Gestión del talento es relevante para el éxito de una organización
Para disminuir la alta rotación de colaboradores, la desmotivación y la baja productividad existe un camino: La gestión de talentos. Un concepto que considera que las personas son el principal activo de una organización.
Paola Burdiles González, ingeniera en Gestión Industrial y directora nacional de Postgrados de la Facultad de Ingeniería y Tecnología (FIT) de la Universidad San Sebastián (USS), dice que la gestión del talento es la función que permite la colaboración eficaz de las personas que integran la organización. La finalidad es alcanzar los objetivos trazados.
La académica plantea que este concepto debe ir asociado con una estrategia de cambio, que incluye la intervención de los equipos en diversas áreas. Para ello menciona que se deben concretar algunas acciones como realizar jornadas de trabajo para educar e incrementar el conocimiento, destreza y habilidad del personal clave en la organización. También se recomienda llevar a cabo jornadas de planificación para determinar los objetivos de los cuales podrán hacerse cargo en el corto, mediano y largo plazo.
Paola Burdiles agrega la relevancia de implementar instancias que vinculen al personal clave y a los colaboradores del sistema, "lo que permitirá realizar ajustes con la visión de todas las partes, esto en miras del cumplimiento del plan de trabajo trazado".
Competitividad y costos
Una adecuada gestión de talentos repercute en el desempeño de la organización como un todo. La académica de la FIT explica que el saber emplear y conducir las habilidades proporcionará competitividad a la organización, "estrategias que a su vez repercuten directamente en la motivación y retención de los colaboradores".
En términos de costos, Paola Burdiles dice que es mucho más rentable hacer una buena gestión de talentos, porque "la inserción de un nuevo integrante conlleva tiempo de adaptación al puesto de trabajo y a la cultura organizacional, al menos de 12 meses, hay quienes tardan hasta 18 meses. Por otra parte, adaptarse al ritmo y tiempos de respuesta, con resultados óptimos, es decir, que alcance un nivel de productividad deseable, puede llegar a los seis meses".
Asimismo, cumplir bien esta labor tiene impactos en los colaboradores. "Es importante considerar que la gestión del talento genera el efecto de sentir mayor consideración de parte de la organización, mejorando el desempeño y compromiso. En este aspecto es clave que la empresa consigne el mecanismo de recompensa, que puede ser económico o no, pero que exista el gesto como tal", plantea la docente USS. Añade que sentirse compensado consolida el deseo de mantenerse como parte de la empresa, aumenta el compromiso, los deseos de aportar y optimiza la calidad de vida laboral, todos conceptos que se vinculan con la felicidad y realización del colaborador.
La ingeniera en Gestión Industrial y magíster en Desarrollo Organizacional y Recursos Humanos concluye que "todo lo anterior se debe establecer en las políticas, señalando las responsabilidades éticas y sociales, las que impactan en la organización y las personas que las constituyen".