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Instituto Teletón de San Pedro de la Paz volcó su actividad a la virtualidad para continuar atenciones

La tecnología como complemento para la rehabilitación física

Hace un año, el 100% de las atenciones eran por internet. Ahora han retomado el 60% de las consultas presenciales. Una familia cuenta cómo ha sido el trabajo por videollamadas y en sus propias casas.
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alma.canales@diarioelsur.cl

La pandemia generó restricciones de distinto tipo. Las cuarentenas y los cordones sanitarios obligaron a la gente a quedarse en sus casas, pero eso no mermó la demanda por terapias en el Instituto Teletón de San Pedro de la Paz.

"En un año normal, sin emergencia sanitaria, tenemos cerca de 300 ingresos nuevos en un año. El año pasado tuvimos sobre 300 primeras consultas", grafica Jaime Valdés, jefe de kinesiología del centro sampedrino.

Eso obligó a la institución a adaptarse conforme pasaba el tiempo y ya este año están mucho más armados. La fisiatra Lorena Llorente, directora del Instituto Teletón en San Pedro de la Paz, lo grafica así: "El 2020 fue un año de mucha incertidumbre. Este 2021 es más predecible".

La profesional cuenta que lo más complejo fue marzo y abril del año pasado, porque se suspendieron las atenciones, pues la comuna estuvo con cordón sanitario. Fue el primero que se instaló en la Región. Rápidamente, dice, se adaptaron. Fortalecieron el programa de telerrehabilitación y lo complementaron con atención virtual o telefónica, según el caso.

Actualmente, explica, han retomado el 60% de sus atenciones presenciales, las que se llevan a cabo de lunes a viernes entre las 9 y las 17 horas, un horario un poco más acotado que el habitual. Llorente asegura que de todas formas la cobertura es del 100% de sus 3 mil 522 pacientes. Todos ellos están recibiendo, por distintos canales, la atención que requieren para mejorar su condición.

Catalina es una de ellos. La pequeña tiene un año y cinco meses y gracias a la teleatención recibida ya puede pararse sola y dar algunos pasos afirmada en los muebles. Sabe gatear y ha mejorado su movilidad.

La pequeña, al igual que los otros pacientes, pudo mantener su tratamiento, lo que, pese a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia, ha permitido mejorar su condición.

En el instituto ya están más adaptados. Han hecho turnos, siguen el protocolo para prevenir el covid-19. Lorena Llorente cuenta, orgullosa, que no tienen contagios en el instituto. Ahora están planificando como ir avanzando hacia el 100% de presencialidad que, de todas formas, dependerá de la situación sanitaria de la comuna y del país.

Evolución

San Pedro de la Paz fue la primera comuna en sufrir las complicaciones de la pandemia. El 25 de marzo de 2020 se instauró un cordón sanitario que dejó aislados a sus habitantes hasta el 21 de abril. La idea era contener los contagios de covid-19 que empezaron a proliferar luego de un brote asociado a un culto evangélico de Boca Sur. Para entrar o salir se requerían permisos especiales para cruzar los controles. La ciudad prácticamente se detuvo y con ello, el funcionamiento del Instituto Teletón, ubicado en la villa San Pedro.

"Entre marzo y abril del año pasado fue nuestro peor momento. No estábamos preparados para eso", reconoce Lorena Llorente, directora del centro. Las atenciones tuvieron que suspenderse y rápidamente empezaron a ver las alternativas que tenían para seguir prestando el servicio a sus miles de pacientes.

Todo se portó a teletrabajo, una vez que el Ministerio de Salud dictó una resolución que autorizaba a hacer este cambio. Se entregaron tablets a los funcionarios para que pudieran comunicarse con los usuarios, quienes también recibieron equipos, y se acordaron nuevas formas de seguir brindando las atenciones. Así estuvieron unos cuatro meses.

Aun así, menciona Llorente, un 10% de las atenciones siguieron siendo presenciales, pero en casos muy puntuales, como la entrega de sillas de ruedas y la fabricación y entrega de órtesis (prótesis). También entran en esta categoría los diagnósticos de pacientes que acudían por primera vez.

Ya en septiembre lograron avanzar hacia un 20% de presencialidad, donde se retomaron algunas cirugías y ahora van cerca del 60%. Lo más atrasado, explica, son justamente las operaciones, donde ha crecido la lista de espera. Pero siguen trabajando para cumplir con todas las atenciones, afirma Llorente.

Beneficiados

Ada Mas esperaba gemelas. Sus primeros hijos. Todo iba bien hasta la semana 32. Tuvieron que hacerle una cesárea de emergencia. Sólo sobrevivió una de sus pequeñas, Constanza, quien pasó tres meses internada en el Hospital Regional. Le hicieron 21 intervenciones, entre ellas una operación al corazón. Pese a las complicaciones, logró salir adelante y fue dada de alta.

La pequeña Coni, como le dicen con cariño, se fue con sus papás a Coronel, donde viven. Durante las evaluaciones que le fueron haciendo a la bebé, el neurólogo que los vio en el Hospital Regional les recomendó acudir a la Teletón, pues su pequeña presentaba hipotonía, que es tonicidad muscular débil. Por ende, iba a presentar algunos problemas, la mayoría asociados a la movilidad, así que iba a requerir ayuda.

En marzo del año pasado concurrió con su familia al instituto en San Pedro de la Paz. La niña tenía entre seis y siete meses. Evaluaron a Coni, armaron un plan de trabajo y le entregaron una tablet para hacerle seguimiento.

Jaime Valdés, jefe de kinesiología del Instituto en San Pedro, plantea que lo positivo de esto es que a través de las videollamadas pueden evaluar el espacio real en el que trabajan las familias.

"Lo favorable es que nos permite ver las condiciones reales de la familia, lo que nos da la opción de darles mejores sugerencias para aprovechar el espacio y realizar los ejercicios", indica.

Para ayudar a Constanza, Ada y su marido habilitaron el comedor como gimnasio. Ahí tienen la colchoneta y los juguetes que requieren para hacer los ejercicios. "El colchón nos lo dieron en Teletón y nos han guiado sobre qué tipo de juguetes son mejores para la Coni", detalla.

El jefe de kinesiología de la Teletón cuenta que existen varias alternativas para apoyar la terapia. Lo primero, sí o sí, es hacer una evaluación presencial. Esta se agenda con la mayor cantidad posible de profesionales, para aprovechar el viaje. Allí se ve qué requiere el paciente y se arma el plan de trabajo.

Una de las estrategias utilizadas es la telerrehabilitación. "Esto existe de antes de la pandemia, está hace unos tres años. Son programas que duran unas seis semanas. La familia accede a una plataforma donde hay videos con pautas de ejercicio. Esto tuvimos que potenciarlo", afirma.

Para asegurar el acceso, el instituto repartió 60 tablets a los pacientes.

Otra forma de brindar tratamiento es la teleatención, que se hace a través de videollamadas. Las tablets cuentan con plan de datos, para sortear problemas de conectividad, asevera Valdés.

Atención presencial

Una de las cosas que ha ayudado a evitar los contagios es la ampliación que se hizo el año 2018 del instituto. Justo durante el denominado estallido social se inauguró el nuevo recinto de 1.300 metros cuadrados, el doble de lo que tenían habitualmente.

Esto, asegura Lorena Llorente, les ha permitido manejar los aforos, pues cuentan con un gimnasio techado, salas multiuso, sala de espera de pacientes, áreas de administración, de casino y cocina, salas de reuniones, servicios higiénicos y zona de bodegas.

El kinesiólogo Jaime Valdés remarca que antes de la pandemia ellos tenían protocolos de higiene, como el lavado constante de manos. Esto ahora se reforzó con el uso de elementos de protección personal, que incluye pecheras desechables, y el manejo de aforos. Los implementos se utilizan por paciente y los espacios son sanitizados antes de ser usados por otra familia.

La directora del instituto sampedrino, Lorena Llorente, dice que a medida que se levanten las restricciones avanzarán hacia el 100% de atención presencial, como antes. Por ahora, a Ada Mas le acomoda el sistema remoto, pues su pequeña Coni tiene sus defensas bajas, así que debe mantenerse aislada. Y, aunque la terapia la han trabajado a través de la pantalla, su hija ha logrado avanzar en su desarrollo.

El recinto sampedrino fue inaugurado en julio de 1981. En 2018 se inició su remodelación para ampliar los espacios. Actualmente tiene 1.300 metros cuadrados.