El Gobierno promulgó el 1 de junio la ley 21.342, que regula el retorno gradual y seguro al trabajo durante la pandemia. Se trata de una normativa que establece una serie de protocolos para que el regreso laboral cumpla con las normas sanitarias correspondientes.

El reglamento además permite que trabajadores de más de 60 años puedan teletrabajar, y también las personas que padecen algunas patologías como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, o que tengan a su cuidado, niños o adultos mayores. Además, las licencias médicas por covid 19 no tendrán periodo de carencia, es decir, serán canceladas íntegramente y se deberá pagar un seguro médico de cargo del empleador.

La pandemia de covid 19, que a Chile llegó a inicios de marzo del 2020, llevó a las muchas empresas a instalar el trabajo a distancia, para que sus colaboradores desarrollen sus funciones desde la casa, vía Internet, y reducir las posibilidades de contagio. El teletrabajo ha sido una forma flexible de organización, que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del empleado en la empresa. Esta modalidad de desempeño laboral a distancia ha tomado cada vez más importancia, sobre todo en aquellas actividades en que es posible que el empleado pueda desarrollarla desde su casa y conectarse de forma remota con su empresa o servicio público.

Por años se habló respecto de las ventajas que tendría el trabajo a distancia, pero la pandemia de covid 19 obligó a ponerlo en práctica sobre la marcha, probablemente improvisando algunas acciones a medida que se hacían necesarias. A juicio de los expertos, esta fórmula llegó para quedarse y las experiencias que se han logrado en estos quince meses y los que quedan por delante servirán para tomarlas en cuenta en futuras decisiones. Un estudio desarrollado por la aseguradora MetLife y la empresa de estudios de mercado Criteria, reveló que el teletrabajo bien implementado impacta positivamente en la calidad de vida de las personas, y con ello, en su salud mental. La investigación "Clase media, teletrabajo y salud en el Chile post coronavirus", realizada el año pasado, demostró que un 53% de los encuestados tenía una buena percepción con respecto al trabajo remoto, ya que les otorga mayor tiempo para estar con la familia y a la vez se evitan los tiempos de traslado a las oficinas, cuestión que se consideraba especialmente importante en las grandes ciudades. El 42% de los consultados estimaba que el teletrabajo es mejor que el trabajo presencial, mientras un 20% lo describía como peor.

Sin embargo, pasada la parte más complicada de la pandemia, cuando las empresas comienzan a normalizar en forma gradual el trabajo, se hacía necesario contar con un marco regulatorio para que el regreso laboral sea seguro. La nueva ley establece la obligación del empleador de aplicar el teletrabajo, en el caso de que sus trabajadores acrediten padecer alguna condición que genere una alta posibilidad de tener un cuadro grave de infección. Asimismo, en aquellos casos en que la persona tenga bajo su cuidado a un menor de edad, adulto mayor o persona con discapacidad. Y para trabajadores que no hayan pactado la modalidad de teletrabajo de manera exclusiva, el empleador está obligado a contratar un seguro individual obligatorio de salud asociado a covid 19, con duración anual, en favor de los empleados con contratos sujetos al Código del Trabajo y que estén desarrollando sus labores de manera presencial, total o parcial. La normativa fijó también los protocolos de seguridad sanitaria obligatorios para las empresas que quieran retomar o continuar la actividad laboral de carácter presencial.

Surge la pregunta si las empresas están preparadas para dar cumplimiento a esta normativa y los expertos estiman que las grandes compañías no tendrán inconvenientes, ya que mantienen protocolos, pero el tema puede ser más complicado para las pymes, ya que deberán pagar un seguro. Sin embargo, lo positivo es que éste dará una cobertura que antes no existía y permitirá un regreso más seguro a los trabajadores.

La nueva ley permite que trabajadores de más de 60 años puedan teletrabajar, y también las personas que padecen de patologías severas, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, o que tengan a su cuidado, niños, adultos mayores o personas con discapacidad.

Gabriel García Márquez sentenció una vez que "el periodismo es el mejor oficio del mundo". Es una idea que resulta compleja en el siglo XXI cuando cualquier persona puede -vía Internet- informar y opinar, sobre todo opinar, de cualquier cosa a una audiencia globalizada. Hasta mediados del siglo pasado, aunque ya existían en América Latina las escuelas de Periodismo, esta era una profesión no siempre bien considerada.

Por esos años, García Márquez ya había echado a andar la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, una ambiciosa escuela de periodismo que partía de la convicción de que "el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad".

En estos días ha recrudecido entre nosotros la preocupación por la libertad de expresión. Por ello vale la pena reiterar, además del diagnóstico de García Márquez, que el periodismo es parte consustancial de la democracia. Y para ello requiere, sobre todo, de libertad.

Este es, creo, el nudo del debate, ya antiguo por cierto, en que estamos inmersos a partir de la divulgación del programa presidencial de Daniel Jadue.

En el capítulo "Derecho a la Comunicación y medios" se dice: "La herencia de la dictadura y la nula acción de los gobiernos democráticos permitieron sostener un modelo de comunicación privatizado que… sobrerrepresenta intereses de los sectores hegemónicos". Se apunta así directamente contra la Constitución vigente, cuyo artículo 19, N°12, cerraría la puerta al derecho de la población "a comunicar y recibir información oportuna, diversa y veraz". ¿La causa? La fórmula de garantizar "la libertad de emitir opinión y la de informar sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio", restringe el derecho de la ciudadanía, "el derecho colectivo" a la "veracidad" y la "diversidad" y la "memoria".

Pese a que la argumentación no es muy clara, se puede convenir en que la libertad de expresión debe perfeccionarse. Por ejemplo, el Colegio de Periodista planteó hace años que la publicidad del Estado debe favorecer a todos los medios por igual. Y hay más propuestas que se han ido acumulando.

Pero el debate actual va en otro sentido.

Jadue plantea una ley que "exija que los medios sean objetivos", cuyo cumplimiento se haría efectivo a través de "un consejo ciudadano compuesto por todos los poderes del Estado, pero que también podría ser electo por la ciudadanía", con poder para revocar concesiones a quienes se aparten de esa línea.

Es efectivo que todas las personas, en uso de su libertad de expresión, tienen derecho a formular las críticas y observaciones que les parezcan. Sin embargo, cuando Danilo Ahumada, presidente del Colegio de Periodistas, comentando el programa de Jadue, promueve indirectamente los juicios populares, pone en riesgo la libertad de expresión de los propios periodistas.

El presidente Ahumada sostuvo también que, frente a un ataque por las redes sociales, los periodistas deberían recurrir a los tribunales de justicia. Ignoró así que a las órdenes profesionales corresponde la defensa de sus asociados y han reivindicado el derecho a enjuiciar en sus propios tribunales éticos cualquier conducta reprochable.

Si un periodista o un medio cometen un delito, debe actuar la justicia. Pero no ante un error o una falla. Menos todavía un "tribunal popular".

"Ha recrudecido la preocupación por la libertad de expresión. El periodismo es parte consustancial de la democracia. Y para ello requiere de libertad".

Vieja política

El estallido social, en buena medida, se debió al cansancio de la ciudadanía a la vieja forma de hacer política. Chile se aburrió, y "despertó". Comienza a sesionar la Convención para escribir nuestra próxima constitución, y los constituyentes han hecho un listado de demandas y exigencias que, de no cumplirse se opondrán a realizar su única labor: redactar una constitución. Entre su petitorio se encuentra aumentar el presupuesto para contratar asesores, y cubrir gastos de traslados y estadías. Considerando que los convencionales ganarán, aproximadamente, siete veces el sueldo mínimo, esto nos parece un resabio de la vieja política. Así, entonces, como la ciudadanía se cansó el 18 de octubre, ojalá que no se canse muy pronto, de nuestros constituyentes.

Francisca Herrera

Señal errónea

No se trata de hilar muy fino, pero el hecho de que una de las primeras ceremonias de instauración de la Asamblea Constituyente se haya realizado bajo una carpa, puede ser interpretado como una señal errónea, a lo menos desde el punto de vista protocolar o de imagen de la labor que se le ha asignado a esta histórica instancia.

Tomás Varela H.

Paradoja

Sepámoslo o no, hace ya un tiempo los chilenos estamos presos en una paradoja. Ésta, en síntesis, hace referencia a que en "el momento constituyente", es decir cuando se redactará una Constitución, que es por definición donde más se requiere armonía, ausencia de coacción y disposición al diálogo entre las partes involucradas que se disponen a discutir acerca de las bases de la convivencia, entendiendo esto como el contenido de una constitución, es donde justamente ocurre lo contrario. La paradoja de Elster, de la cual somos cautivos, señala que es el propio contexto constituyente el que dificulta esta convivencia. Es en estos momentos donde la política amenaza con actos - como por ejemplo llamar a "rodear la convención" -, por imponerse sobre la razón. Y para quienes creían que con la inauguración de la convención acababa nuestro paso por esta paradoja, se equivocan, no ha hecho más que incrementar su poder.

Herman Durán Urra

Retiros

El Congreso ha aprobado tres retiros parciales de los fondos de pensiones como medida extraordinaria para paliar la crisis económica producida por la pandemia. Aunque estos retiros pareciesen ser una mala forma de afrontar la situación, lo cierto es que han servido para mantener el poder adquisitivo de la población y dinamizar la economía. Sin embargo, en las últimas semanas han surgido voces proponiendo el retiro de la totalidad de los fondos de pensiones. Aunque las justificaciones son variadas (peligro de expropiación, eliminación de las AFP, etc.), lo cierto es que se trata de una mala idea que causaría un daño irreparable al sistema de pensiones chileno (cualquiera sea este en un futuro) y un atentado a los principios que informan la seguridad social. Las razones del porqué este retiro total sería nefasto son múltiples. Cualquiera sea la reforma al sistema, estos fondos servirán como base del nuevo sistema. Permitir que las personas ocupen estos fondos significaría un desfonde total y una carga para el Estado imposible de asumir en el mediano plazo. La introducción de tal cantidad de dinero a la economía nacional causaría un efecto inflacionario imposible de soslayar. Se trataría de una medida regresiva en la medida que más del 30% de los cotizantes ya no tienen fondos en sus cuentas producto de los retiros y, por lo tanto, quienes retiren todos sus fondos serán aquellos que ya tenían una cierta cantidad de dinero en sus cuentas de capitalización individual.

Rodrigo A. Ruiz Godoy

Candidatos

Con la mayor humildad, es impresionante la ignorancia, lo desinformados, descriteriados y mentirosos que son la mayoría de los candidatos y algunos constituyentes. Pobre país, ¿cómo llegamos tan bajo?

Jorge Porter T.

Despedida al poeta

Se fue antes que pudiera agradecerle el envío de la reciente reedición de su libro "Los buenos días" con una dedicatoria que me llevó a la nostalgia y la pena. El tiempo ha pasado inexorablemente. Hicimos una buena amistad con Omar Lara. No faltaba la ocasión para encontrarlo en su librería de calle Ongolmo, rodeado de libros. Así fue su vida: entre lecturas y escritura. Atendía siempre con cordialidad, hablando de literatura y política, siempre con un dejo de ironía propia de esa "vergonzante bondad" que confiesa con acierto tener, y que trata de ocultar a bofetadas porque "todos la rechazan".En eso no acierta: al contrario, esa bondad socarrona era uno de sus grandes atributos. Lo comprobé en el empeño que puso para sacar de la cárcel a un poeta joven que había ido a parar entre rejas por su iracundo actuar. Releo el libro junto al mar y comprendo que Omar Lara siempre estuvo partiendo, yéndose a algún sitio real o imaginario, huyendo como todos del presente agobiante. Su poesía se quedó entre nosotros. Permanece en el aire, en sus libros y en la gloriosa revista Trilce. Adiós, que el viaje te sea ligero y encuentres lo que soñaste.

José Antonio Viera-Gallo

Pueblos originarios

En el marco de la reciente celebración del Día de los Pueblos Originarios quisiera destacar el inmenso aporte de las distintas etnias de nuestro país a la agricultura nacional. En Indap, donde cerca del 40% de nuestros usuarios pertenece a algún pueblo indígena, conocemos en terreno y profundidad la diversidad cultural de Chile, ya que desde sus orígenes esta institución se ha relacionado de forma permanentemente con los 10 pueblos reconocidos por el Estado, de norte a sur, acercando herramientas de desarrollo, capacitación, asesoría e inversión. La agricultura representa una de las principales fuentes de ingreso para las distintas comunidades indígenas, especialmente en el mundo rural, donde hemos enfocado nuestro compromiso y esfuerzo.

Carlos Recondo

Constituyentes

Lo único que sirve para todo es la aspirina. Los constituyentes no. Sólo deben dedicarse a redactar una nueva Constitución.

CLAUDIO E. VALDES MUÑOZ

Las intensas lluvias han dejado anegada la calle Colón, en Talcahuano. Con muchas dificultades se mantiene el tránsito para los vehículos mayores, ya que los automovilistas no se atreven a aventurarse y quedarse a mitad de camino. En ocasiones, los buses que hacen el recorrido por esta calle de doble tránsito lanzan el agua sobre vehículos menores y transeúntes. Hace unos días, pobladores de Los Cóndores y alumnos del Instituto Comercial y Centro de Enseñanza Media se tomaron la autopista para exigir que Colón fuese mantenida como ruta de salida del puerto.

Ocho de cada diez personas que perdieron su empleo cursaron hasta educación secundaria, según lo que indica un informe elaborado por la Universidad Adolfo Ibáñez, que profundiza en las cifras de cesantía en el país.

El análisis del trimestre marzo-mayo, comparado con igual periodo de 2019, revela que el mayor impacto de la reducción laboral se concentra en trabajadores sin formación profesional. En Biobío, se trata de más de 100 mil personas.

La situación plantea un gran desafío social para la Región, ya que coincidentemente es el grupo de más bajos ingresos. El economista Hugo Salgado, de la Universidad de Concepción, dijo que se requiere aplicar nuevas políticas de formación del capital humano local.