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Catterina Ferreccio, médico salubrista de la Universidad de Chile y magíster en Salud Pública de The Johns Hopkins University:

"Posterguemos la Navidad o celebrémosla cuando esté vacunado el abuelo"

"La población debe saber que no vamos a estar protegidos por vacuna antes de mayo o junio", dice la experta.
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Por Mauricio Ávila C.

La doctora Catterina Ferreccio no tiene dudas. Porque ama a su madre, no la verá presencialmente esta Navidad. Como médico salubrista de la Universidad e Chile, magister de Johns Hopkins y jefa del doctorado en Epidemiología de la Universidad Católica, además de integrante del Consejo Asesor Covid-19 del Ministerio de Salud, sabe que la pandemia sigue siendo compleja y que en estas fiestas hay que tener los mismos o más cuidados, aunque ya exista una vacuna.

-¿Qué significa, para el momento que estamos viviendo en la pandemia, que ya se haya autorizado una vacuna en Chile?

-Es un gesto. Tenemos una vacuna confiable, que es segura y que protege, y podemos empezar a planificar cómo vamos a usarla y cómo vamos a priorizar. En el fondo, se abre una herramienta que no teníamos y también abre el camino, porque Moderna viene detrás: en estos días se aprobará en EE.UU. y aquella tiene la ventaja de que no requiere la refrigeración tan exigente de la Pfizer.

-Saber que ya hay vacuna y que comienza a aplicarse, ¿podría generar algún relajo de la gente?

-Podría ser. Pero más me preocupa que se genere una expectativa muy grande considerando que todavía no tenemos una gran cantidad. Esta primera remesa es como para 10 mil personas. Si uno piensa en los números, que tenemos que vacunar a gran parte de la población, es muy poco. Los chilenos estamos acostumbrados a vacunarnos. El problema es que no va a haber vacuna para todos y hay que ver quién se vacuna primero. Eso es un desafío. La población debe saber que no vamos a estar protegidos por vacuna antes de mayo o junio. La vacuna no va a ser suficiente para parar la pandemia, no la podemos parar con una vacuna en estas circunstancias. Se podrán proteger algunos, pero no parará la transmisión.

-¿Debiéramos mantener las mismas medidas?

-Exactamente. Piense que para que lograr parar la transmisión por vacuna debiéramos estar vacunando como a 15 millones de personas. La vacuna tiene dos funciones: una es parar la transmisión, pero para eso debe ser masiva, tiene que llegar al 70 u 80% y no tenemos ninguna posibilidad en el corto plazo; y la otra función que sí podemos usar ahora es proteger al grupo de mayor riesgo de enfermar grave, llegar a la UCI y de morir. Si protegemos a este grupo, los mayores de 65 o 75 años, lograremos disminuir el drama social que implica que se copen las UCIS y los hospitales. Si usamos las pocas vacunas que tengamos en focalizarnos en que no lleguen esos pacientes que se van a enfermar grave, nos ayudará a bajar la carga hospitalaria, que es uno de los problemas más importantes que genera este virus.

-Está bajando la edad promedio de los que enferman, pero de acuerdo a lo que usted dice, los adultos mayores siguen siendo el grupo de mayor riesgo.

-Eso es súper importante, porque las dos cosas son verdad. Ha bajado la edad de los infectados que se detectan, pero no es más grave en ellos. Hay muchos más jóvenes y cada vez con menos edad infectándose, porque han estado saliendo, pero el que llega al hospital sigue siendo el viejo. Eso no ha cambiado. Hay muchos más infectados jóvenes y por probabilidades igual van a empezar a caer en el hospital, pero acabo de hacer cálculos con los datos de muertos hasta ayer (martes) y sólo en los decesos con PCR confirmado, el 84% de todos los muertos en Chile son mayores de 65 años.

-¿Cómo se entiende que, siendo el grupo de mayor riesgo, haya un permiso especial para verlos en Navidad y el ministro Paris hiciera un llamado a acompañarlos?

-No entiendo eso. El mejor cariño que le puedes hacer a un viejito, a un adulto mayor, abuelo, un padre, es regalarle esta Pascua tranquilo, sin que se infecte, para que dure para la próxima y en la siguiente poder abrazarlo. Posterguemos la Navidad o celebrémosla cuando esté vacunado el abuelo. Hagan todo lo que puedan, que el ministro también haga todo lo posible, por conseguirles la vacuna a los viejitos, y cuando los tengan vacunados, ahí vayan a celebrarlos. Yo lo hice con mi familia: mi madre solo va a estar con mi hermana, con la que ha estado todo el tiempo en la burbuja. ¿Para qué infectarla ahora si la hemos estado cuidado todo este tiempo? A mí me dice gente joven que tiene ganas de ver a mi papá y les digo ¡por favor!, ¿quieres que siga vivo? Si realmente quieres a tu abuela, a tu mamá, y quieres darle un año más, no la expongan, mándenle un regalo, llámenla por teléfono, pero no vayan a verla.

-¿Por qué hay regiones que les ha costado más, especialmente en el sur?

-Creo que son lugares en que les cuesta más estar al aire libre por razones de clima. También he visto que en Santiago se usa mejor la mascarilla que en regiones. Hay que usar bien la mascarilla y tenerle fe.

-Técnicamente, ¿pasó la primera ola?

-Esto de las olas no es muy técnico, porque nunca hemos controlado la infección. Nunca hemos estado con una tasa de transmisión claramente bajo 0,8, que se esté infectando menos de una segunda persona. Para decir que sacaste la infección tienen que pasar al menos dos períodos de incubación completos, 28 días con cero casos.

-No hemos estado ni cerca.

-A lo mejor en alguna comuna, pero como región, nunca. Técnicamente no se ha ido el virus.

-La autoridad, los expertos, la ciudadanía, ¿lo estamos haciendo mejor que hace seis meses?

-Sí, yo creo que sí. Yo, que estoy más cerca del Minsal y me ha tocado por ejemplo la discusión de la apertura del aeropuerto y fronteras, puedo decir que se ha sido tomando más en cuenta no aumentar la transmisión y hacer un buen sistema de seguimiento de los que llegan. Creo que estamos más preocupados ahora de controlar la transmisión que hace seis meses.

-¿Se escucha más a los expertos de la mesa, entonces?

-Se ha aprendido que con puras camas y ventiladores no se puede recuperar la economía. Y no se puede recuperar porque tienes que estar haciendo cuarentenas. Entonces, hay que hacer una estrategia de parar la transmisión y que funcione, pero estamos todavía muy lejos de ser eficientes. Estamos mejor, pero todavía somos ineficientes, porque no hemos resuelto todos los detalles que hacen que la gente no reporte sus contactos para la trazabilidad. La gente tiene miedo de que van a quedarse sin pega, que no les van a dar licencia, que los van a hacer trabajar. Por lo tanto, el reporte de los contactos que han tenido es muy insuficiente. Nuestra trazabilidad es re mala en la práctica y no va a mejorar mientras no podamos ayudarle a la gente que tiene que aislarse o estar en cuarentena a que lo puedan hacer. Tenemos que avanzar en eso y eso nos va a permitir no tener cuarentenas. Creo que este llamado de alerta de retroceder en la Región Metropolitana es suficiente para que la gente recuerde que todavía estamos con pandemia. Con una buena comunicación se puede lograr más que con cuarentenas. Con una cuarentena que se pone y se saca, además. Yo creo que es mejor educar a la gente y ser bien transparentes en cómo es el asunto.

-Siendo realistas, ¿el 2021 va a ser como este año?

-Yo creo que el primer semestre va a ser bien parecido. Porque todavía no vamos a tener cobertura de la vacuna suficiente como para parar la transmisión. Vamos a estar vacunando y observando, porque recuerda que todavía no sabemos cuánto dura la protección. Entonces vamos a tener que estar vigilando. Creo que con el distanciamiento social y los aforos máximos hay que planificarse hasta junio.

-Un diputado manifestó sus dudas con la vacuna. ¿Hay que confiar?

-A mí no me preocupa ese tema, porque creo que cada persona va a tener que hacer su balance de costo/beneficio. Por ejemplo, el riesgo para un adulto mayor de una reacción adversa de la vacuna es mucho menor que sufrir esta enfermedad. Esta enfermedad es terrible, no queremos tenerla los mayores de 60 ni los mayores de 55 o 50, de verdad. No hay ninguna relación entre el riesgo de agarrarse un covid y alguna reacción adversa de esta vacuna, porque son reacciones menores. En Chile vamos a tener más gente disponible para vacunarse que vacunas y ese va a ser nuestro problema. Todos tenemos que tomar las precauciones, incluso vacunados, porque no sabemos cuánto dura la infección, la eficacia no es 100% y en los adultos mayores incluso va a ser un poco menos. O sea, siempre va a haber un grupo que no queda protegido por alguna razón.

-O sea, ¿el vacunado debiera seguir usando mascarilla?

-Creo que sí. Va a tener que seguir usándola, porque no sabemos si él en particular está protegido o es parte de la falla de la vacuna. No hay ninguna 100%. Las más clásicas, 75%, vale decir, que el 25 % no queda protegido y está vacunado. Siempre queda un remanente.

"La vacuna no va a ser suficiente para parar la pandemia, no la podemos parar con una vacuna en estas circunstancias", explica la experta.

Opinión

Educación financiera para grupos vulnerables

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Desde hace un par de años que está instalada la idea de que la inclusión y educación financiera de la población es importante para mejorar la calidad de vida de millones de hogares.

Sin embargo, a pesar de avances importantes en términos de inclusión financiera, dicha inclusión no ha sido acompañada de un proceso significativo de alfabetización financiera. Y un frente al que se debe atender son los grupos más vulnerables de la sociedad.

Si bien es rescatable que cada vez hay más portales de los reguladores financieros y de la banca privada que pretenden alfabetizar financieramente a ciertos sectores de la población utilizando un lenguaje más cotidiano, un paso importante que queda pendiente es la capacitación más focalizada.

Recientemente se graduaron los inscritos del curso online "La ciudad de las oportunidades", que organizamos en conjunto con el Banco Central, orientado a profesores de todos los colegios de Chile. La idea es que los aprendizajes de los profesores lleguen a las salas de clase y, a través de los jóvenes, a los hogares.

Este año, la tercera versión del curso culminó con 550 docente graduados, más del doble que el año pasado, lo que demuestra una demanda latente por contenidos de este tipo.

Así como este programa apunta a entregarles estas herramientas -que son fundamentales para que los escolares puedan incorporar prácticas que les permitan tomar mejores decisiones financieras en el futuro- a jóvenes a través de sus profesores, debería haber más iniciativas dirigidas a grupos estratégicos.

Distintos estudios muestran que el analfabetismo financiero tiende a ser más preocupante en jóvenes, adultos mayores, mujeres, individuos con menores niveles de educación y segmentos de menores ingresos.

Y tal como muestra otro de nuestros proyectos "Vida en Pandemia" estos son precisamente los grupos más golpeados durante la actual crisis sanitaria, ya que están entre los segmentos más resentidos en la incertidumbre económica que ha generado la crisis asociada al Covid-19.

En momentos de crisis se hace más evidente que nunca la necesidad de tomar decisiones financieras de manera informada y responsable.

En estos momentos es crucial estar educados para decidir de mejor manera si hacer o no un segundo retiro del 10% de nuestras pensiones, utilizar nuestros ahorros de años para enfrentar un período de desempleo o solicitar un crédito para comenzar un nuevo emprendimiento o mantener funcionando uno ya existente.

Considerando esto, quizás ahora es más relevante que nunca contar con programas orientados a promover la educación financiera, las prácticas de endeudamiento y consumo responsable y ahorro en estos grupos.

Una solución más enfocada podría fortalecer a estos grupos hacia delante y beneficiar en el largo plazo a los hogares en Chile.

Patricio Valenzuela, investigador del Instituto Milenio MIPP