Desocupación sigue en 10,2% y expertos prevén un repunte
Expertos sostienen que debido al dinamismo que presenta el mercado laboral entre los meses de primavera y verano, el impacto negativo futuro en el empleo local puede ser menor a lo esperado.
Este no ha sido un año fácil en materia de empleabilidad. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación a nivel nacional alcanzó un 12,3% durante el trimestre móvil julio-septiembre. En términos locales, Biobío registró en el mismo período una tasa del 10,2% y una destrucción de 111.379 puestos de trabajo en doce meses, lo que representa el 17% de la fuerza laboral proyectada para la Región este 2020. Ambos números son prácticamente similares a los evidenciados en el trimestre junio-agosto.
Parte del actual porcentaje se vio trastocado por las cuarentenas que padeció la Provincia de Concepción y que se extendieron, en su mayoría, entre fines de agosto y mediados de octubre. Eso sí, según académicos de la zona, los efectos más serios de estas medidas se comenzarán a presentar más adelante.
"La información que tenemos en este minuto no captura en toda su dimensión los confinamientos, por lo que el impacto se notará con más fuerza durante el próximo trimestre", asegura Juan Carlos Egaña, director de la carrera de Ingeniería Comercial y Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA) Concepción.
Pese a este panorama, tanto Egaña como profesionales de las universidades del Bío-Bío (UBB) y Católica de la Santísima Concepción (UCSC) ven con esperanza lo que pueda suceder de cara a la época estival, en especial porque esta es justamente la etapa del año en la que las empresas inician sus procesos de planificación estratégica para 2021, es decir, es posible que se observe un mayor nivel de contratación de personal para la formulación de nuevos proyectos.
Así, al menos, lo advierte Silvia Martínez, académica del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UCSC. "A pesar de que la cuarentena local experimentada en agosto y alguna probablemente futura tengan un efecto significativo en la tasa, dicho efecto se verá atenuado por la estacionalidad asociada a los meses de primavera-verano, por lo que es de esperar que el impacto no sea tan significativo", remarca.
En tanto, Ariel Yévenes, profesor UBB y asesor de la Corporación Privada de Desarrollo del Biobío (Corbiobío), coincide y enfatiza que las mediciones locales correspondientes a los meses de primavera demuestran tradicionalmente una recuperación del empleo, situación que esta vez ayudó a disminuir la tasa de desocupación, pese a la presencia de la pandemia.
"Las tasas de desocupación comienzan a frenar su incremento para comenzar a mostrar paulatina recuperación, conforme se ingresa a los meses estivales, donde usualmente se da un mercado laboral más dinámico. En este caso, el efecto de la emergencia se constata en que ello ocurre a niveles de desocupación más elevados, pero en su comportamiento estructural y su evolución sigue mostrando esa marcada estacionalidad", sostiene Yévenes.
El experto añade que es importante tener en cuenta que, a diferencia de la Región Metropolitana, por ejemplo, Biobío no presentó aislamientos totales tan elevados. Este escenario explicaría el que el territorio no haya sufrido niveles de desocupación más profundos.
CLAVES DE RECUPERACIÓN
Según el último boletín del INE, la disminución de 15,8% en el número de ocupados regionales en relación a igual período del año pasado obedeció principalmente al retroceso que hubo en los sectores comercio (-20,0%) y hogares como empleadores (-53,1%). Los asalariados formales (-9,9%) y los trabajadores por cuenta propia (-17,4%) fueron las categorías que más incidieron en la contracción.
Dado que el comercio se ha visto fuertemente golpeado, en especial por los últimos confinamientos y la imposibilidad de abrir sus cortinas normalmente, los académicos plantean la necesidad de poner atención a los cambios que ya denota el mercado para mantener activa la economía.
"Se está haciendo uso de otros canales de comercialización para adquirir productos y servicios. Hoy se usan canales virtuales y la pyme tiene que entender y aceptar esta lamentable realidad que puede ser más permanente, a modo de dar una mirada distinta y buscar otros mecanismos de venta, como una página web o potenciar Instagram", explica Egaña.
El factor crítico, complementa Yévenes, sigue siendo, sin embargo, el control de la emergencia. A juicio de él, esta es la única forma de avanzar en condiciones de mayor seguridad y certidumbre hacia la recuperación de la actividad.