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Luego de 24 años lanzan single "La pausa"

La histórica banda de rock Holocausto se vuelve a reunir

Activa entre 1983 y 1996 regresan con su formación original, con la idea de lanzar un nuevo disco, el segundo después del debut en 1986.
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Por Oscar Tapia Torres

"El culpable de la vuelta de Holocausto es el periodista Rodrigo Pincheira por el libro 'Genealogía del rock penquista'. En el lanzamiento nos juntamos a tocar después de muchos años y se encendió la chispa, fue espectacular".

Las palabras del baterista Roberto "Gusano "Martínez apuntan a la presentación que realizaron el 23 de enero de 2020, dos meses antes de la pandemia.

La histórica banda de rock penquista se volvió a reunir después de 22 años sin pisar un escenario, y ya tienen en plan grabar un disco, para el cual han compuesto varias canciones.

Cuentan que mantienen el sello de la guitarra distorsionada de Rolando Cabrera junto a la batería de Roberto Martínez y la potente y particular voz de Marcelo "Poroto" Rodríguez. A ellos se les suman Felipe Baesler (bajo) y un joven quinto integrante, Felipe Muscat. "Es un honor tocar con ellos, porque son grandes músicos y personas", señala el también batero de 24 años, quien asume las baquetas cuando Martínez no puede viajar desde Santiago.

En pandemia se han mantenido haciendo canciones, de las cuales cinco están en plataformas digitales. Una es "La pausa", que, incluso, cuenta con un video de YouTube. "La reina de la noche", "Desde la esquina", "Chernobyl" y "El rebelde" completan la lista de nuevos cortes para la placa.

"A pesar de que nos mató el impulso, también nos dio la oportunidad de componer y tomarlo con calma", indica Felipe Baesler sobre el efecto pandemia, esperando que una vez que termine puedan hacer presentaciones en vivo.

La agrupación que renace para traer de vuelta el rock que distingue a Concepción cuenta con hitos de gran calibre y grandes presentaciones en su pasado que la convierten en una banda clásica.

Tiempos de cassette

En 1985 se gestó uno de los hitos más importantes en la historia del cuarteto, a tres años de su conformación.

Rolando Cabrera relata sus constantes presentaciones en locales de Jaime Tallard, el cual tenía buenos contactos con la discográfica RCA Records. "Ahí donde estaba el Cine Cervantes, que se llamaba Gatsby, y también la discotheque Nervios, que era como nuestra casa (perteneciente a Sergio Cicheros). Una vez ahí nos vio Nito Mestre (voz de Sui Generis) y nos recomendó con su sello", cuenta el músico, en referencia a la grabación del disco debut un 21 de mayo de 1986.

-Cómo gestaron aquel trabajo (ocho temas) y qué efectos trajo a la banda.

-(Rolando Cabrera) El cassette (homónimo) lo grabamos en tres días casi durmiendo en el estudio. Trabajamos desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche. El técnico de grabación era Roberto Lizarsaburu, para mí el mejor guitarrista de la época, nos felicitó (...) Nos decía "cabros, ustedes son tremendos, nosotros con la banda Metro ensayamos nota por nota y ustedes tocan como bestias. Eso no pueden perderlo, se llama "ángel". Nuestras canciones tenían harta onda. Fuimos los primeros en grabar un disco de Concepción y más encima para un sello grande como RCA.

Con miguel mateos

Dos años más tarde, el 22 de mayo de 1988, se daría otro momento recordado por la banda.

Aquel domingo se iba a presentar Miguel Mateos en La Tortuga de Talcahuano. El telonero elegido para la ocasión era Holocausto debido a que compartían el mismo sello, pero las cosas no fueron tan fáciles para los rockeros penquistas. La productora que realizó el evento, EMI, quería que Viena fuera el grupo que abriera el show, lo cual no lograron gracias al argentino.

"Como no lograron poner a su banda como telonera, la instrucción era arruinar nuestra presentación. El cantante que teníamos en esa época, Claudio Rosas ("El Potro"), fue a hablar con Miguel y le contó la situación (…) Finalmente tomó la decisión de que su equipo de sonidistas trabajara para nosotros y que su misma esposa nos hiciera las luces, además de prestarnos algunos de sus instrumentos y no dejar que ningún sonidista chileno se acercará a la mesa de audio", recuerda Martínez, agregando que el argentino fue muy caballero con ellos.

"Eso nunca lo olvidaremos", dicen a coro, a través de la reunión vía Zoom. "Subimos al escenario con las luces apagadas y empezamos a tocar notas al aire, no se veía nada y de repente aparecimos nosotros con nuestro tema 'Bienvenida", que tiene harto power, toda la gente se levantó, se dieron cuenta de que no era Miguel Mateos, pero ya estaban arriba. Cuando terminamos nos pidieron otra, eso nadie se lo esperaba", apunta el guitarrista, señalando que Holocausto fue una banda de culto desde entonces.

- Y dos décadas después, ¿cómo se observan en la escena musical?

- (Felipe Muscat) Holocausto es una banda que toca hard rock sencillo y puro, los riffs, la batería y las líneas de bajo tienen un sonido áspero y grueso. Eso es difícil de encontrar en Concepción en la actualidad. Hoy se concentran más en otros estilos, más británicos y centrados en guitarras con poca distorsión.

Comentario de literatura

Tulio Mendoza Belio: los cuentos del poeta

Un acercamiento a su obra a propósito de sus más recientes libros publicados, uno de cuentos y otro de poesía.
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Por Patricio Schwaner Saldías

El poeta, escritor y académico, Tulio Mendoza Belio (Rancagua, 1957), acaba de publicar dos nuevos libros apoyados por el concurso del Fondo Nacional del Libro y la Lectura: "Monedas/Miradas" (poemas) y "En un abrir y cerrar de ojos (cuentos), ambos bajo Ediciones Etcétera. "Monedas/Miradas" había obtenido, además, la beca de creación literaria 2015 de este fondo.

Para los que hemos seguido al autor, no sorprende que se maneje con propiedad en los géneros que le apasionan: poemas, microcuento, cuento, novela, ensayo. Ha comenzado a escribir una obra de teatro que ya dará a conocer. Me interesa comentar cómo se hace presente la poesía en la narrativa autoral.

Fue el escritor mexicano Carlos Fuentes, uno de los representantes del "Boom latinoamericano", quien señaló la importancia que tuvo para ellos la poesía de la vanguardia hispana y la deuda que tenían con Neruda, Huidobro, Vallejo y Villaurrutia.

Recibieron la maestría en el manejo de la lengua y se alimentaron de sus secretos. Traigo a colación esta idea para situar la escritura de Tulio Mendoza Belio como la de un poeta que irradia su escritura en su condición de tal. Con esto interpreto que la poesía también puede estar en la narrativa y que no habría una separación tajante e insalvable.

No hablo de los poemas en prosa. Por ejemplo, María Luisa Bombal se percibía a sí misma como poeta, pese a no haber escrito en verso: "Yo creo que, en el fondo, soy poeta, mi caso es el del poeta que escribe prosa". Mendoza sería un poeta que también está ahí.

En complicidad

"En un abrir y cerrar de ojos", es su más reciente libro de cuentos, 11 textos en 96 páginas, entre ellos "Para una dama de otro tiempo", lograda creación que dialoga con "Carta a una señorita en París", de Julio Cortázar, y que obtuvo el segundo lugar, en 2020, en el concurso literario nacional "Stella Corvalán" de la Municipalidad de Talca.

El periodista Sebastián Grant señala que "hay musicalidad y teatralidad" en los cuentos de Tulio Mendoza Belio. Según el escritor: "... la poesía me da esos elementos que forman parte de mi prosa y mis poemas también tienen un carácter narrativo con rasgos coloquiales. Lo teatral, la ceremonia, diría yo, es una manifestación del erotismo que cruza toda mi obra como una pulsión de vida. El desafío es que se perciba como algo natural".

Lo interesante en este ejercicio es su carácter intertextual, el diálogo con otros textos, y el juego con el espacio-tiempo. No hay angustia por las influencias, más bien, una voluntad cómplice hecha de guiños, homenajes, inteligencia y emotividad expresiva. Borges, Cortázar, Poe, Kawabata, Marguerite Duras, Piglia, se intuyen ya asimilados y, por lo tanto, asumidos en una adecuada transformación creativa, en el propio decir de Mendoza Belio. La ficción se acerca al género policíaco, al misterio, a lo real maravilloso, a lo surrealista, a lo fantástico.

Como también afirma Grant, Mendoza está "haciendo literatura y no meros relatos". Implica escribir metapoéticamente, es decir, volcando la escritura hacia ella para construir desde allí, desde esa conciencia de los posibles mecanismos escriturales, unos textos que van siempre más allá.

En ello reside el misterio, el encanto y la perspectiva de los temas abordados que son el amor, la muerte, la soledad, el paso del tiempo, la tristeza de la pérdida, la vejez y el erotismo en una amplia acepción que es mucho más que sexualidad transfigurada por la imaginación y la cultura.

Mendoza Belio amplía estos sentidos al agregar que: "Evidentemente, lo literario, la literariedad como decía Roman Jakobson, es algo fundamental para distinguir un texto de otro. No son meros relatos, son cuentos (no todo relato es un cuento); el cuento tiene un mecanismo interno que no es algo fijo. Lo demuestran estos 19 cuentos míos en los cuales hay diferentes modos de escribirlos y, tal como nos enseñó el gran Julio Cortázar, cuando para explicar los resortes internos del género, compara el cuento con la fotografía y la novela con el cine. El cuento parte del concepto de límite.

Por eso escribo ese metacuento, "El último round de Pancho Fonseca", en el que antes de entrar al tema propio del texto que el lector va a leer, éste debe saber lo que el escritor piensa de la escritura de cuentos".

Por otra parte, en su libro "En un abrir y cerrar de ojos", encontramos "El anochecer detenido", una pieza que extrema en la narración misma no solo la construcción del cuento, sino también la recepción del público.

Respecto al libro de poemas "Monedas/Miradas" y su relación con la narrativa del autor, nos servirán las propias palabras que Tulio Mendoza Belio escribe como prólogo a su obra: "En lo que dice relación con la escritura poética, se trabaja el carácter visual emparentado con el cine y la pintura. La sugerencia es narrativa, descriptiva, lírica y todo ello culmina en una sensación de asombro reflexivo. Para hacer una analogía con la música, decir que es una escritura 'de cámara' y no 'sinfónica'".

Esto es lo que apreciamos cuando leemos sus cuentos, incluso, sus artículos, prólogos, conferencias, en fin, en su prosa. Siempre el notable manejo de la lengua, la inteligencia y lo emotivo en la perspectiva de sus historias. El carácter intertextual y culturalista de su escritura, no solo como un saber enciclopédico, sino más bien como una manifestación del erotismo. Lo sugerente, la connotación y complicidad con el lector.