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Luis Arce fue ministro de Economía durante casi 14 años seguidos

El economista que gobernará Bolivia, ¿a la sombra de Morales?

Luis Arce fue confirmado el viernes, tras un lento escrutinio, como el ganador de las elecciones. Pertenece al MAS, de Evo Morales, donde lo consideran uno de los artífices del exitoso "modelo económico social comunitario productivo".
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Por Efe

Economista, socialista y exministro de un gobernante que permaneció en el poder durante casi 14 años continuos, Luis Alberto Arce Catacora, fue confirmado este viernes ganador de las elecciones generales celebradas en Bolivia el domingo devolviendo el poder al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales.

Arce se impuso en los comicios con el 55,1 % de la votación, un porcentaje que ni siquiera la más amplia encuesta preelectoral realizada en el país anticipó, pues los sondeos vaticinaban una segunda vuelta con el expresidente Carlos Mesa (2003-2005).

Nacido en La Paz en 1963 en una familia de clase media, Arce es un economista titulado en la estatal Universidad Mayor de San Andrés de La Paz con una maestría en la universidad británica de Warwick.

El exministro se casó dos veces y tiene tres hijos de su primer matrimonio.

Militante socialista desde su juventud, Arce desarrolló su carrera en el Banco Central de Bolivia, entidad a la que ingresó en 1987, hasta que en 2006 juró como ministro de Economía en el primer periodo de Evo Morales.

TRAYECTORIA

Junto al excanciller indígena David Choquehuanca, quien será su vicepresidente, Arce ha sido una de las autoridades con más permanencia en el Gobierno de Morales, interrumpida únicamente entre 2017 y 2019.

En ese periodo se alejó del cargo para tratarse fuera del país un cáncer de riñón y luego volvió al Ministerio de Minería en enero de 2019, hasta la crisis social y política de octubre y noviembre de ese año.

En las primeras semanas de la crisis, Arce estuvo refugiado en la embajada mexicana en La Paz y luego pudo dejar el país por unos meses con un salvoconducto otorgado por el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

Tras un breve paso por Argentina para definir junto a Morales las candidaturas del Movimiento al Socialismo (MAS) para los comicios generales del pasado 18 de octubre, el exministro retornó a Bolivia a fines de enero pasado para empezar a perfilar la campaña electoral.

En el MAS lo identifican como uno de los gestores del "milagro económico" por el que Bolivia logró un crecimiento inusitado entre 2006 y 2014, un despunte que Arce atribuye al llamado modelo "económico social comunitario productivo" puesto en marcha por su partido, con el Estado como protagonista y la "redistribución" de dinero mediante asistencias sociales a niños, ancianos y mujeres embarazadas.

Dentro de ese modelo una de las claves fue la nacionalización de recursos naturales como el gas, el sostén de la economía boliviana en los últimos años, una política que se atribuye a Arce, pero que fue gestada por el fallecido economista y presidente de la petrolera estatal YPFB Carlos Villegas.

Para los detractores del MAS, el crecimiento económico se debió a un contexto externo favorable con precios altos de materias primas y un declive que empezó a notarse a partir de 2015, cuando comenzaron a disminuir las reservas internacionales, el crecimiento fue menor y el déficit aumentó.

Aunque las cifras decían lo contrario, Arce siempre ha rechazado aquellas críticas y apunta al actual Gobierno transitorio como responsable de la recesión económica en que ha entrado el país producto de la pandemia de la covid-19.

A LA SOMBRA DE MORALES

El MAS se decantó por Arce como su candidato presidencial por sus credenciales como ministro, en un intento también por reconquistar a la clase media, en la que había perdido terreno en los últimos años.

Inicialmente el respaldo a su candidatura no fue unánime dentro del partido, pues los militantes indígenas y campesinos esperaban a un postulante salido de esos sectores, pero se resignaron a que Choquehuanca, de origen aimara, postule a la Vicepresidencia.

La duda que muchos tienen es si ahora que el MAS ha retomado el poder gobernará Arce o lo hará a la sombra de Evo Morales, quien ha sido un muy activo jefe de campaña del partido, con declaraciones desde Argentina que causaron polémica en su momento y que fueron suavizadas por el mismo exministro u otros militantes desde Bolivia.

Como la reciente declaración de que los medios de comunicación son "enemigos número uno" del MAS y que habrá que "hacer algo" con ellos, a lo que Arce refutó que la prensa "juega un rol protagónico e importante" y que quiere recuperar la "patria" junto a los periodistas.

Arce asegura que será el presidente del país el que tome las decisiones, aunque hay sectores "masistas" que no se resignan a opacar el liderazgo de Morales.

Investigadores creen que es originaria de América Central

Descubren de dónde es la chirimoya y cómo llegó a Sudamérica

Se creía que el chirimoyo era originario de los valles interandinos de Ecuador y norte de Perú, pero los investigadores estiman que el origen podría estar en la zona de Honduras y Guatemala.
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Los nativos americanos dispersaron el chirimoyo desde América Central a América del Sur por vía marítima, según un estudio que sugiere un intercambio intensivo de este cultivo entre las dos regiones hace al menos 4.500 años.

El trabajo, que combina estudios genómicos con análisis biogeográficos de la especie, fue realizado por investigadores del Instituto español de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (IHSM), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad española de Málaga.

En el citado centro existe una colección de más de 300 muestras de chirimoya de diferentes países, lo que llevó a los investigadores a analizar la diversidad genética del árbol chirimoyo en tres países andinos: Ecuador, Perú y Bolivia.

"Nos sorprendió comprobar que la diversidad genética, en las pocas accesiones (muestras) de nuestra colección originarias de América Central, era mayor que la que había en los tres países andinos", detalla Iñaki Hormaza, investigador del CSIC, quien añade que en un principio se creía que el chirimoyo era originario de los valles interandinos del sur de Ecuador y norte de Perú.

Sin embargo, Hormaza y su equipo constataron que no es así: "Nos dimos cuenta de que la mayor diversidad genética está en América Central, por ello propusimos que el origen de esta especie estaba en esta región".

"Nuestros resultados indican que el centro de origen está en América Central, donde posiblemente se cultivaba en tiempos precolombinos", asegura Hormaza, quien añade que "desde ahí, la chirimoya llegó a América del Sur por vía marítima y posteriormente se cultivó y se expandió en América del Sur antes de la llegada de los españoles".

Los investigadores creen que el origen del chirimoyo podría estar en la zona de Honduras y Guatemala y que desde allí viajó al norte de Perú, desde donde se dispersó.

El estudio de la chirimoya confirma que había rutas por vía marítima que conectaban Centroamérica con Sudamérica. Estas rutas podían haber sido utilizadas para intercambiar otros cultivos leñosos que estaban presentes en tiempos precolombinos, como la palta o el zapote.

El investigador del IHSM, que ha trabajado con Nerea Larranaga y Maarten van Zonneveld, asegura que el cultivo disminuyó considerablemente en América Central, donde se ha perdido gran parte de la diversidad de la especie. A su juicio, "hay que hacer un gran esfuerzo de conservación de la diversidad de la chirimoya en esta región antes de que se pierda la diversidad. Puede ser útil para generaciones futuras, especialmente en un contexto de cambio climático que hace que en muchas zonas en las que había históricamente chirimoyas ahora estén desapareciendo".

Opinión

Aula virtual e innovación

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No es primera vez que la humanidad en su casi totalidad se enfrenta a una crisis que produce muerte, temor y desbordando los sistemas de salud de los países. Ejemplos de ello han sido históricamente y casi cada cien años: la peste negra en 1720, el cólera en 1820, la gripe española en 1920 y el COVID- 19 en 2020. La vida y costumbres que conocemos se alteran, horarios, encierro, movilidad y la escuela no escapa a esto: la gran mayoría de los sistemas educativos y autoridades sanitarias a nivel global suspendieron las clases presenciales. Así, países desarrollados como Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos han debido retroceder con en el régimen presencial de escolares y docentes cuando han querido volver frente al mortal virus. Una cuestión de salud.

No obstante, ante esta problemática se debe aprender a convivir con la enfermedad porque en algún momento se debe volver presencialmente a las aulas. Relevante se torna el tomar ventajas de las tecnologías actuales, en su mayoría virtuales, que nos permitan aprender y avanzar a otros estadios del aprendizaje digital que esta pandemia nos alecciona. Recordemos que desde el Mineduc se han financiado programas importantes en tecnologías para los escolares en las últimas décadas. De esta manera, reprogramar horarios, realizar turnos éticos, aplicar el sentido colaborativo, explorar las emociones y salud mental parecen ser medidas que muestren una salida a esta encrucijada, que nos permitirá innovar para transformar y liderar no sólo el conocimiento de una materia, sino los valores y virtudes propias del ser humano y volver la mirada a posibles fracasos, que nos permitirá hacernos de esta virtualidad y tomar ventajas de esta. Este es el reto educativo para las actuales generaciones de enseñantes y enseñados. Este es el deber moral y ético de toda autoridad, para apoyar la escuela. Estar fuera de ella ha sido un reto inesperado, volver presencialmente a ella, será todo un desafío donde la autonomía deberá estar en una versión 2.0.

Especialmente, si buscamos innovaciones que nos permitan incorporar otros aprendizajes adaptándonos a nuevas formas de ser y conocer.

Daniel Villarroel

Doctor en Educación

Director CONACEP AG CHILE