nuestras comunidades, donde están insertas, muchas de ellas están bordeadas por bosque y es de toda lógica considerar acción de resguardo, diagnóstico y, sobre todo, la supervigilancia desde lo normativo".
EL GUARISMO
La Corporación Chilena de la Madera (Corma), que agrupa a gran parte de las empresas forestales, declinó referirse a este tema. Sin embargo, su presidente Juan José Ugarte, participó de la Comisión de Agricultura del Senado, donde quedó consignada la opinión del sector.
En el informe se señala que expuso sobre "los procesos y protocolos cada vez más estrictos, que su sector ha debido ir enfrentando, en relación al cuidado del medioambiente, y cómo los instrumentos sectoriales han ido perfeccionándose, continuamente, en el seno del Consejo de Política Forestal".
Asimismo, Francisco Sierra, gerente de Estudios de Corma, -según el documento de la Comisión- expuso que "resulta razonable debatir respecto de los actuales estándares de protección del medio ambiente y con ello realizar una revisión de carácter técnico a las circunstancias bajo las cuales la actividad forestal debiese pasar por el sistema de evaluación de impacto ambiental".
Agregó que "la protección ambiental no sólo está dada por la cantidad de hectáreas afectadas por una cosecha, sino que -más bien- por las técnicas aplicadas cuando se realice (cada 25 años en pino y 12 a 14 años en eucaliptus)".
En tanto, el senador Navarro enfatizó que en el proyecto inicial pidió que todas las plantaciones forestales se sometieran al estudio, entonces "estamos en una disyuntiva sobre cuál informe será el que se apruebe en la Sala del Senado. Está claro que hay que proteger a los pequeños propietarios, pero 250 hectáreas no es una pequeña propiedad forestal, creo que deberá buscarse un guarismo de hectáreas que podrían ser 100, 150, para de verdad proteger a los más pequeños y exigir estudio de impacto ambiental a los más grandes".