Alerta ante riesgos de incendios forestales
Los expertos en el tema climático dicen que la presente temporada será difícil porque las condiciones son propicias para la ocurrencia de incendios forestales. Los bosques y pastizales están muy secos, durante el invierno y la primavera llovió poco, y en cambio hay fuertes vientos, lo que implica que existe una gran cantidad de material que puede actuar como combustible. De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Agricultura, las temperaturas serán entre 0,5 y 1,5 grados más altas que el promedio de los últimos treinta años, entre las regiones de Valparaíso y La Araucanía.
En la temporada pasada se registraron 8.128 incendios forestales en el país, que consumieron 102 mil hectáreas, mientras que en el periodo inmediatamente anterior fueron 7.219 siniestros, que dejaron daños económicos, ambientales y sociales. A las condiciones naturales adversas, se agrega que el 99% de estas catástrofes se producen por la acción humana, ya sea por premeditación o por negligencia.
Por ello, el director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Francisco Pozo, ha hecho un llamado a la prevención, para que las personas no generen condiciones de riesgo para la ocurrencia de incendios en esta temporada de verano. Indicó que hasta la semana pasada se habían registrado 764 siniestros en la región, que afectaron 784 hectáreas. Ha señalado que los indicadores de temperatura, viento y escasez hídrica de las últimas décadas hacen que la vegetación se encuentre muy seca, de manera que una vez que se declare el fuego avanzará de forma muy rápida y será más difícil controlarlo. Se ha pedido a la población que evite hacer fuego para asados en las zonas de interfaz, es decir, aquellas áreas urbanas que limitan con los bosques.
La Conaf ha proyectado una temporada de incendios con alto riesgo en toda la zona centro-sur del país y una de las primeras medidas que se adoptaron fue aumentar la cantidad de cortafuegos en puntos críticos de las comunas con más ocurrencia de siniestros, con el fin de dar protección a las viviendas que están en zonas de riesgos, teniendo en cuenta que durante el verano pasado numerosas familias se vieron afectadas por la ocurrencia de estas emergencias.
Para las autoridades, también es preocupante cómo ha aumentado la cantidad incendios intencionales. El 43% de los episodios en el periodo 2019-2020 fue generado por desconocidos, situación que ha ido al alza en los últimos años. En nuestra Región del Biobío, se estima que el 68% de los siniestros de bosques y pastizales fueron provocados con el fin de hacer daño.
Para enfrentar este escenario en el período 2020-2021, el Ministerio de Agricultura ha establecido un plan que contempla 262 brigadas para combatir el fuego, integradas por 3.021 brigadistas, superando las 238 brigadas, con 2.515 personas que operaron en la temporada pasada. También hay medios aéreos para apoyar las labores, con 35 helicópteros, incluido el arriendo de los helicópteros Chinook, que lanzan grandes volúmenes de agua, además de 26 aviones.
Tan importante como el equipamiento de que se dispone para la temporada, es la capacitación del personal de combate y de la ciudadanía, con el fin de desarrollar planes de protección civil. Las Fuerzas Armadas han participado en iniciativas de instrucción y equipamiento de las brigadas de refuerzo formadas por soldados. Asimismo, se han identificado los puntos más críticos, donde las viviendas se encuentran muy cercanas a los bosques, con el fin de tomar medidas preventivas. Como parte de ello, se ha impulsado la creación de brigadas comunitarias preventivas, para que los pobladores sepan qué hacer en caso de que el fuego forestal amenace a sus casas. Ésta es una estrategia que se aplica cada temporada luego de los megaincendios que ocurrieron en 2016 y 2017 y que consumieron más de 570 mil hectáreas en el país, de las cuales 252 mil correspondieron a la Región del Biobío, y que generaron cuantiosos daños a las empresas, pero especialmente a los pequeños propietarios.
Conaf ha proyectado una temporada de incendios con alto riesgo en la zona centro-sur del país y una de las primeras medidas que se adoptaron fue aumentar los cortafuegos en puntos críticos de las comunas con más ocurrencia de siniestros, con el fin de dar protección a las viviendas en zonas de riesgos