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Complementa que aunque se ha avanzado en la vacunación, todavía hay personas que se enferman y algunas incluso fallecen producto de complicaciones por covid. Todo eso, indica, genera incertidumbre entre los apoderados, quienes, en su mayoría, no quieren enviar a sus hijos a los colegios.
"Hay apoderados que prefieren que sus hijos repitan antes que enviarlos a clases. Prefieren que se queden en casa, seguros. El regreso el segundo semestre es imposible", afirma.
Añade que esta modalidad híbrida, con un grupo de estudiantes en la sala de clases y el resto conectado desde sus casas, ha generado más presión en los profesores. Esto ha hecho que algunos apoderados hayan dejado de enviar a sus hijos para que los docentes sólo hagan las clases online.
"La presión la recibe el establecimiento más que el apoderado. Muchas mamás se dieron cuenta que las clases híbridas no funcionan, porque no todas las salas tienen cámaras o hay problemas de internet, entonces el profesor tiene que repetir las clases", comenta.
Esto es ratificado por el presidente regional del Colegio de Profesores, Jorge Barriga, que dice que "ya existe un enorme agobio laboral, esto empeorará mucho más, pues la inmensa mayoría de los apoderados ha dicho que no enviarán a sus hijos e hijas, eso quiere decir que tendremos que hacer clases presenciales y virtuales".
Momento oportuno
Para el secretario ejecutivo de la Amrbb, es complejo armar grupos en recintos que, en promedio, tienen sobre 40 alumnos por curso. Agrega que un regreso más masivo está condicionado a una disminución drástica en los contagios, lo que no se vislumbra por el momento. Medidas como el pase de movilidad no contribuyen a este fin, asevera.
Esta visión es compartida por Ana María Moraga, jefa de la carrera de Medicina de la Universidad de Concepción e integrante del grupo ICovid Chile. La epidemióloga expone que por ello es imposible fijar una fecha para el regreso a clases total, pues la decisión se debe tomar con base a indicadores como la incidencia de casos cada 100 mil habitantes, el porcentaje de ocupación de camas críticas y el avance de la vacunación.
"No es una fecha, sino una situación epidemiológica y de infraestructura de cada colegio. Quizás vamos a tener colegios que no lo puedan hacer, por tanto, las decisiones tienen que ser locales y de cada establecimiento. La vida de los niños son un valor que hay que cuidar", afirma.
Otro elemento que hay que considerar, según Moraga, es que viene una época invernal y hay una mayor movilidad, por lo que es probable que empiecen a circular otros virus respiratorios, lo que incidirá en el aumento de la demanda de hospitalización.
"En la medida que retornemos al colegio va a haber una mayor necesidad de camas. Podremos aumentar la movilidad de los niños cuando tengamos asegurados cupos de camas críticas en hospitales y cuando sepamos que quienes rodean a estos niños ya tendrán sus dos dosis (de la vacuna)", complementa.
En la Asociación de Municipios de la Región del Biobío está la misma inquietud. Milton Henríquez recuerda que hay comunas donde gran parte del alumnado viene de otras zonas y que esos traslados aumentarán exponencialmente la movilidad, por tanto, se suman a la idea de que un retorno masivo debe estar condicionado a una baja drástica de contagios.
Los profesores
En el colegio de Profesores están conscientes del impacto que las clases remotas tienen en el proceso educativo. "Todos los estudiantes del mundo sufrirán un daño importante en sus aprendizajes, qué duda cabe de eso. Hay una frase que tenemos como organización: 'Nada es más importante que la salud y la vida de las comunidades educativas' y en eso no nos perdemos. Sí queremos volver a la presencialidad, pero con una pandemia controlada y no con esta falsa normalidad que intentar demostrar el señor Figueroa", plantea Jorge Barriga, presidente de la organización gremial en Biobío.
Además, cuenta que los recursos destinados para implementar las clases en línea han sido insuficientes, lo que implica que hay estudiantes que carecen de conexión a internet o de algún aparato para acceder a los contenidos.
Sobre el panorama regional, según el dirigente existe un número importante de comunas donde los sostenedores han postergado la presencialidad hasta que existan verdaderas condicionales sanitarias. Como ejemplo, cita las comunas de Talcahuano, Penco, Los Ángeles, Cabrero, Lebu, Curanilahue, Arauco, Coronel y Tirúa.
Advierte que una cosa es que estén abiertas las escuelas y otra, que estén asistiendo estudiantes.
Barriga opina que la aplicación de la vacuna Pfizer a menores de edad entre 12 y 16 años es una gran noticia, ya que contribuirá a reducir los riesgos de contagios.
"No hay nadie más que nosotros, los docentes, que queramos volver a las aulas, pero no estamos dispuestos a poner en peligro las vidas de las comunidades educativas por el capricho del ministro. No olvidemos que el señor Figueroa el año pasado propuso 5 o 6 veces volver a clases presenciales", comenta.
Sostenedores
El Servicio Local de Educación Andalién Sur administra a los recintos de las comunas de Concepción, Chiguayante, Florida y Hualqui. El director ejecutivo del organismo, Gonzalo Araneda, cuenta que en su organización el 70% de sus establecimientos educacionales está con clases presenciales. Esto implica que, en promedio, unos mil estudiantes (de un universo total de 17 mil) han concurrido a las aulas en las últimas tres semanas.
En el caso de los recintos que permanecen cerrados es porque están con reparaciones o son utilizados por el Ministerio de Salud como parte de la estrategia por la emergencia sanitaria, aunque reconoce que también hay colegios donde los docentes han manifestado su negativa a volver. En todos los casos se mantiene la modalidad virtual para la entrega de contenidos.
Recuerda que cuando se inició el año académico en marzo sólo alcanzaron a abrir un par de días, pues después se decretó cuarentena para el Gran Concepción. Esta condición se revirtió a inicios de mayo.
Según Araneda, han tenido una buena acogida por parte de los apoderados y eso es porque los colegios han socializado con sus apoderados las medidas implementadas para prevenir la transmisión del coronavirus.
"Nos interesa que los padres puedan participar activamente. Tenemos 60 establecimientos donde los apoderados están confiando y están mandando a sus hijos a clases", afirma.
Araneda dice que no hay una fecha clara de cuándo estarán las condiciones para acercarse a la realidad que había antes de la pandemia, pero al igual que otros actores educativos, considera que la masividad de la presencialidad está condicionada por las condiciones sanitarias y las medidas que disponga la autoridad sanitaria.
Por ahora la tarea es hacerse cargo de las falencias expuestas en el estudio de la Agencia de la Calidad, en la que participaron 65 establecimientos de Andalién Sur. "Ya sabemos cuáles son los elementos deficitarios, así que estos primeros meses de 2021 se están reforzando los contenidos para la restitución de saberes. Estamos trabajando en disminuir las brechas generadas en la pandemia", cierra.
Un estudio de la Agencia de la Calidad de la Educación mostró que los alumnos no alcanzaron los conocimientos mínimos para su nivel. En Andalién Sur están trabajando para reducir las brechas.