Puntos limpios y educación ambiental
Chile produce 17 millones de toneladas de desechos de todo tipo al año, y de éstas, 7,4 millones de toneladas se generan en los hogares. Según el Banco Mundial, Chile es el segundo país de América Latina que genera más basura, ya que en promedio, cada persona produce 1,1 kilo de residuos domiciliarios al día. Pero solamente el 10% de los desechos va a reciclaje, cifra ínfima respecto de un promedio de 60% que van a reutilización en las naciones desarrolladas.
El Ministerio del Medio Ambiente dio a conocer hace unos meses que se construirán 354 puntos limpios en un plazo de cuatro años, que deberán ser de primer nivel, para recibir todas las subcategorías de materiales de envases y embalajes, es decir, plásticos, vidrio, cajas tetra pack para líquidos, metal, papel y cartón. De ellos, en la Región del Biobío se emplazarán 33 puntos, que permitirán dar un paso importante al aumentar la infraestructura para separar los materiales con el fin de que vayan al reciclaje.
Por otra parte, la Municipalidad de Concepción ha señalado que se adjudicó más de 930 millones de pesos para sumar más de 4 mil composteras y 20 nuevos puntos limpios en la ciudad, en proyectos que se enmarcan dentro del trabajo estratégico con los objetivos de desarrollo sostenible, para reforzar la labor ambiental. Esto permitirá entregar composteras o recipientes donde se puede descomponer la materia orgánica que se va depositando con el objetivo de obtener un abono ecológico que sirve para nutrir plantas en jardines y huertos caseros. Desde el año 2016 a la fecha, el municipio penquista ha entregado 6.700 composteras en la comuna, por lo que este programa permitirá aumentar en forma considerable esa iniciativa. En tanto, los puntos limpios se instalarán en escuelas, e irán acompañados de un plan de educación ambiental de dos años para toda la comunidad educacional.
En marzo de este año se publicó el decreto que establece las metas de recolección y valorización de la categoría "envases y embalajes" de la ley de reciclaje de productos. Se estableció que las empresas agrupadas en un sistema de gestión deberán instalar y operar establecimientos de recepción y almacenamiento de residuos de envases, a los que la ciudadanía pueda ir a dejarlos.
Si bien en los últimos años ha habido un avance en el tema de la separación de desechos y su reutilización para reciclaje, las cifras aún son escuálidas en Chile, respecto de las naciones desarrolladas. En junio de 2017 entró en vigencia la Ley de Fomento al Reciclaje, que ha impulsado un paulatino cambio cultural en las personas, para aprovechar muchos de los desechos y reintegrarlos al proceso de producción. La iniciativa obliga a los fabricantes de productos como neumáticos, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, envases y embalajes a hacerse cargo de ellos una vez que terminan su vida útil. En vez de irse a los vertederos, estos productos inservibles deben volver a las industrias donde fueron fabricados para iniciar un nuevo ciclo, proceso que se desarrollará en forma gradual. Esas obligaciones serán exigidas de manera progresiva, desde este año 2021 y llegando a estar en plena vigencia el año 2030. El objetivo es aumentar a 30% la cantidad de residuos que se reconvierten en nuestro país, en un período de cinco años.
En nuestra zona, los mayores avances se han logrado con el reciclaje de vidrios, latas de bebidas y cartones, que son llevados por las familias a los puntos limpios o que son recogidos por recolectores en las calles y entregados a las empresas que los transforman. Esto ayuda a minimizar los residuos, desde el momento en que pueden ser reutilizados; también se limita el crecimiento de los rellenos sanitarios que atentan contra el ambiente y se reduce el costo de producción industrial. El reciclaje se ha ido convirtiendo lentamente en conducta de la vida diaria de una parte de la población, cuando depositan los desechos en los puntos limpios que han determinado las municipalidades.
El Ministerio del Medio Ambiente dio a conocer que se construirán 354 puntos limpios en un plazo de cuatro años, que deberán ser de primer nivel, para recibir todas las subcategorías de materiales de envases y embalajes. De ellos, en la Región del Biobío se emplazarán 33 puntos.