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Ignacio Briones, candidato presidencial de Evópoli:

"Siempre he apoyado el matrimonio igualitario y he planteado que tiene que ser con adopción"

El abanderado cuenta lo bueno y lo malo de la campaña y aborda su plan para un eventual Gobierno suyo, con un Chile sin isapres, regiones económicamente descentralizadas y con renta mínima garantizada de 400 mil pesos.
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Por PatricioTapia

Mientras se desarrolla la votación en la segunda vuelta para elegir gobernadores, el ex ministro de Hacienda y candidato presidencial de Evópoli, Ignacio Briones, ha comenzado también a presentar su propuesta de descentralización mediante encuentros abiertos telemáticos. Sostiene que su campaña tiene como uno de sus ejes fundamentales la descentralización. Pero, por supuesto, también está enfocada a enfrentar las primarias presidenciales de su coalición, Chile Vamos, el 18 de julio.

A ratos, la disputa más encendida parece darse justamente allí, en su propio sector, donde propuestas como la urgencia del matrimonio igualitario o retiros no ya del 10%, sino del 100% de los fondos previsionales, parecen dividir aún más a los candidatos en disputa.

Briones dice estar confiado en sus posibilidades y en su capacidad para generar acuerdos para hacer frente a lo que considera "un nuevo ciclo político".

Aunque hay quienes le reprochan haber sido cicatero, como ministro, con el Ingreso Familiar de Emergencia, él considera que era lo que entonces se podía hacer y lo que se había acordado para poder lograr nuevos apoyos posteriores.

-¿Qué es lo mejor y qué es lo peor de ser candidato?

-Lo mejor, las personas, estar en contacto con la gente. Es mi primera candidatura y el poder conversar, escuchar y exponerse a la crítica también me recuerda a mis años como profesor universitario que era en lo que estaba hace dos años. También darse cuenta que las personas quieren ir para adelante y no seguir tironeadas por izquierda y derecha y, por lo tanto, que hay bastantes coincidencias con lo que nosotros estamos plantando. Y lo peor de ser candidato, es darse cuenta que la lógica de la vieja política, es decir, aquella que le interesa sólo a los políticos y que no pone a las personas en el centro, sigue muy instalada. Ojalá que cambie.

-¿Es más virulenta la disputa con los opositores al Gobierno o con los de su propia coalición?, ¿ha tomado clases de esgrima para lo que viene?

-No sé si serían clases de esgrima las que tomaría. Prefiero seguir trotando con mi hijo en el cerro y ejercitarme para enfrentar la real disputa de mi candidatura que es con los extremos, los que representa, por ejemplo, el PC y Daniel Jadue. Los extremos son siempre virulentos y se enfrentan con convicción, con argumentos y con propuestas. Pero con propuestas en serio, que planteen cambios profundos, pero que sean realistas, sin saltos al vacío, que sean justas en el tiempo, no sólo para una generación, si no para las que vienen, además con una palanca muy potente de justicia social, anclada en la libertad que es lo que estamos planteando.

-¿Qué lo diferencia de sus contendores de su propio sector?

-Respecto a mis contendores en las primarias, obviamente tenemos diferencias. Nuestra candidatura se basa en varias máximas, en primer lugar, un proyecto anclado en la libertad como dignidad, respetando siempre las reglas institucionales. En segundo término, nunca prometer lo que no se puede cumplir; nuestra candidatura no es de promesas si no que es de compromisos. Y tercero, enfrentar con mucha claridad y con mucha convicción a los grupos de interés. Me siento muy libre para hacerlo, y no sé si mis contendores puedan decir lo mismo.

-¿Cómo se tomó la propuesta presidencial de darle urgencia al matrimonio igualitario? Es una cuestión que genera muchas divisiones en Chile Vamos.

-Lo tomo como una gran noticia. Yo siempre he apoyado el matrimonio igualitario y he planteado también que tiene que ser con adopción. No sólo estamos hablado aquí de pareja, si no que de familia y que los niños de una pareja homosexual tengan los mismos derechos. Esto es ir hacia adelante como sociedad. Avanzar en este derecho beneficia a los ciudadanos, amplía su libertad y elimina la creencia de algunos que en Chile hay ciudadanos de primera y segunda categoría. Porque creo en la libertad, creo en el reconocimiento de los diversos proyectos de vida, en su valor, su dignidad. Eso es lo que anima toda mi campaña.

-Siempre se opuso a los retiros de fondos de pensiones, ¿qué le parece la idea de sacar el 100% de ellos?

-Los retiros ayudaron a muchas personas en un momento muy difícil. Eso está fuera de discusión. Mi temor y la razón de oponerme, como lo dije públicamente, era que esto nos iba a llevar a un segundo, un tercer retiro y a propuestas de retiro por el 100%; y aquí estamos, un año después ese temor se confirma a plenitud. Es irresponsable el retiro del 100%, porque sabemos que esto deja al sistema sin fondos y las pensiones, necesitan dinero para pagarse. Lo que no dicen los políticos que apoyan esta iniciativa, por su interés propio, por su popularidad, es que esa plata la vamos a tener que poner todas las personas, nosotros y nuestros hijos, más que duplicando la tasa de cotización y pasando, por definición, a un sistema de reparto dado que ya no quedarán ahorros. Nadie ha dicho cómo vamos a pagar esta cuenta. Eso me parece dramático. Pero yo tengo un plan para recuperar las pensiones que pronto daremos a conocer.

-Evópoli es un partido pequeño: ¿lo ve como un satélite frente a los planetas RN y UDI o más bien como el David frente a esos Goliats?

-Evópoli es un partido joven, sano, desplegado en todo Chile, con dirigentes sociales y mucha gente jugada por sus comunidades. Y tengo su respaldo. Evópoli es un partido que ha sido consistente con sus convicciones, no se ha dado vuelta la chaqueta y en momentos de máxima desconfianza de la política, eso tiene mucho valor. Pero más aún, mi candidatura va más allá de Evópoli: ha convocado a personas independientes, es una candidatura que aspira al centro, que ha sido capaz de convocar a personas como Javiera Parada que no viene de este mundo y que ve en este nuevo ciclo político la necesidad de hacer las cosas distintas, tenemos cientos de independientes que están trabajando en nuestros programas. Lo que se juega en esta elección es el futuro versus el pasado, es la nueva política versus la política tradicional y qué candidato es realmente capaz de tender puentes con otros actores para generar acuerdos.

-Ya que la menciona, su jefa de campaña, Javiera Parada, ha dicho que si no gana esta primaria no se unirá a ninguna otra campaña de la coalición. Si usted no gana esta primaria, ¿apoyará lealmente a quien la gane?

-Siempre he sido respetuoso de las reglas y esta primaria no será la excepción. Con todo, esta candidatura va a ganar esta primaria y va a ser capaz de seguir convocando a nuevos actores para este nuevo ciclo político que viene y los desafíos de fondo que este supone.

-Si gana la primaria, tiene al frente a varios posibles candidatos. ¿Prefiere enfrentarse a Jadue o a Boric, a Narváez o, eventualmente, Provoste?

-Será la ciudadanía quien decida a quién nos enfrentaremos en la presidencial. El nuevo ciclo exige que quien encabece el país tenga liderazgo, convicciones y, sobre todo, capacidad de diálogo y de convocar. La pregunta es: ¿quién de los candidatos tiene mayor capacidad y credibilidad para generar esos puentes y esa capacidad de convocar a nuevos actores, como nosotros ya lo hemos estado haciendo?

-La pandemia y la crisis económica, ¿alteró esta campaña presidencial en el sentido que están cosas muy importantes en juego?

-No es una elección cualquiera. No da lo mismo quien sea el próximo presidente de Chile. Iniciamos un nuevo ciclo, de transición, que definirá el futuro de los años que siguen.

-¿Cuáles serían sus primeras acciones y sus principales énfasis en un eventual gobierno suyo?

-En lo inmediato, la prioridad uno, dos, tres y cuatro, son las pegas, el trabajo: sé cómo hacerlo y para ello tengo un plan para recuperarlas. En segundo lugar tenemos que hacernos cargo de las fisuras de la pandemia, el drama de millones de chicos que han perdido su año escolar, la salud y reconstruir las pensiones. Aparte de eso, nuestras primeras acciones, pensando en los años que siguen, serán invertir en educación para aspirar a una educación pública mejor que la privada, reformar la salud a través de un plan único que nivele hacia arriba, que ponga patines y que amplíe la libertad de elección de los chilenos, eliminando las isapres tal como las conocemos, transformar la política social estableciendo transferencias directas en dinero a los bolsillos de los trabajadores formales, para aliviar el costo de la vida de las familias, apoyar a la clase media en la adquisición de su vivienda y por último, avanzar de una vez por todas en la descentralización para Chile y tenemos un plan ambicioso para esto.

-Vamos por partes: ¿cómo es su propuesta de que ningún trabajador formal ganará menos de 400 mil pesos?

-Aliviar el costo de la vida es un eje principal de mi programa para que las familias tengan la seguridad y los recursos suficientes para llegar a fin de mes, un desafío, aún mayor en períodos de crisis, producto de sueldos bajos e inestabilidad laboral. Con esta propuesta aumentaremos los ingresos de los trabajadores formales con transferencias de dinero directas a las familias, premiando en todo momento el trabajo formal, a través de una Renta Mínima Garantizada que asegure que ningún trabajador formal en mi gobierno reciba menos de 400.000 pesos líquidos al mes. Esta medida se enmarca en el eje del costo de la vida y se complementa con otras tres medidas adicionales: rebaja del transporte público a la mitad en todo Chile, un programa masivo para rebajar el pie de créditos hipotecarios para clase y media y un crédito solidario estatal para pagar deuda de hogares.

"Nuestro país lleva demasiado tiempo paralizado, tironeado por izquierda y derecha, por bloqueos de grupos de interés, y es hora de ir hacia adelante".