"Las puertas de esta institución están siempre abiertas para el diálogo y la colaboración"
La autoridad regional conversó con Diario EL SUR a un año de asumir el cargo, todo en medio de desafíos, problemas y cuestionamientos hacia la institucionalidad.
Al asumir el cargo, en diciembre de 2019, sabía que era un desafío. Y es que cuando Carolina Tapia (36) llegó a la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio lo hizo en un momento complejo para la institución.
La licenciada en Artes Plásticas llegó al cargo luego de cuatro meses de vacancia, ya que la anterior seremi, Paulina García, se encontraba suspendida -desde agosto del año pasado- y en medio de dos sumarios en su contra. Una situación que separó la institucionalidad de Cultura de los artistas y que, incluso, quebró la Seremi desde adentro.
La también magíster en Educación debió enfrentar todo lo que siguió al denominado estallido social de octubre de 2019, situación que golpeó fuertemente al mundo de la cultura y las artes, a lo que luego se sumó la pandemia.
Es así que Tapia es sincera en decir que ha sido un año duro, con desafíos inéditos. "Desde la pandemia en adelante, esto nos ha llevado a repensar la manera en que estábamos haciendo las cosas, nuestros programas y, sobre todo, a reflexionar en la importancia que tiene la cultura para el país y la Región", destaca.
Para la autoridad, el diálogo, la importancia de la cultura más allá de la diversión, el replantearse el rol del ministerio para asegurar la llegada de ésta a todos y la puesta en valor del talento local también han sido aprendizajes de estos 12 meses.
FUTURO Y DIÁLOGO
A lo largo del año de gestión, Tapia ha impreso su sello y establecido sus lineamientos de trabajo, todo moldeado -lógicamente- por la emergencia sanitaria, la crisis del sector y el diálogo.
-¿La autoridad que inició este trabajo en qué se diferencia a la de hoy?
-Obviamente, la que partió se enfrentaba a una institucionalidad un poco fraccionada en términos funcionarios y que venía con proyecciones en un contexto normal. Todo eso se vio prontamente repensado, pero involucró con mayor ímpetu el esforzarnos el triple. Hoy el escenario es complicado, hemos estado todo el año con cierre de espacios culturales, con desafíos económicos, para el sector y los mismos espacios. Personalmente, ha sido un crecimiento, hay que decirlo (...) He trabajado harto y ha sido un desafío permanente, que no se podría realizar de la mano de los funcionarios y tomando en consideración a los distintos sectores artísticos.
-Cuando llegó al cargo se vivía un contexto muy especial dentro de la Seremi, ¿cómo fue reemplazar a Paulina García con todo lo que eso significaba?
-Fue uno de los desafíos con los que asumí este cargo, entendiendo ese contexto y siempre con la mirada de avanzar, trabajar y restablecer las confianzas internas del equipo. De confiar en su experiencia, lógicamente, tenemos funcionarios de trayectoria y hay que valorar esa labor. Como autoridad creo que uno debe apoyarse en eso, para construir, no haciendo vista gorda a todo. No podemos partir de cero en cargos que son transitorios. Agradezco enormemente el compromiso del equipo en este contexto, en que nos hemos visto enfrentados a teletrabajo, reformulaciones. El equipo ha apoyado y trabajado en el rol que nos compete como institución de las culturas, las artes y el patrimonio. Ha sido un año intenso en todo sentido.
-¿Es este trabajo el que ha permitido el funcionamiento de la Seremi en momentos complejos para los que el sector no estaba preparado?
-Ese trabajo fue clave para, dentro de los tiempos que tiene el Estado, tratar de responder de la manera, más rápida y tratar de reformular programas de la manera más rápida. Si eso no se articula en conjunto -partiendo por el Ministerio, para luego tener las opiniones de los distintos sectores- no es viable. Tratamos de hacer nuestro mejor esfuerzo en este desafío. Sin ese compromiso funcionario, no habría sido viable o mucho más lento. Eso permitió que pudiéramos levantar programas como "Hasta encontrarnos", "Documenta Biobío" o los distintos trabajos con los territorios, o migrar programas al formato virtual como "Acciona Biobío".
-A partir de lo hecho, ¿cómo proyecta el próximo año en cuanto al área cultural?
-Duro también, no sabemos cómo va a evolucionar la pandemia. Tenemos este año complejo en el cuerpo, lo cual nos permite programar con un poco más de proyección. No nos pilla la pandemia tan encima, como sí lo hizo en marzo. Tenemos líneas de desarrollo que ponen el foco en la descentralización, en la digitalización de las culturas y en cómo continuamos con este diálogo. Hay que procurar, también, ver cómo nos enfrentamos a la reapertura y cómo logramos que la gente vuelva a los espacios artísticos.
- ¿Cómo se enfrenta el buen trabajo que se ha hecho en la Región con todo lo que han significado los problemas de tramitación del presupuesto y la propia figura controvertida de la ministra?
-Creo que la institucionalidad siempre será cuestionada, no podemos pretender que no se haga. Es parte del rol de la ciudadanía y de la forma de instalar una política pública. Creo que el diálogo ha sido clave para ello, se puede decir que el presupuesto ha sido cuestionado, pero ha sido súper dialogado y, finalmente, el que tenemos hoy es reflejo de eso. Creo que los cuestionamientos siempre estarán presentes, más allá de eso, es la manera de cómo canalizamos lo relevante, y eso se concreta en un presupuesto 2021 que va a favorecer a un sector duramente criticado.
-Hace un año conversamos y en lo que más hacía hincapié era en una Seremi de puertas abiertas, ¿eso se mantiene?
-Sí, claro. Aquí las personas siempre pueden acercarse. Hemos mantenido un diálogo con los y las artistas no solamente desde mi parte, como autoridad, sino que desde el equipo. Las puertas de esta institución están abiertas, el diálogo y colaboración entre todos es una de las cuestiones clave.