Fallecimiento de doctora penquista reabre debate sobre la muerte digna
El anestesiólogo y marido de la profesional, Gerardo Soto, sostuvo que la falta de protocolos y nivelación de costos son obstáculos para acceder a estas opciones médicas.
En medio de las discusiones parlamentarias sobre la eutanasia, la doctora y exacadémica de la Universidad de Concepción Liliana Ortiz dejó antes de morir un potente mensaje sobre la alternativa de los tratamientos paliativos para aquellos pacientes que sienten dolor al atravesar una enfermedad terminal y la necesidad de avanzar en la diversidad de decisiones que el área dispone como alternativas.
El 19 de julio la profesional, de 47 años, falleció en su hogar en San Pedro de la Paz, tras ser diagnosticada en 2019 con un agresivo cáncer de mamas . Dos días antes, el lunes 17, grabó un video en el que se refería a la razones para escoger la sedación paliativa, como parte de los derechos de los pacientes a tener una muerte digna diferente a la eutanasia.
"Yo viví dignamente y quiero morir dignamente. Tengo clara la diferencia entre la eutanasia y la sedación paliativa. No obstante, sé que existen muchos colegas que no entienden esa diferencia y le privan a sus pacientes morir sin dolor (...). Mediante este mensaje quiero insistir más en la necesidad de repensar, con nuestros legisladores y nuestra población, las decisiones que se pueden tomar", dijo en el mensaje.
Gerardo Soto, esposo y anestesiólogo de la profesional, estuvo a cargo de la intervención y explicó que la dificultad de esta opción es que carecen de protocolos y niveles de costos para garantizar el acceso universal.
"Esto es algo que uno querría para todo el mundo, pero no se puede acceder porque no está trabajado, elaborado, protocolizado y definido de alguna manera. Hay que ir quemando etapas y una de esas es precisamente que la legislación acompañe, evidentemente con un apoyo monetario al respecto para que se pueda cumplir", comentó.
Sobre esto, el presidente del Colegio Médico regional y también anestesiólogo, Germán Acuña, opinó desde la especialidad que la forma en que se afronta la muerte en un país es un barómetro de la dignidad de los pueblos. "Cuando existen cuidados paliativos, la sedación paliativa, acompañamiento a la persona que va a morir, hablamos de un pueblo que tiene dignidad. Cuando abandonamos a los moribundos estamos abandonando la dignidad", argumentó.
HABLAR SOBRE LA MUERTE
Gerardo Soto explicó que en Chile la muerte es una materia que debe ser discutida a nivel país. "Como sociedad le tememos a la muerte, usualmente le damos la espalda, jamás la mencionamos en la medida que se pueda y eso le da una connotación negativa, y por lo mismo de mucho miedo y terror a la gente cuando ya está directamente expuesta o involucrada eso", detalló.
Sostuvo que es necesario analizar cómo se aborda este tema desde la perspectiva médica, pero también legal, pues explica que dentro de las patologías GES se abordan los cuidados paliativos, y que vienen a "recoger un poco la toalla de esta suerte de período de abandono de un paciente que tiene diagnóstico de carácter reservado o terminal y las posibilidades de enfrentamiento y manejo".
En el caso de su esposa, comentó que la sedación paliativa se incluye en estos cuidados, pero que no es un sinónimo de la eutanasia, pues el objetivo de la sedación es "aliviar un sufrimiento que no ha tenido forma de ser disminuido o eliminado por algunos de los otros medios que existen".
Precisó que los cuidados paliativos pretenden entregar un tratamiento integral, pues no solo abordan los síntomas de los pacientes, sino que entregan apoyo a su entorno para enfrentar la muerte y asimilar la situación de mejor manera. Sobre esto el anestesiólogo dio fe de los resultados, pues tuvo la oportunidad de conversarlo en familia, abordar las necesidades que su esposa tendría en las distintas etapas del proceso para superarlas juntos.
"Eso es un trabajo que hizo ella de forma muy brillante. Efectivamente nos tiene a nosotros ahora como familia súper tranquilos, además haber tenido acceso a este tipo de procedimiento, porque mi señora, optando por la sedación paliativa, se liberó de una carga de angustia de los últimos tiempos en los que no quería sufrir de una manera indigna y ya liberada de todo eso, con lo que teníamos conversado, efectivamente pudimos aprovechar lo más que se podía cada instante", agregó.
IMPACTO POSITIVO
Germán Acuña explicó que los tratamientos paliativos tratan la sintomatología de los pacientes, es decir, aminorar el sufrimiento que tienen al enfrentar una enfermedad. Destacó que la Región del Biobío ha logrado generar una cultura al respecto, a través de la educación sistemática con becas de medicina familiar y especialistas, además del Hospital Regional y Las Higueras que se encuentra dotados con un gran centro de cuidados paliativos.
De esta forma, a través de un estudio en la zona, los especialistas pudieron evaluar el impacto positivo que estos tratamientos entregan a la familia de las personas fallecidas. "Aprendimos que ellos valoran muchísimo la compañía que les hace el Cesfam, a las enfermeras, paramédicos, médicos, psicólogos y agradecen el trato y los recursos", agregó.
Así también lo evidenció la doctora Ortiz cuando animó a que "puedan legislar con todos los antecedentes a mano, tenemos muchos expertos en Chile, lamento nunca haber sido convocada a una mesa de discusión a nivel político para poder hablar de los temas de salud. Todas las decisiones se quedan o las personas que participan desde Santiago, pero en regiones tenemos mucho que decir y es importante que nos consideren porque eso es multiculturalidad e incluir a todos para la toma de decisiones que beneficie a todas y todos".