Guarachi y su primera final en Roland Garros: "Es un sueño hecho realidad"
La chilena y su compañera, Desirae Krawczyk, ganaron a la dupla Melichar-Swiatek en semifinales.
Alexa Guarachi (45º WTA en dobles) acabó con casi cuatro décadas sin tener a un representante nacional en una final de Roland Garros, luego de inscribir ayer su nombre y el de su compañera, la estadounidense Desirae Krawczyk (38º WTA), en la definición de las mejores doblistas del tercer Grand Slam de la temporada, al vencer en tres sets a la dupla integrada por la norteamericana Nicole Melichar (13º WTA) y la polaca Iga Swiatek (174º WTA), también finalista en los singles femeninos, por 7/6 (5), 1/6 y 6/4.
"Es un sueño, no puedo creerlo", reconoció la nacional en la transmisión televisiva tras el maratón de dos horas y 28 minutos que duró el partido, y donde la norma fue el sufrimiento ante la innumerable cantidad de quiebres de servicio que se repartieron ambas duplas en los tres episodios que disputaron en el histórico court Suzanne Lenglen.
LOS HITOS DE ALEXA
La hazaña de Guarachi sólo es comparable a la actuación que en 1982 realizaron los chilenos Hans Gildemeister y Belus Prajoux, quienes en aquella oportunidad cayeron en la definición del dobles masculino ante los estadounidenses Sherwood Stewart y Ferdi Taygan en el Grand Slam parisino. Y en el orbe de las tenistas nacionales, iguala el logro que en 1937 consiguió Anita Lizana con la disputa de la final de singles del Abierto de los Estados Unidos, pero que finalmente ganó la oriunda de Quinta Normal.
La primera manga no le permitió a Guarachi y Krawczyk mostrar el nivel que tenían desde el inicio del torneo, principalmente porque Swiatek tomó un protagonismo notorio en los primeros juegos, donde la dupla polaco-estadounidense se adelantó con un categórico 5/2. En ese momento vino el cambio de la chilena y su compañera, quienes lograron quebrar de vuelta y remontar la desventaja hasta llegar a un 6/5 que finalmente derivó en un tie break que ganaron Guarachi y Krawczyk.
El segundo set fue de lo más bajo que ha mostrado Guarachi en la tierra batida francesa, donde la irregularidad en su servicio y el de Krawczyk, terminaron por darle la manga con relativa facilidad a Melichar y Swiatek.
Azuzadas por los errores de sus rivales, la nacional y su compañera fueron agigantándose en el tercer episodio, donde la secuencia de seis quiebres de servicios en los ocho primeros games, hasta llegar al 4/4, presentaba una lucha más mental que física. Momento preciso para que Guarachi agrandara su figura en sus ataques a la red, donde casi siempre logró imponer sus tiros.
Pese a la tensión y nerviosismo de sus oponentes, que en tres ocasiones fueron a dialogar con el juez de silla ante cobros que ellas consideraron dudosos -como un evidente golpe con la mano de Swiatek, el noveno game fue la clave para sentenciar el encuentro. Principalmente porque lograron ajustar el servicio y con ello, apurar los errores no forzados de sus rivales.
El último juego lo remataron Alexa y Desirae con una frialdad que nada tenía que ver con los games anteriores. Con la polaca al servicio, cuya cabeza a esas alturas parecía estar más en la final de hoy ante Sofia Kenin, la chilena y la estadounidense se hicieron rápido de tres bolas de partido, que en su primera oportunidad les dio el paso a una histórica definición ante las campeonas vigentes, la húngara Timea Babos (4º WTA) y la francesa Kristina Mladenovic (3º WTA), que derrotaron a las checas Barbora Krejcikova (9º WTA) y Katerina Siniakova (10º WTA) por 6/2, 4/6 y 7/5.
"El juego fue tan difícil, durante mucho tiempo fue de ida y vuelta. Luchamos durante todo el juego y cuando salió la última pelota era difícil de creer. Esto es un sueño hecho realidad", dijo Guarachi, quien en medio de la emoción por su primera final de Grand Slam, le dio las gracias "a todos los hinchas chilenos que esta semana me han apoyado tanto".