Secciones

  • Portada
  • Opinión
  • Actualidad
  • Nacional
  • Economía y empresas
  • Tendencias
  • Deportes
  • Clasificados
  • Defunciones
  • Página del lector
  • Espectáculos
Estudio se publicó en prestigiosa revista

Dejar de ser nómadas impulsó el primer gran salto demográfico de la humanidad

El crecimiento de la población no se debió a migraciones, sino que a la capacidad de las personas para establecerse en un único lugar, plantean científicos.
E-mail Compartir

Por Agencias

Las últimas poblaciones de cazadores-recolectores de la Prehistoria vivieron una explosión demográfica sin precedentes hace unos 14.500 años en Oriente Próximo que no tuvo que ver con ninguna migración, como se pensaba, sino con el mismo hecho de que se fueron haciendo sedentarias según avanzaban hacia el gran invento que lo iba a cambiar todo: la agricultura.

La revista "Scientific Reports", del grupo "Nature", publicó el resultado de un trabajo liderado por investigadores de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en las Islas Canarias, y Durham (Reino Unido) en cinco yacimientos arqueológicos de Jordania, Siria e Israel, claves para comprender cómo comenzó el Neolítico y, de paso, cómo ocurrió una de los grandes logros en la historia de la Humanidad: la capacidad de producir alimentos, sin depender de la caza o de la recogida de frutas y vegetales silvestres.

Es precisamente en esa zona, en el Valle y los Altos del Jordán, el llamado Levante Mediterráneo, donde los estudios más aceptados por la comunidad científica sitúan a los primeros "sapiens" que fueron capaces de domesticar las plantas y los animales de los que se alimentaban para transformarse en agricultores y ganaderos.

LA TRANSICIÓN

Esta investigación indaga en ese contexto de la Prehistoria con una técnica que le permite determinar si quienes protagonizaron todos esos cambios eran nativos de esa zona de Oriente Próximo o, por el contrario, habían emigrado allí desde otros lugares.

El investigador principal del trabajo, Jonathan Santana, miembro de los departamentos de Arqueología de la Universidad de Durham y Ciencias Históricas de la ULPGC, explicó que han podido determinar que en esa transición entre el Paleolítico y el Neolítico se observan dos fenómenos diferentes en esos yacimientos.

Hay un primer período, hace entre 14.500 y 11.500 años, en el que se aprecian signos claros de que el Jordán se ha convertido en una suerte de refugio de poblaciones de distinto origen que llegan allí empujadas por un cambio climático importante: el final de la última glaciación y el comienzo de una era mucho más cálida y húmeda que conecta con el Holoceno (la etapa en la que sigue hoy la Tierra).

Después, en los yacimientos de hace 10.300 a 8.000 años, se comprueba que la población crece, pero apenas se detectan individuos llegados de fuera, sino que prácticamente todos son "locales".

LUGAREÑO O INMIGRANTE

¿Cómo saber si un esqueleto de miles de años de antigüedad recuperado de un yacimiento de Siria, o de Jordania, pertenece a un "lugareño" o a un "inmigrante"? Los autores lo deducen gracias a un isótopo del estroncio, un elemento presente en el agua y en múltiples alimentos que tiene marcadores diferentes según los lugares, porque está directamente ligado a la geología de la zona.

"La huella de lo que hemos comido mientras crecemos queda grabada en el esmalte dental. Hoy ingerimos alimentos de muy diversos lugares, pero en la Prehistoria no era así. La gente conseguía los alimentos de su entorno más cercano", detalló Santana.

67 INDIVIDUOS

El estudio que realizó este equipo en los yacimientos de Ain Mallaha, Besisamoun, Tell Qarassa, Kharaysin y Ain Ghazal involucra a 67 individuos que van desde el final del período Natufiense al inicio del Neolítico (el llamado Neolítico precerámico), una cifra que lo convierte en uno de los más amplios de cuantos se han llevado a cabo para poblaciones de esas etapas en Oriente Próximo.

Sus descubrimientos apuntan más allá del origen local o foráneo de los poblares: revelan un crecimiento demográfico que, además, viene acompañado de la aparición en los yacimientos de estructuras nuevas (y cada vez más abundantes), como viviendas más grandes y de planta rectangular o de cementerios dentro de los asentamientos.

La conclusión apunta a que el creciente apego por la tierra que los rodeaba de poblaciones que en origen eran cazadoras-recolectoras nómadas -es decir, su sedenterización- favoreció una revolución demográfica sin precedentes, en la que influyeron otros factores como los primeros éxitos en el proceso para domesticar los cereales.

LOS CEREALES

La selección genética que el hombre hizo en aquellas fechas de los cereales provocó un cambio de las plantas del que aún hoy nos beneficiamos, explicó Santana: al cereal silvestre se le cae el grano muy pronto, con frecuencia antes de que madure; el cereal domesticado lo mantiene en la espiga hasta el momento en que es recolectado, lo que permite cultivarlo y cosecharlo ya maduro.

Ello también pudo influir en la demografía, y no solo de la forma lo más evidente, como es garantizar una alimentación estable y almacenable. "El consumo de cereales eleva la fertilidad en las mujeres", dijo Santana, y no tener que desplazarse de forma constante de territorio en territorio detrás de las presas o en busca de frutas silvestres, añadió, ayuda a que crezca la prole y permite cuidar de ella.

Su tesis podría resumirse en que, en ese momento de la Prehistoria, el sedentarismo estableció las bases en Oriente Próximo de uno de los grandes saltos tecnológicos y culturales de la Humanidad: la agricultura y ganadería, que comenzaron a liberar al hombre de los caprichos de la naturaleza.

Servicios de inteligencia de EE.UU. dicen no haber hallado evidencia de actividad extraterrestre

E-mail Compartir

La inteligencia estadounidense no ha encontrado evidencias de que los fenómenos aéreos presenciados por los pilotos de la marina en los últimos años sean naves espaciales extraterrestres.

No obstante, estos servicios de espionaje aún no pueden explicar los movimientos inusuales avistados que han desconcertado a los científicos y al ejército estadounidense, según The New York Times, que cita como fuente a altos funcionarios de la administración.

El documento determina que una gran mayoría de los más de 120 incidentes ocurridos en las últimas dos décadas no tuvieron como origen el ejército estadounidense ni otra tecnología avanzada del Gobierno, dijeron funcionarios.

Esa conclusión parece descartar la posibilidad de que los pilotos de la marina que informaron de avistamientos que no tenían explicación pudieran haberse topado con programas que el gobierno pretendía mantener en secreto.

Este hecho es el único hallazgo concluyente del informe de inteligencia clasificado, que será presentado en el Congreso el próximo 25 de junio, dijeron los funcionarios.

Las fuentes admitieron que la ambigüedad de los hallazgos significaba que el gobierno no podía descartar definitivamente las teorías de que algún fenómeno observado por pilotos militares podría ser una nave espacial extraterrestre.

Opinión

Medio ambiente, economía circular y sustentabilidad

E-mail Compartir

Una particularidad de este Día Mundial del Medio Ambiente es que marcará el inicio del decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, que se suma al objetivo permanente de crear conciencia e impulsar cambios en la política ambiental nacional e internacional sobre los problemas que enfrenta nuestro entorno.

En nuestro país se han aprobado recientemente nuevas políticas que apuntan a disminuir la contaminación, tales como la restricción de plásticos de un solo uso y la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP), mientras que se está trabajando en la actualización de la norma de emisión para residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales (Decreto Supremo 90).

Adicionalmente, se ha propuesto una hoja de ruta para avanzar hacia una economía circular 2020-2040, bajo un modelo de producción y consumo, cuyo propósito es proteger el medio ambiente y promover el desarrollo sostenible. Este modelo busca reemplazar el paradigma "lineal" actual por un modelo de "ciclo cerrado", que minimiza la pérdida de materiales y energía en virtud de su reutilización, reciclaje y recuperación en las cadenas de producción, distribución y consumo.

Lo anterior representa un desafío donde la investigación y la innovación tienen un rol central para que los procesos sean cada vez más eficientes y sostenibles. Sin embargo, como consumidores tenemos la principal responsabilidad de modificar nuestros patrones de consumo y optar por productos amigables con el medio ambiente.

Otro progreso significativo es la aplicación de políticas públicas que apuntan a proteger, recuperar y conservar los ecosistemas, como el Plan Nacional para la Protección de Humedales, los programas de recuperación de especies vulnerables o en peligro y el compromiso de Chile al manejo sustentable y recuperación de 200.000 hectáreas de bosques nativos a 2030, como medida que surge del acuerdo de Paris 2015.

No obstante, también se requiere desincentivar la tala ilegal, y para ello es imprescindible aumentar la fiscalización y que las condenas conlleven la obligación de reparar el daño producido.

En el Biobío han surgido iniciativas ciudadanas o de tipo publico privado que buscan restaurar los ecosistemas lacustres. Gracias a la Ley 21.202, en la región actualmente contamos con diez humedales protegidos, que han sido propuestos a nivel de municipios y Ministerio de Medio Ambiente, además de los siete humedales considerados en el Plan Nacional.

Sin embargo, existe mucho por avanzar. Nuestro patrimonio natural como lagunas, bosques y humedales nos proporcionan servicios ecosistémicos de gran valor para la sociedad, ya que provisionan de agua dulce a las napas subterráneas, proveen de alimentos, previenen las inundaciones, además de brindar de un hermoso paisaje recreacional.

En síntesis, resulta importante que todos estos actores se unan con el objetivo común de avanzar hacia un desarrollo económico más sustentable, que use eficientemente los recursos naturales, disminuya los residuos, proteja el medioambiente y mantenga el bienestar social.

Tenemos una década para cumplir con los objetivos planteados por las Naciones Unidas en la restauración de nuestros ecosistemas y para producir un impacto positivo frente al cambio climático. El tiempo corre.

Dra. Dariela Núñez Bernal, investigadora Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa)