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Del caribe colombiano directo al Biobío

Lali de la Hoz: una propuesta que fusiona ritmos en la capital del rock

Cantante llegó a la zona a fines de 2018. Desde entonces ha hecho de Concepción su centro de operaciones creativo.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

Con un proyecto que inició en 2014, en Barranquilla, Colombia, la música de Lali de la Hoz fusiona ritmos afrocolombianos, rápidos y más lentos, con el sonido típico y llamativo del Caribe.

Todo en un estilo que ella misma define como "fusión latinourbana". "Hago toda clase de música para que la gente baile, desde salsa, una champeta hasta música urbana", confiesa.

Dos años más tarde, la cantante nacida en Puerto Colombia -en la costa caribeña del Departamento de Atlántico- se mudó a la capital Bogotá y rearmó, nuevamente, su banda. "Hoy son cinco chicos los que me acompañan y llevo ya dos años con ellos", comenta de la Hoz.

La "Laliband", como se denominan, está compuesta por Sebastián Gómez (bajo), Felipe Cofré (congas), Gerardo Urrea (teclados), Manuel Vásquez (batería, timbal) y Maik Silva, en guitarra.

EL CAMINO

Con 24 años, Lali manifestó un interés en la música desde temprana edad, iniciándose como percusionista.

Es, precisamente, esto último lo que la conecta con la zona. En 2018 -cuando pertenecía a la agrupación bogotana La Perla- la colombiana visitó Chile en medio de la gira "Bruja", en abril.

Un tour que también llevaría a la banda por Europa. De acuerdo a la cantante, tenía la idea de emigrar. "Quería irme de Colombia y vivir en otras tierras. Dije en las giras voy a aprovechar de ver dónde me quedo, si me quedo en Chile o me voy a Europa", apunta.

"Llegué y me gustó mucho Concepción, porque se parece a mi ciudad -Barranquilla, en la costa colombiana- no por el clima, pero por lo pequeña. Venía de Bogotá, una ciudad enorme, y no quería llegar a otra como Santiago. Me encantó la ciudad, su gente y energía. En noviembre de 2018 me vine a vivir definitivamente", agrega la artista.

Si bien esta definición de "fusión latinourbana" engloba muchos estilos y ritmos, afirma que le gustan las mezclas y lo raizal. Todo con influencias que recoge de artistas como las célebres Totó la Momposina y Petrona Martínez, la salsa de Ismael Rivera y Celia Cruz, y la argentina Nathy Pelusso, entre otros.

-¿Estas son influencias que recoges desde pequeña o desde que decidiste hacer música ya más grande?

-Desde que estoy muy pequeña hago música, porque mi papá es artista. Él me enseñó todo sobre la percusión y aprendí (...) Crecí en un lugar donde se ve mucho la música afro y de tambores. Donde vivía hay un puerto y por ahí entró todo. Hay toda una combinación.

SU TRABAJO

Con dos EPs de cuatro canciones, "Cancionero a la luna" (2019) y el último lanzado en mayo pasado, "Se siente caliente"; hoy la colombiana trabaja en lo que será su primer largaduración y la consolidación de un proyecto que pasó del Caribe al Biobío hace dos años.

Cuenta que el disco lo está programando para fin de año o inicios del próximo con 11 canciones, todo en un homestudio. Algo que define como una exploración de ritmos urbanos y electrónicos, con sonidos afro y sintetizadores. "Estoy encerrada componiendo para el disco, en un trabajó que inicié hace dos o tres meses", resume la intérprete.

Con 24 años, la cantante se inspira en la gente y sus historias para hacer su música. "Escribo de todo, pero que sea real", afirma.

Lo que pasó en Chile y ahora pasa en Colombia

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Además de trabajar en su nuevo disco y de producir a otros artistas, esto último en medio de la pandemia y de la mano de su propio sello Wachafa Records, Lali de la Hoz se inspira en la gente y sus historias para sus letras.

"Ahondo mucho en lo socio político, en el amor. Escribo de todo, pero que sea real", señala.

Desde Concepción, la cantante ve a lo lejos la situación de violencia que ha azotado a su país natal en las últimas semanas.

"Es un tema súper doloroso para mí. Hemos estado sumidos en la violencia por mucho tiempo y ha sido muy difícil. Todo ese dolor lo he hecho canción, todos tenemos alguien que ha sufrido violencia", dijo.

Estar en Chile, agrega, y encontrarse con el estallido social (en octubre pasado) fue asombroso.

"En Colombia falta eso, ese punto donde la gente tiene que alzar su voz y ahora está pasando eso. Es chévere que la gente despierte y clame por sus derechos, que digan que están cansados", señala la caribeña.

Con su música en Spotify y plataformas digitales relacionadas al medio, todos los detalles y novedades sobre la cantante están disponibles en Facebook (Lali de la Hoz) e Instagram (@ladelahoz).

Comentario de danza

Microespacios (in)visibles: aproximación a las nuevas poéticas corpo - espaciales

En el presente los espacios cotidianos se transforman en escenarios de difusión del quehacer creativo.
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Plataforma Mínima

Realidad y contexto actual. ¿Cómo se adaptan y modifican los espacios cotidianos como territorios performáticos? Son estos espacios los que se transforman en ventana de creación y difusión del quehacer creativo, entendiendo la necesidad de buscar y adaptarse a las nuevas formas de creación.

Allí nuestros espacios confinados cobran nuevas interpretaciones y se adaptan con gran flexibilidad al ritmo vertiginoso de la creación experimental e investigativa de las proyecciones y relaciones entre cuerpo, espacio y movimiento.

Configurar el movimiento y la presencia en el espacio. Surge una nueva relación del cuerpo con la espacialidad, una redefinición de corporalidad, cuerpo virtualizado, resonante y digitalizado. Tránsito de un espacio objetivo a uno pleno de significaciones, de modos de experimentar otras poéticas, que apuntan hacia la relación entre ficción y realidad.

Posicionar y valorar estos micro espacios como elementos narrativos dentro del nuevo paradigma creativo. Aparecen como un nuevo desafío que abre oportunidades, al mismo tiempo que, estas espacialidades se nutren y enriquecen con el cruce entre campos disciplinarios.

Cambios expresivos y conceptuales que las nuevas narrativas, espacios y tecnologías están impulsando, además de permitir la vinculación con territorios fronterizos entre materialidad y nuevos bordes. Microespacios visibles que hoy nos encausan a la construcción y narración de nuevas poéticas corpo-espaciales y cómo las habitamos y transitamos.

DANZA EXPANDIDA

En este contexto, el trabajo investigativo/visual busca visualizar y poner en valor estas nuevas formas de hacer arte y las nuevas posibilidades de crear mediante recursos propios.

Micro espacios creativos, cargados de colaboración, versátiles y adaptables, los cuales promueven la rotura de estereotipos corporales, estéticos y espaciales. Rompen, mediante el uso de la tecnología, la representación e interpretación tradicional de los cuerpos, anatomías y contextos.

Lo anterior, nos entrega múltiples posibilidades de proyección y movimiento que un cuerpo puede tener en un espacio confinado. Dichas estructuras contienen la creación de nuevas estéticas y narrativas corporales, en coherencia con el relato y códigos propios de los espacios cotidianos.

Apertura y definición del concepto "límites", a partir de lo cual se proyectan nuevos planos de condensación y espacios de exploración corpo-visual. Predomina la necesidad de vincular la danza con otros dominios artísticos bajo la perspectiva de danza expandida, considerando al cuerpo humano como eje vector y motor creativo exploratorio.

Es una oportunidad de revisitar espacios cotidianos y desafiarnos a vivirlos desde otras perspectivas, como metodología y herramientas para el desarrollo de la creatividad, la narrativa y el aprendizaje conectado.

Esto nos permite experimentar nuevas formas de hacer y transformar la relación cuerpo-espacio y acción-espectador, codificado mediante la imagen electrónica y amplificado a través de soportes tecnológicos.

Los espacios se convierten en contenedores que nos albergan y sintetizan entorno a múltiples interpretaciones y abstracciones. Se trata de absorber y convertir. Explorar nuestros lugares (sea la definición que cada cual da a su territorio) y cómo se definen y reivindican mediante la experimentación.

Estados corporales y estados espaciales. Construcción de nuevos significados escénicos y de experiencias. Se trata de una oportunidad de generar micronarrativas corpo-visuales desde espacios comunes, en constante búsqueda de lenguajes, de movimientos y corporalidades habitadas por lo cotidiano y lo ficticio.