"Todo lo que se ha propuesto para ayudarnos ha sido una raya en el agua"
La organización surgió en abril para apoyar a las pequeñas y medianas empresas. Han utilizado una estrategia digital para afrontar la caída en las ventas, pero insisten en que las ayudas no se han concretado y que deben seguir pagando arriendos, IVA, impuestos y contribuciones, pese a que sus ingresos no superan el 30% que antes del coronavirus.
La incertidumbre económica que trajo consigo la pandemia del coronavirus, fue el motor para que un grupo de pequeña y medianas empresas del Biobío conformaran un incipiente grupo de WhatsApp en abril como una forma de apoyarse ante la adversidad y por fuera de las cámaras de comercio locales.
El grupo, que ha comenzado a establecer estrategias digitales para potenciar las ventas, ya cuenta con más de 500 miembros y se formó oficialmente como una agrupación sin fines de lucro denominada Somos Pymes Biobío, con la que han pasado de tener ventas del 5% hasta el 30% gracias a la visibilización entregada en redes sociales.
Además, la organización ya cuenta con presencia en Ñuble, La Araucanía y la Región Metropolitana y esperan poder expandirse a más regiones del norte y sur del país. En concreto, cuentan con transmisiones en vivo por sus cuentas de Facebook e Instagram para promocionar a los negocios locales, han hecho ferias online y hace un par de semanas lanzaron su propio sistema de delivery, para hacer frente a los altos cobros de las aplicaciones de reparto a domicilio.
Sin embargo, su director, Gabriel Sepúlveda, confiesa que están en una situación crítica, especialmente porque las ayudas hacia su sector no se han concretado, los cobros se siguen realizando y la cuarentena empeoró aún más las cifras de ventas.
-¿Cómo ha influido la estrategia digital de Somos Pymes en un sector en el que no está muy desarrollado el uso de redes sociales para llegar a un potencial comprador?
-Todo suma, todo lo que hacemos es para ayudar a las pymes a salir adelante. Antes de la cuarentena hacíamos ferias virtuales, nos reuníamos 20 negocios en el centro de eventos Tijuana y era como recorrer una feria, nosotros íbamos mostrando los productos y llegamos a un alcance de 60 mil a 80 mil personas, un súper buen rango. Ahora que estamos en cuarentena, hicimos un listado con todas las pymes que están atendiendo con delivery e hicimos el lanzamiento de nuestra app, porque queremos ayudar a los negocios que no son de primera necesidad y que pueden seguir funcionando de forma digital. Estamos constantemente pensando en cosas para apoyarnos.
-¿Y qué ha pasado con los apoyos financieros de parte del Gobierno?
-Todo lo que se ha propuesto de apoyo a las pymes con los créditos Fogape y los fondos Sercotec, han sido una raya en el agua porque nada de eso se ha concretado. Tengo la estadística de que del 100% de los socios que representamos, solamente el 10% recibió el crédito covid. Y por eso es importante el trabajo que hacemos porque hoy nos está afectando el tema mental, la incertidumbre de cuándo vamos a retornar y para muchos este momento es crítico y mortal porque hay que pagar arriendos, sueldos, imposiciones. No hemos tenido ayudas directas y la única institución que nos dio un poco de atención fue Corfo, que nos apoyó con charlas y conversatorios para poder postular de forma correcta a sus fondos, lo mismo con la Municipalidad de Concepción que lanzó un fondo "Reactiva tu pyme". Pero más allá, ni con los bancos, nos estamos salvando con lo propio.
-¿Cómo analizan su competencia con el retail, quienes han podido seguir funcionando durante toda la pandemia y, especialmente, de forma digital durante las cuarentenas y con ciertos productos que son éxito de ventas?
-Es muy complicado competir con el retail, ellos tienen campañas monstruosas en los medios, le dan al consumidor crédito, tienen estos "cyberdays" y potencian a que sigan funcionando. La gente no tiene la costumbre de comprarle a las pymes online, nosotros estamos haciendo charlas y digitalizamos muchas pymes, pero el consumidor se sigue dejando llevar por el retail.
-¿Cómo han funcionado con las redes sociales, donde -especialmente en cuarentenas- las personas escriben buscando venta de productos cerca de sus hogares y que estos sean despachados a sus casas?
-Las pymes están súper adecuadas al delivery, los que son dueños de sus negocios van ellos mismos a dejar sus cosas, nadie se complica porque es un ítem fundamental. Pero lo que nos tiene preocupados es que hay mucho comercio informal, a raíz de que la pandemia surgieron pymes informales, hay un montón de gente que vendió pipeño durante las Fiestas Patrias y no tenían permiso, patente, no tenían nada.
-Ha sido una respuesta a las altas cifras de desempleo que deja la pandemia.
-Obvio. Estamos hablando de más de 2 millones de personas desempleadas, yo tampoco critico porque es lo lógico. Si yo me hubiese quedado sin empleo y no tuviera mi pyme, posiblemente hubiese inventado algo para poder sobrevivir, al final esta es la ley de la supervivencia, no puedes hacer nada. Pero lo que sí nos preocupa es que a las pymes nos sigan cobrando el IVA, las imposiciones, contribuciones y todo tal cual, como si estuviéramos vendiendo lo mismo que vendíamos antes de la pandemia. Ese es el tema preocupante.
-Al inicio de la pandemia se proyectaba septiembre para la reapertura de negocios que han estado cerrado durante estos más de seis meses, como es el caso de restaurante o gimnasios, sin embargo, a fines de agosto recién se establecieron cuarentenas, ¿cómo les afecto eso a su proyección de reapertura?
-La verdad es que la cuarentena fue un balde de agua fría, porque todos los meses anteriores tampoco pudimos abrir de forma normal y la gente no iba a las boutiques o a una zapatería, sino que compraban en una farmacia o el supermercado. Es súper complicado y preocupante lo que se viene, todas las soluciones de reapertura se han pensado con base en Santiago, si abrimos restaurantes al 30% y sólo terrazas, acá estamos en tropiconce, llueve un día y murió el negocio.
Por eso insistimos en que las soluciones vayan porque congelen los impuestos, las imposiciones, las contribuciones, apoyar con un subsidio de arriendo. Yo por ejemplo, pago $3 millones 500 mil por dos locales y vendiendo el 30% que antes.
-Pensando en las próximas semanas, ¿tienen pensadas actividades especiales para seguir aportando a las pymes?
-Estamos haciendo un catastro con diferentes zonas, la roja las que están muy mal y que necesitan ayuda urgente, las amarillas que están sobreviviendo y las verdes que están entrecomillas bien porque se pueden pagar sus costos. Porque no hay nadie que esté bien.