El dramático presente de la pandemia
Un punto de inflexión es el que esta semana ha marcado la pandemia por el covid-19 en la Región del Biobío. La preocupación por el alza de casos ha dado paso a una inquietud todavía mayor, sobre todo porque -lamentablemente- de nuevo se han roto todos los peaks previos y se ha llegado, en la jornada del viernes último, a la impresionante suma de 960 nuevos contagios diarios y más de 80 mil acumulados, a un año del inicio de la emergencia sanitaria en la zona. Aquellas cifras son el reflejo de que lo más inquietante aún puede estar por venir, como es el eventual colapso de la atención de salud y la imposibilidad de entregar un adecuado tratamiento a todos los que lo requieran.
¿Cuáles son los factores que explican esta situación? Un reportaje que se publica en la edición de EL SUR profundiza en la respuesta a esta interrogante y allí aparecen elementos claves, como los traslados y reuniones generadas por el periodo de vacaciones, la falsa seguridad que entregó el inicio del proceso de vacunación, así como la falta de educación en torno al correcto uso de los elementos de protección personal y, por supuesto, el desgaste de la ciudadanía debido a lo extenso de la crisis.
La extrema preocupación por el momento que vive Biobío quedó claramente expresada en las declaraciones de las autoridades recogidas ayer por nuestro Diario. En efecto, el intendente de Biobío, Patricio Kuhn, planteó que "estamos en una situación dramática. Este es nuestro peor momento, en todo lo que llevamos de pandemia. En lo que va de 2021, hemos aumentado significativamente el número de fiscalizaciones en relación al año pasado y se han duplicado los sumarios sanitarios. Sin embargo, eso no ha sido suficiente porque el número de contagios ha aumentado a niveles sin precedentes".
El seremi de Salud, Héctor Muñoz, aportó un antecedente todavía más preocupante. Dijo que "si bien hacemos el esfuerzo de testear, también las personas se están contagiando más, por eso las cifras van a seguir al alza en los próximos días y vamos a estar en una situación crítica las próximas dos semanas".
Naturalmente, en esta materia lo más preocupante es que el aumento de casos se traduce en la saturación de los sistemas de salud y especialmente de las camas críticas, las que en las últimas horas han funcionado al límite de su capacidad total en la zona y explican el porqué de los traslados a otras regiones y la urgente carrera por aumentar el número de plazas en Unidades de Cuidados Intensivos y Unidades de Tratamientos Intermedios.
Para una adecuada comprensión de lo que ocurre, se debe recordar que la problemática regional es también lo que se vive en otras varias partes del país y del mundo.
En efecto, a mediados de esta semana, la comunidad médica -integrada por una serie de colegios profesionales y organismos profesionales del país- buscó a través de un comunicado transmitir a la ciudadanía y a las autoridades el difícil momento epidemiológico y sanitario que atraviesa Chile.
Así, destacaron que más del 94% del total de camas de pacientes críticos se encontraban ocupadas, enfatizando que si bien existe un plan de expansión, este tiene capacidad limitada y se realiza un tremendo esfuerzo por parte del personal de salud para mantener la calidad de atención. "Vemos un aumento permanente en la cantidad de nuevos casos, a lo que se suma un escenario de mayor movilidad, modificaciones del plan Paso a Paso con apertura de casinos de juego, cines y restaurantes, y un futuro cambio estacional que nos obliga a estar preparados a implementar medidas con urgencia", plantearon.
Por ello, hicieron un llamado a la ciudadanía a fortalecer las medidas de precaución: distancia física, privilegiar espacios abiertos y ventilados, lavado de manos frecuente y uso correcto de mascarilla, mientras que instaron a las autoridades gubernamentales a tomar decisiones más estrictas, en particular en torno al plan Paso a Paso.
Un día después el Gobierno anunció el endurecimiento de las restricciones de movilidad, en especial en la Fase 2, las que rigen desde ayer. Estas incluyen la prohibición de realizar eventos con público, además del cierre de gimnasios y casinos en la etapa también conocida como de Transición. También se adelantó en una hora el inicio del toque de queda, que ahora parte a las 22 horas en todo el territorio nacional.
A nivel local, en tanto, con todas las comunas del Gran Concepción en cuarentena total, la principal preocupación es que se ha mantenido un nivel de movilidad alto, lo que no se condice con la condición sanitaria. Una situación que ha llevado a las autoridades a anunciar el aumento de las fiscalizaciones de los desplazamientos entre la capital regional y las comunas aledañas, con 11 puntos de control permanentes que exigirán los permisos a todo aquel que transite por esas vías. Una medida que debuta el lunes y, sin duda, tendrá como efecto indeseado el aumento de los tiempos de traslado.
Ante un escenario tan crítico, más allá de los negativos efectos que implica la restricción de la movilidad, es importante insistir en que se debe hacer un último y gran esfuerzo para que las cifras comiencen a disminuir, de la mano de una mayor conciencia ciudadana, medidas acordes al complejo escenario por parte del Gobierno y el efecto que se espera tener a mediano plazo del proceso de vacunación.
Las cifras conocidas en los últimos días son el reflejo de que lo más inquietante aún puede estar por venir, como es el eventual colapso de la atención de salud y la imposibilidad de entregar un adecuado tratamiento a todos los que lo requieran. Por eso, se requiere un mayor esfuerzo para revertir una tendencia que ha sido muy negativa especialmente en Biobío.