Más de 90 aspirantes postularán a escaños de la Convención en distritos de la Región
Analistas anticipan que proceso electoral está abierto por alto número de aspirantes y el sistema electoral. Biobío escogerá 261 cargos en abril, sumando municipios y gobernación.
Hasta las 23:59 horas de este lunes, el Servicio Electoral recibió el listado de candidatos a las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y convencionales, a realizarse el próximo 11 de abril.
La última jornada estuvo marcada por las negociaciones de última hora en Santiago, nombres que se cayeron en el camino a las oficinas del Servel y un amplio espectro de listas postulantes a los cargos disponibles.
En la Región del Biobío, serán 1.329.613 los electores los habilitados para sufragar en los comicios de 90 días más según informó el Servel -cuatro mil más que en el plebiscito de octubre- y se escogerán un total de 261 autoridades, entre 33 alcaldes, 214 concejales y el primer gobernador regional.
Además de forma inédita más de 90 personas postularán a los 13 escaños convencionales de la zona, entre ellos figuras políticas, dirigentes gremiales, sociales y profesionales de distintas áreas, y para los que se aplicarán criterios de paridad de género en su elección.
Distintos analistas advierten que el enorme número de listas que participarán de los comicios anticipan un escenario abierto, con una posible alta representatividad en el órgano redactor de la nueva Constitución de distintos sectores, la cual estará determinada por una alta participación ciudadana.
ESCENARIO ABIERTO
Lesley Briceño, doctora en Ciencias Políticas y académica de la Universidad del Desarrollo explica que el escenario está abierto, y advierte que el alto número de aspirantes a gobernador regional -siete hasta el cierre de esta edición- obligará a que se desarrolle una segunda vuelta. En el caso de convencionales, plantea que "los partidos y organizaciones no han logrado organizarse respecto a propuestas a común, salvo la derecha que pese a tener una lista muy especial desde la ultraderecha a la centroderecha, logra presentar una lista única que puede significar tener una mayor lista de convencionales. La disgregación se debe a la ausencia de liderazgos claros para generar un camino en común y poder generar dos o tres listas para que haya posibilidades de que otros temas vayan surgiendo en la discusión constitucional".
Lucas Serrano, director ejecutivo de Observa Biobío, añade que, junto con destacarse ambas elecciones por la novedad de sus cargos, "el caso de la de convencionales tendrá muy presente la lógica de independientes versus figuras del mundo político, cuestión que se comenzó a poner en boga por el tema del patrocinio de candidaturas. Esta elección también debería despertar mucha atención en la ciudadanía porque representa el segundo paso de un proceso en el que muchos se hicieron parte, y debería motivarlos para participar".
En el distrito 20 se contempla que participen al menos siete listas de convencionales, cuatro partidistas y otras tres de independientes, por lo que la dispersión de votos y una posible distribución de escaños entre al menos cuatro o cinco listas es algo que los analistas miran con atención.
Briceño recordó que "cuando se cambió el sistema electoral y se hizo el redistritaje, vimos que fuerzas políticas nuevas aparecieron, como el FA y los independientes. Antes existían los pactos por omisión para que estas fuerzas se incorporaran, por tanto, que haya más listas da mayor representatividad. Como ciudadanos tenemos la responsabilidad de movilizarnos y evitar que una lista capture los escaños al aplicarse la cifra repartidora que divide los escaños por votos. Lo más probable es que haya cuatro o cinco listas que obtengan uno o dos escaños, y otras que no alcancen los votos para entrar al umbral electoral".
En tanto, Serrano matizó el análisis y señaló que "una cosa es el número de listas y otra es la matemática. Cuando teníamos el sistema binominal, el efecto del poco ingreso de listas se daba por la presencia de dos cupos para las listas más votadas. El sistema es más proporcional porque hay más escaños a repartir, no como en el binominal. La presión estará en la ciudadanía para ver si ellos prefieren estos proyectos no tradicionales y si se logran imponer. Más listas no significan mayor representatividad, sino que si la gente se vuelca a preferir estos proyectos".
ESCAÑOS RESERVADOS
Otro tema a considerar en la discusión en torno a como se dará el proceso constituyente tiene relación con la distribución de los escaños reservados; en Biobío serán dos escaños para representantes de pueblos mapuches, uno por cada distrito donde podrán votar 80 mil personas acreditadas como mapuches en la Región, y se escogerán las cuatro primeras mayorías con paridad de género en la macrozona Ñuble-Araucanía.
Ambos expertos coinciden en que la discusión tardía en el Parlamento sobre los escaños reservados impidió generar una correcta política de inclusión. Lesley Briceño comentó que "debió trabajarse con más tiempo, y faltó voluntad política ya que las organizaciones tuvieron la disposición de hacerlo. Es probable que por ello haya una subrepresentación y se debería apelar a la buena voluntad de los convencionales para incorporar sus visiones por medio de conversatorios o cabildos".
Lucas Serrano en tanto dijo que "este es un paso correcto si queremos una democracia más representativa, porque se abre a un grupo de culturas que podrían llamarse como otra nación según ciertos parámetros y podrán tener una representación política (…) Hay aspectos que se han ajustado sobre la marcha, y parecen piezas forzadas en el puzle, porque pareciera que no existió un interés real de incluirlos. Si no que sobre la marcha se definió esto en el transcurso del proceso".
4 mil nuevos electores se incorporaron al padrón regional, respecto al proceso de plebiscito de octubre pasado.
80 mil electores del Biobío pertenecen a pueblos originarios, y podrán escoger a uno de los dos representantes locales