Vivir para escribir en el subsuelo del Hotel Prat
El libro "Apuntes al margen" reúne tres novelas del escritor porteño además de "Barrio" y "Hotel Prat", textos inéditos que abren los subterráneos de una ciudad con sus fantasmas.
Andrés Nazarala R.
Antes de la publicación de "Apuntes al margen" (Emecé), encontrar los libros de Cristóbal Gaete era difícil. Ahora, con la reunión de sus novelas "Valpore", "Motel Ciudad Negra" y "Paltarrealismo", más dos textos inéditos ("Barrio" y "Hotel Prat"), en un solo volumen ese impedimento pasó a la historia.
El trabajo del autor, uno de los creadores e investigadores del territorio porteño y colaborador habitual de estas páginas, compone, desde una perspectiva antológica, un mapa literario del lado B de Valparaíso. Digamos que "Apuntes al margen" se podría leer acompañado de un plano de la ciudad para marcar. Gaete conoce el puerto como la palma de su mano.
"La colección había hecho un trabajo similar con Cristian Geisse y Óscar Barrientos, dos autores que también escriben desde zonas no metropolitanas y que, por las condiciones de producción provincianas, extravían sus libros", cuenta Gaete.
"Para mí, lo que arma el conjunto es el registro de una época, una literatura que mira la ciudad de este siglo. Es una foto del paso del tiempo que compila textos escritos en 15 años, espacio temporal en el que también se arma una personalidad. Los lugares no son los mismos: aunque se repitan, muestran aspectos distintos. Si fuera un mapa, sería uno hecho con vidrio quebrado encima de la piel de la ciudad, o del mapa que se regala habitualmente en el terminal", añade.
-Sólo la fascinación por un hotel como el Prat podría generar el texto que abre el libro. Pareciera que cada apartado fuese una parte del edificio.
-El Hotel Prat es un símbolo de un Valparaíso en el que convive su gloria pasada y las formas de subsistencia del pequeño comercio. Cada parte de la 'novelita' era como tratar de meterse en una habitación. El edificio fue construido como Hotel Astor y alcanzó a ser uno de los grandes hoteles de Valparaíso del siglo XX. Décadas después, se convirtió en el Hotel Prat y se trajo, además, el otro edificio, donde hay departamentos y oficinas. Creo que justamente el recorrido era darle vida a un espacio que, en el momento de escritura -fase 1- era apenas un hotel de tránsito. Mucha gente va a hacer sus cosas allí y en ello se empezaba a mover o activar el recorrido. Seguir esas huellas me permitió hallar recovecos. Por otro lado, yo viví en un departamento en 2014, lo cual fue clave para que se me abriera el espacio hasta el subterráneo. Y ya en el primer semestre de este año arrendé una habitación para sentir sus sonidos y observar de forma rutinaria los movimientos que se dan en el hotel vacío, también en la galería. Fue escribirlo desde dentro. Estar ahí hizo que la forma de esa 'novelita' tuviera la forma del edificio.
-¿Crees que Valparaíso ha sido cubierto y honrado por sus escritores?
-Valparaíso ha sido honrado por grandes escritores y escritoras, como María Graham, Carlos Pezoa Véliz o Carlos Droguett. Lo de cubierto, no creo, hay cerros que no tienen ningún cuento o poema. Eso es una tarea. Hace años hago talleres a jóvenes pidiéndoles mover su cuerpo de las zonas ya escritas. Mi relación con Valparaíso es la de un hogar, me siento acogido y alimentado. En Valparaíso están los materiales y forma de mi escritura. Si bien más de alguien me puede pensar enamorado de la decadencia por el estado de la ciudad, y por mi obsesión por seguir escribiendo de ella, pienso en que mi labor es documentar mi época.
-¿Cómo recuerdas los procesos de "Valpore", "Motel Ciudad Negra" y "Paltarrealismo" y las reacciones que causaron?
-Muy distintos. "Valpore" fue escrita en un peak de intensidad largo. Fue mi primera conexión profunda con el territorio. Las reacciones fueron intensamente positivas y algunas negativas, ya que es un libro violento que denuncia la miseria a través del exceso. Que un niño de un liceo se entretenga leyéndote o que se siga buscando en estos tiempos en que todo desaparece es mejor que cualquier cosa. En "Motel Ciudad Negra" me tomé mucho más tiempo, lo ensamblé como un poema en prosa, en un solo párrafo. Recibí el Premio Municipal de Literatura de Santiago. Jamás lo habría pensado porque fue editado de forma artesanal. Tuvo buena recepción crítica. "Paltarrealismo" es el más raro, lo escribí en breves períodos de concentración y salió en Arica. Creo que lo que todos muestran, al estar en conjunto, es que se puede escribir de forma distinta de lo mismo.
-¿Podrías escribir sobre otra ciudad?
-Pienso en autores como Manuel Rojas que escribieron mucho de Valparaíso en distintas épocas. Esa es la idea: intentarlo. También es posible que escriba de otra ciudad, pero jamás de la forma en que lo he hecho hasta ahora. Las cosas que he vivido y visto, las señales del destino para amarrarme a Valparaíso, hacen que el amor que siento sea irrepetible.