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El próximo paso sería buscar y postular a su financiamiento

Teatro del Liceo Enrique Molina sube un peldaño más en la escala de su recuperación

Ya ingresó a Dirección de Obras Municipales la carpeta con los antecedentes para obtener el permiso de edificación.
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Por Espectáculos

Siempre es un avance toda acción que busque un objetivo concreto. Por lo tanto, se acaba de dar un nuevo paso para la materialización del Teatro del Liceo Enrique Molina Garmendia, una de las iniciativas patrimoniales más emblemáticas de la capital regional.

Tarea en la cual Carlos Inostroza, arquitecto experto en el área patrimonial, ha sido clave como gestor, para volver a la acción el espacio artístico.

Junto al alcalde, Álvaro Ortiz, y el equipo municipal de Cultura y Asesoría Urbana, acaban de ingresar la carpeta con antecedentes a la Dirección de Obras Municipales (DOM). La idea, obtener permiso de edificación que permita restaurar el recinto.

La acción se hizo luego de la aprobación del proyecto de ingeniería por parte de Asesoría Urbana del municipio y del Consejo de Monumentos Nacionales (octubre del año pasado).

Lo anterior asegura que cumple las normativas urbanísticas y patrimoniales, para recuperar esta icónica obra emplazada a un costado del Liceo, frente al Parque Ecuador.

Actualmente, el Teatro es el edificio público más antiguo de estilo neoclásico que tiene la ciudad capital, y se encuentra en abandono desde la década de los 60, luego del terremoto que sacudió la ciudad en 1960.

Originalmente fue un salón de actos y desde su inauguración en la década de 1930 se transformó en uno de los espacios culturales más relevantes con que contó el plano urbano.

"Este teatro va a volver a tener vida a partir de una sala con butacas de primer nivel, con escenotecnia de estándar internacional y con una capacidad de aproximadamente 580 personas con accesibilidad universal. Además dos talleres posteriores, que son los gimnasios de principios de siglo XX como pequeñas salas de ensayo y presentación para 50 personas cada uno", destacó Inostroza, quien recientemente estuvo a cargo de la remodelación del espacio de Artistas del Acero, bautizado como Sala 100.

Para el arquitecto, desde el 2008 llevando los hilos de la puesta al día del Teatro, es muy significativo el paso que se está dando, para obtener la venia y seguir adelante con la recuperación del mismo.

"Es primera vez que se llega tan adelante en estos 30 ó 40 años con el objetivo de restaurar el Teatro. Tenemos un proyecto aprobado en el Consejo de Monumentos, y tramitándose en la Dirección de Obras para su permiso", señala el experto, proceso municipal que debería concretarse en dos meses, entendiendo que se trata de una construcción de 5.000 m2.

Ahora si un proyecto normal tiene tres o cuatro revisiones, éste lleva 16 ó 17 en distintas instancias, desde comisiones del área hasta organismos públicos.

Ortiz reafirmó la idea del tiempo que ha pasado para llegar a esta parte del camino. "Finalmente, hemos ingresado la carpeta con todos los antecedentes, para poder obtener el permiso respectivo y luego iniciar su restauración", comentó.

LO QUE SE DEBE FINANCIAR

A la hora de postular a fondos, los aspectos que deben estar claro apuntan a la naturaleza del proyecto, costo y la forma de llevarlo a cabo. Además, que esté autorizado por las distintas instancias, con el fin de buscar recursos.

"Hablamos de dos financiamiento, uno para construir y luego la operación del Teatro, es decir, lo administrativo", dice Inostroza, señalando que los valores bordean los nueve mil millones de pesos (restauración y equipamiento completo), mientras que los de operaciones unos $ 600 millones anuales (administrativos, técnicos, dirección y mantención).

Los trabajos para actualizar la infraestructura se extendería durante un año y medio.

"Va a revitalizar fuertemente el imaginario penquista. Estamos pensando no solamente en un teatro para las artes escénicas, sino que sea un espacio ciudadano abierto durante todo el día", acotaron desde la Dirección de Cultura del municipio.

600 millones de pesos serían los costos de operación del espacio artístico, que pretende aportar a la escena cultural local.

580 personas es la capacidad de la sala principal del Teatro del Liceo, de los patrimonios más emblemáticos de la zona.

La iniciativa busca fortalecer la identidad local con un espacio público abierto, como uno de los proyectos más esperados por lacomunidad local.

Función programada a las 21 horas

Estreno de "Dominio vigente" pone al cine local en la pantalla nacional

El largometraje llega al territorio nacional, luego de ser nominado a mejor película por la Academia de Cine Alemán durante 2020. La primera función es hoy de manera remota.
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Contando con la presencia de la comunidad Quechucahuin de Puerto Saavedra, se estrena en Chile la película "Dominio vigente" del penquista Juan Mora Cid, realizador, quien actualmente vive en Alemania.

Protagonizada por Álvaro Muñoz, María Porma, Daniel Antivilo y Luis Dubó, la producción podrá verse desde las 21 horas, a través de la plataforma www.puntoticket.com.

La historia narra la disputa por tierras en La Araucanía.

Mora señaló que esperaba este momento, luego del pre estreno en Concepción durante enero de 2020. Y aunque la crisis sanitaria le jugó en contra con las funciones en ese momento, la nominación recibida por la Academia de Cine Alemana, y su exhibición en el festival "First Steps" en enero de este año, le entregó al equipo un nuevo aliento.

Fue así, como se convirtió en el único filme latinoamericano en estar nominado en la categoría de mejor película, obteniendo buenas críticas por su puesta en escena y la veracidad del contexto en el que se desarrolla.

"Esto abrió una ventana que siento me deja bastante perfilado para hacer mi próxima película, y dejó muy bien posicionada a 'Dominio vigente' para entrar a Chile. Es una película independiente que tiene bastante mérito, porque finalmente con todas las precariedades que tuvo en su producción, termina por imponerse con un mensaje", comentó.

La producción narra el viaje a La Araucanía del ciudadano suizo-chileno Carlos Kinderman, motivado por el cobro de una herencia familiar, consistente en una gran extensión de territorio en dicha zona. La espera recibir y vender lo más rápido posible.

"El relato es bastante actual sobre lo que se vive en el Wallmapu. El personaje principal está diseñado en un contexto específico de su vida, su inminente muerte, lo que hace cambiar su perspectiva de la vida (...) Además del viaje físico y geográfico que hace, también realiza uno emocional entre un constante conflicto interno y externo", explico Mora Cid.

Las circunstancias que experimenta el personaje, sumadas a su precario estado de salud, le dejan en medio de un violento conflicto entre dos visiones de mundo.

Por uno, la mirada mercantilista occidental que "ve en la naturaleza una fuente de explotación y enriquecimiento. Por otra, la sensibilidad de un pueblo ancestral, que la comprende como la extensión de su propia vitalidad".

Los protagonistas son Álvaro Muñoz, María Porma, Daniel Antivilo y Luis Dubó. Narra el viaje a La Araucanía del ciudadano suizo-chileno Carlos Kinderman.