Entre el aprendizaje y la seguridad: el conflicto por el regreso a clases presenciales
Apoderados, Colegio de Profesores y expertos creen que es necesario reducir los contagios y aumentar la vacunación antes de pensar en abrir masivamente los colegios. Seremi de Educación remarca que este proceso es gradual y voluntario.
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Entre marzo y abril de este año, la Agencia de Calidad de la Educación realizó un diagnóstico integral de aprendizajes a 1,8 millones de estudiantes de 7 mil colegios de todo el país. El análisis mostró que a nivel académico, los estudiantes entre sexto básico y 4° medio no alcanzaron los conocimientos mínimos necesarios en lectura ni en matemáticas. A nivel socioemocional, 70% de los alumnos dijo tener dificultades para expresar sus emociones.
Con esos datos en mano, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, conminó a volver a clases presenciales, ya que hay algunos recintos que mantienen sólo la modalidad virtual. Sugirió que en el segundo semestre todos deberían tener este sistema e incluso que se podría condicionar la entrega de la subvención a quienes no se sumen.
De acuerdo al calendario escolar, este retorno sería el 2 de agosto, ya que las vacaciones de invierno están fijadas entre el 19 y el 30 de julio.
Según la Seremi de Educación, en la zona actualmente un 36% de los establecimientos funcionan con presencialidad, es decir, hay 420 recintos educativos con clases presenciales en alguna modalidad, de un universo de 1.276 que pueden abrir por encontrarse en fase 2 o superior del plan Paso a Paso.
En los centros de padres y en algunos municipios -quienes son los sostenedores de los recintos- las palabras del ministro Figueroa no cayeron bien. Ester Sáez, presidenta de la Asociación de Padres y Apoderados de Andalién Sur, menciona que todavía existe temor a que los estudiantes se contagien de covid-19 y que eso derive en alguna tragedia familiar. Añade que la mayoría de los colegios no cuentan con la infraestructura para que los niños y jóvenes estén seguros.
Milton Henríquez, secretario ejecutivo de la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío (Amrbb), indica que todos quieren retomar las clases en aula, pero que por lo pronto no están las condiciones para que esto se haga de forma segura.
El seremi de Educación, Felipe Vogel, comenta que por ahora no se han producido brotes en recintos educativos y que los contagios identificados vienen del exterior. Añade que en todos los casos se han adoptado las medidas sugeridas por el Ministerio de Salud y que no ha sido necesario cerrar los establecimientos.
Suma que cada recinto cuenta con su plan de regreso, por lo que se han tomado medidas para minimizar los riesgos.
Esto se complementa con el comité asesor, que ya ha realizado nueve sesiones. Se ha abordado la urgencia de volver a clases y cómo esto puede hacerse de forma segura. Vogel señala que participan diversos actores, entre ellos los profesores, a quienes se les ha remarcado que el retorno es un proceso gradual y flexible.
Modalidades
El año pasado el Ministerio de Educación solicitó a los sostenedores que cada establecimiento educacional elaborara un plan para el regreso presencial a clases. Esto, en relación a su propia realidad, que considera elementos como la infraestructura o la cantidad de estudiantes.
El seremi Felipe Vogel detalla que las opciones para cumplir con los aforos son múltiples y van desde recintos que hacen clases presenciales sólo de los ramos priorizados curricularmente hasta aquellos que dictan todas las materias.
En todos, sin embargo, se deben respetar los aforos, lo que implica que la asistencia a los colegios es por grupos y que existen protocolos de seguridad para quienes concurren, como el uso de mascarilla y alcohol gel o la sanitización permanente de las aulas.
"El proceso de retorno a clases es gradual, flexible y voluntario. Las familias son las que toman la decisión de enviar a sus hijos a clases o no", expone. Añade que esas son las instrucciones que tienen hasta el momento, pese a las declaraciones del ministro.
El trabajo que se ha hecho es informar a las familias para generar la confianza que se requiere para participar de la presencialidad, dice.
Según Milton Henríquez, de la Asociación de Municipios, el problema del proceso es que los sostenedores no tuvieron retroalimentación del ministerio respecto a los planes de retorno seguro que presentaron a fines de 2020, por tanto, temen que alguno tenga fallas y pueda propiciar los contagios, como temen los apoderados.
Jorge Barriga, presidente regional del Colegio de Profesores, indica que "nos hemos reunido con directivas de apoderados de toda la Región y de forma unánime nos han dicho que no están de acuerdo con la presencialidad sin una pandemia controlada".
Reconoce que no tiene cifras respecto a la cantidad de establecimientos con presencialidad, pero comenta que la mayoría son colegios y jardines particulares que desde el inicio de la pandemia han querido abrir, ya que tienen apoderados que no han querido cancelar las mensualidades. "Entonces, fácilmente podemos deducir que existe una necesidad económica en este regreso a clases presenciales en vez de una genuina preocupación por el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes", asegura.
Condiciones y dudas
Ester Sáez plantea que es difícil que las condiciones mejoren para el regreso presencial masivo el segundo semestre. Dice que hay establecimientos que ni siquiera cuentan con calefacción para que los estudiantes no pasen frío este invierno. Menos, expone, podrán adaptarse para evitar la propagación del coronavirus.
El ministro Raúl Figueroa espera que todos los colegios tengan la modalidad presencial a partir del 2 de agosto, cuando comienza el segundo semestre, según el calendario escolar.