Myanmar: junta endurece represión de las protestas
Una nueva jornada de protestas en esa nación dejó al menos cinco fallecidos y 15 heridos, incluidos dos monjes budistas.
La junta militar de Myanmar mantuvo una fuerte represión de las protestas en su contra, durante una nueva jornada en que la acción de las fuerzas de seguridad ante los manifestantes en varias ciudades dejó al menos cinco muertos.
Según el portal Myanmar Now, ayer cuatro personas murieron en Mandalay, la segunda ciudad del país, después de que las fuerzas de seguridad disolvieran una manifestación utilizando munición real, mientras un manifestante murió en un hospital de la ciudad de Pyay.
Además, en Mandalay las fuerzas de seguridad hirieron a al menos 15 personas, incluidos monjes budistas que participaron en la manifestación.
"Estamos perdiendo más vidas hoy. Ataques sin sentido y desalmados de los militares que tratan de disminuir el poder del pueblo", reclamó la Red para la Documentación de los Derechos Humanos en Myanmar.
VIOLENTA JORNADA
Las cinco muertes se produjeron en una nueva jornada de protestas masivas por todo el país contra el golpe de Estado militar del pasado 1 de febrero y tras una noche trágica en Rangún, la ciudad más poblada, con al menos tres fallecidos en dos manifestaciones.
Según el portal DVB News, dos personas murieron cuando la policía abrió fuego contra la muchedumbre que se había congregado frente a una comisaría del distrito de Tharketa, en la antigua capital, para pedir la liberación de tres jóvenes detenidos.
En otra manifestación en el distrito Hlaing de Rangún un estudiante de 18 años falleció de un disparo en la cabeza en una confrontación con la policía, según confirmó el padre de la víctima. La policía ha matado a decenas de manifestantes con disparos en la cabeza.
Tras la violenta jornada, en la noche de ayer cientos de personas se congregaron bajo la luz de las velas en Rangún.
La jornada tuvo un valor simbólico para el movimiento al coincidir con el aniversario de la muerte de un estudiante en 1988 a manos de los militares, lo que provocó una oleada de protestas que fueron reprimidas a sangre y fuego, lo que dejó un saldo de más de 3.000 muertos.
Hasta el momento, la junta militar liderada por Min Aung Hlaing ha hecho oídos sordos a las condenas de la violencia de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, y las sanciones aprobadas por algunos países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Corea del Sur, que esta semana anunció que suspenderá sus exportaciones de armas a Myanmar.
Los uniformados justifican el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de la depuesta líder de facto Aung San Suu Kyi, y que fueron calificados de legítimos por los observadores internacionales.
MILES DE DETENIDOS
Las acciones de represión han causado cerca de 80 muertos y han dejado miles de personas detenidas, incluidos periodistas.
Según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Myanmar, cerca de 40 periodistas han sido detenidos desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero entre un total de 2.045 arrestados, de los que 1.726 continúan bajo custodia.
La Embajada polaca en Rangún solicitó a las autoridades noticias del fotógrafo Robert Bociaga, que fue detenido y golpeado el jueves en la ciudad de Taunggyi, mientras cubría una protesta y se desconoce su paradero. La cancillería, pidió "una respuesta rápida y un trato humano justo" y su paradero exacto.
EE.UU. OFRECE TPS A CIUDADANOS DE MYANMAR
El gobierno de Estados Unidos anunció que otorgará Estatuto de Protección Temporal (TPS) a los ciudadanos de Myanmar, lo que les permite trabajar y garantiza que los birmanos presentes en Estados Unidos no serán deportados, "debido al golpe de Estado y a la brutalidad de la violencia contra los civiles", dijo el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas. El permiso es por 18 meses y el Departamento de Seguridad Interior dijo que cerca de 1.600 birmanos califican para ser acogidos.