"Muchos enfermos crónicos no tienen la oportunidad que he tenido yo de seguir siendo útil"
La autoridad comentó que mantenerse activo le ha ayudado a enfrentar de mejor forma el cáncer que padece. Planteó que por la pandemia, gracias al teletrabajo, pudo mantener las reuniones con las distintas organizaciones con las que aborda estrategias para reducir las cifras de delincuencia. También habló de los cambios en los delitos a propósito de la emergencia sanitaria.
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Asumir un diagnóstico tan complejo como un sarcoma alveolar de partes blandas, que es un tipo de cáncer, es difícil. Pero Claudio Etchevers Flores (44) pasó por hartas situaciones que le permitieron abordar su condición de salud de la mejor forma posible. "Tengo herramientas que he cultivado a través de mi vida que me han permitido enfrentar bien esto", aseguró.
Se enteró de su enfermedad casi por casualidad, en marzo del año pasado, cuando llegó al traumatólogo por una lesión en la rodilla. Los exámenes mostraron que había algo más. Recibió la noticia de que tenía un cáncer con metástasis hacia los dos pulmones en junio, la misma semana que falleció su padre. Dos meses más tarde tuvo otra pérdida familiar que lo marcó. Ahí, algo hizo click en el coordinador regional de Seguridad Pública, quien decidió aprovechar al máximo cada día. Dentro de esa decisión está el seguir en el puesto que ocupa como funcionario de la Subsecretaría de Prevención del Delito.
"La subsecretaria (Katherine Martorell) fue tremendamente generosa en esto. Me planteó que me tomara todo el tiempo que el cuerpo me pidiera, pero mi decisión era que iba a estar activo. Eso me permitió tener mi mente ocupada con cosas útiles y eso marca una tremenda diferencia en cómo uno se recupera", expresó.
No ha tenido licencia más que la que le dieron cuando se operó por primera vez, para retirar el tumor de su pierna. Gracias al teletrabajo siguió realizando sus actividades. Ahora ha estado viajando por toda la Región para llevar a cabo las tareas propias de su cargo, vinculadas a reducir los cifras de delincuencia.
Percepción y pandemia
-Hace unas semanas se entregaron los resultados de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc). Llama la atención que todas las cifras sobre victimización bajan. ¿Eso es efecto de la pandemia?
-No sólo la pandemia. Desde el estallido social ha existido un despliegue operativo diferente y con una presencia policial en las calles que no tiene ningún precedente. Lógicamente eso ha incidido en el aumento de la fiscalización, en la cantidad de droga decomisada. Por un lado, el despliegue operativo de las policías a propósito de estas nuevas condiciones sociosanitarias han significado una disminución de la actividad delictual. Segundo, el cambio de comportamiento de las personas producto de la pandemia ha significado que el delito se convierta, porque no pueden seguir operando de la misma manera, ni territorial ni temáticamente.
-El hurto es lo que más bajó...
-También está vinculado a los robos en las tiendas comerciales, que hoy cuentan con accesos únicos reforzados, con controles de entrada y salida que antes no existían. Hay menor cantidad de personas por los aforos restringidos. Por eso el robo hormiga en las tiendas y los supermercados ha caído un montón. Hay delitos que hoy ya no son factibles, pero hay otros, por contraparte, que han aumentado en la violencia, porque el comportamiento de las bandas también ha sido diferente.
-¿Por ejemplo?
-El aumento de decomisos de drogas ha generado escasez de éstas en las calles y un aumento de precio y esto ha generado mayor cantidad de enfrentamientos entre bandas delictuales por la posesión de drogas que circulan en la calle y por el dominio de los espacios públicos en el microtráfico y esa dinámica delictual la observamos en el aumento de la violencia de los casos. Por otra parte, el confinamiento ha hecho que las personas pasen más tiempo en sus casas, por tanto son menos victimizadas.
La conclusión es que la nueva manera de comportarnos, a propósito de las medidas de confinamiento, genera nuevas dinámicas sociales que hacen que la delincuencia tome también un giro y se adapte a esta dinámica social.
-Viendo las cifras, en la violencia en los barrios aumentaron las balaceras o disparos. Normalmente eso se asocia a temas de drogas y si esto ha disminuido, ¿a qué lo atribuyen?
-Ha habido un aumento en la violencia de este tipo de bandas delictuales y particularmente en el fenómeno del microtráfico. A esto tienes que sumarle que el confinamiento hace que la gente pase más tiempo en su casa y observe fenómenos delictuales que antes no observaba. La percepción de inseguridad aumenta porque están viendo situaciones que antes les resultaban ajenas y porque ha habido un incremento del uso de armas de fuego asociadas a enfrentamientos de bandas delictuales por disputas territoriales.
-Había una pregunta sobre los motivos por los cuales la gente no denunciaba, y era porque la gente no tiene confianza en los resultados de la investigación y por el tiempo que tomaba hacer el trámite. ¿Cómo se aborda eso?
-Desde el inicio de la pandemia todas las instituciones han implementado sistemas para acoger denuncias de manera remota. También están las modalidades presenciales. Nosotros, como Subsecretaría de Prevención del Delito, además del fono Denuncia Seguro (600 400 0101), que viene de mucho tiempo, implementamos también la modalidad a través de internet, donde acogemos denuncias 100% anónimas y que es una garantía para aquellas personas que tienen temor de las represalias.
-Pero la gente dice que no confía en el resultado de la investigación...
-Hay varias trabas que impiden que la gente denuncie y la desconfianza es una de ellas. Esto tiene que ver también con el manejo de las expectativas. Una denuncia no siempre termina con la resolución de un caso, pero hay que tener muy presente que hay un objetivo secundario que tiene que ver con activar a todas las instituciones en torno a la prevención de futuros delitos. Puede que eventualmente no se recupere un bien que fue sustraído, pero sí van a existir patrullajes preventivos en el sector que van a impedir que siga ocurriendo el mismo delito en el lugar.
Relación con arauco
-En el caso de la violencia rural, ¿cuál es la participación de la Subsecretaría de Prevención del Delito?
-Ese es un tema que ve la Subsecretaría del Interior. A nivel de estrategia del Ministerio del Interior, esta materia quedó radicada ahí y el apoyo policial es de las unidades de Control de Orden Público, COP, que no son los mismos policías que están en el trabajo territorial viendo temas que vemos en el Stop (estrategia par analizar comportamiento de 12 delitos de mayor connotación). Ahí hay un coordinador a cargo de esas temáticas.
-¿Por qué se hace esa diferenciación?
-Porque son dinámicas delictuales absolutamente distintas. El móvil de estos delitos es diferente y debe ser abordado de manera diferente.
-¿Cómo es el trabajo en las comunas de Arauco en lo que tiene relación con los temas que aborda su Subsecretaría?
-Tremendamente difícil. Nos encontramos muchas veces en las sesiones de Stop que los requerimientos de la ciudadanía están en torno a estas otras temáticas que no abordamos ahí y eso hace muy difícil que las autoridades locales sintonicen con la importancia de esta herramienta. Pero pese a que es una realidad que se está abordando por otras autoridades, para nosotros sigue siendo tremendamente relevante que se siga trabajando respecto de estos otros delitos que afectan a la gente común y corriente. En esas comunas sigue existiendo la violencia intrafamiliar, los robos, hurtos, lesiones.
Reconozco que hay una problemática que es más profunda y visible y que hoy está a cargo de una unidad especializada, pero tenemos que insistir en la importancia de seguir trabajando en estos otros delitos, que son menos visibles pero que igual dañan a las personas y que no les permiten desarrollarse con normalidad.
Testimonio de vida
-¿Cómo ha sido manejar esta carga de trabajo con lo que está viviendo en el ámbito personal?
-No me imagino cómo habría sido en un escenario distinto. De mi experiencia personal he aprendido lo importante que es mantenerse activo, sentirse útil. Parte del proceso de sanación de una enfermedad grave pasa por estar haciendo lo que a uno le gusta. La sanación tiene tres componentes: una corporal, que queda en manos de la medicina, una espiritual, en manos de lo que aquello en lo que uno esté dispuesto a creer y la mental pasa por entender estos procesos y saber convivir con ellos y estar en la casa sin hacer nada lo que hace es hundirte en tu problema y poco a poco te va consumiendo. Agradezco mucho a la subsecretaria Martorell, al intendente y mi equipo de trabajo, que me han dado la oportunidad de seguir haciendo todo lo que he podido. Muchos enfermos crónicos en Chile no tienen la oportunidad que he tenido yo de seguir siendo útil. Cuando un enfermo crónico o terminal se queda en la casa empieza a consumirse antes de tiempo. Si bien es cierto que tengo una enfermedad grave y con muy mal pronóstico, esto no es más que otra dificultad que tengo en la vida y que hay que asumirla como eso.
-¿Cuál es su diagnóstico, respecto a las expectativas de vida?
-En este tipo de enfermedades, que son tan raras, el 80% tiene una sobrevida probable de seis meses. En ese momento (cuando me lo informaron) mi pensamiento era que probablemente iba a morir entre diciembre y enero del año pasado y que esa era la última Navidad que iba a pasar con mis hijos. Mi planificación era cuál iba a ser el último regalo que les iba a hacer. Y pasan dos días y mi primo, de 49 años, sano, con toda una vida por delante y haciendo planes de cómo iba a ayudar a mis hijos cuando yo muriera, fallece. Ahí me doy cuenta que tenía que concentrarme en vivir lo que me quedara de vida, fueran meses, años o lo que me toque. Eso significó un cambio importante. De ahí, cada mañana que me levanto ni siquiera lo hago pensando que puede ser el último día, sino que es un día nuevo y dejé de pensar en cuándo esto se va a terminar para mí.
-Dijo que se estaba preocupando de generar recuerdos...
-Como persona pública -mis últimos 20 años los he vivido ligado al mundo público- tengo la responsabilidad de contar esto a otras personas que no lo han asumido de la misma manera y ha sido un trabajo tremendamente enriquecedor. Me he juntado con muchas personas, instituciones, grupos asociados a iglesia a contar mi testimonio de vida y he recibido mensajes tremendamente potentes de personas que después de ver esta entrevista enfrentaron sus propias situaciones de manera distinta. Yo tengo herramientas que he cultivado a través de mi vida que me han permitido enfrentar bien esto y cuando a través de una conversación, una persona que llevaba meses en cama se levanta y empieza a enfrentar cada día de manera distinta, me siento pagado, que lo que esto haciendo tiene sentido.
Yo ya pasé los seis meses. Espero ser el 0,01% que no se muere de esto y esa es la lucha que estoy dando. He hecho todo lo que ha estado a mi alcance para ayudar a mi recuperación.
El Sistema Táctico Operativo, Stop, es una estrategia para mejorar la coordinación entre Carabineros, el Ministerio Público y las autoridades locales, quienes revisan la actividad delictual para generar una acción policial más focalizada. Esta semana el Presidente promulgó la ley que lo institucionaliza, es decir, fija cantidad de reuniones mínimas y quiénes tienen que participar de ellas.
-¿Qué relevancia tiene la promulgación de la ley sobre el Stop?
-Desde 2018 que tenemos este sistema. No sólo revisamos la estadística, sino la manera en la que ocurren los delitos. Cuando podemos graficar eso, podemos estar en el lugar y el momento correcto para prevenir que ocurran de nuevo los mismos delitos. Cuando se denuncia poco quedamos ciegos ante la actividad delictual. Y cuando tenemos una cifra negra muy alta los esfuerzos que hacemos para focalizar tienen un mayor margen de error.
El delito también se combate con la prevención situacional, mejorando el entorno para que sea menos propicio para la comisión de delitos.
-¿El comercio ambulante es un tema que aborden?
-Tangencialmente. Metodológicamente, en el Stop hacemos seguimiento de 12 delitos en particular, que son los de mayor connotación social, y donde hay algunos vinculados al comercio ilegal se generan acciones, pero esto es materia de otras coordinaciones.
-¿En qué están puestos los ojos ahora? En las reuniones del Stop se iban priorizando delitos...
-En este momento, el único delito que ha presentado aumento durante el año es el homicidio, pero hay solamente un caso más que el año pasado, que representa un aumento de un 5% y se está trabajando fuertemente en los sectores donde han ocurrido estos delitos violentos contra las personas en mejorar la actividad preventiva a través de fiscalizaciones, patrullaje, y desde Intendencia, con el monitoreo a través de drones en sectores donde se observa actividad delictual asociada a la infracción a la ley de drogas.
Los drones funcionan hace un año.
-¿Esto ayuda?
-Muchísimo, sobre todo en la realización de operativos donde se hace irrupción de domicilios. Nos permite tener un panorama más amplio y certeza de las posibles rutas de escape, hacer seguimiento.