El primer semestre de este año, según las estadísticas del Barómetro de Conflicto de la Multigremial de La Araucanía, en Biobío se denunciaron 38 episodios de violencia rural. Trece de ellos afectaron a contratistas forestales, según el mismo informe, sector que hace varios años concentra los ataques que se registran en el cono sur de la Provincia de Arauco.
René Muñoz Klock, presidente de la Asociación de Contratistas Forestales, Acoforag, agrega que "desde 2014 tenemos un atentado cada diez días. Esto ha ido aumentando en el último tiempo, donde tenemos seis atentados mensuales. Los trabajadores están inmersos en ese ambiente de inseguridad que es muy nocivo para ellos y sus familias".
Muñoz plantea que lo primordial ahora es restablecer la seguridad pública en el territorio. Sin embargo, cree que este es sólo un factor vinculado al problema de violencia en la zona y que la mejor manera de afrontarlo debe ser el diálogo. Su organización está disponible para participar en una mesa de trabajo para lograr ese objetivo, afirma.
-¿Cómo se desarrolla ahora la faena forestal?
-Con una total inseguridad. Las empresas principales nos proporcionan algunos elementos de vigilancia, pero cuando se produce el ataque, no hay nada que lo detenga. La única manera de detener un ataque sería tener un tanque en cada línea de producción. Cuando se produce el ataque se trata de un grupo numeroso, fuertemente armado, con disparos que atemorizan a cualquiera. Las faenas están en permanente vigilia. El ambiente no es sano y obliga a que nuestros trabajadores estén permanentemente evaluados sicológicamente.
-¿Reciben alguna ayuda, económica o sicológica? El gobierno creó un fondo, la Fiscalía tiene atención a víctimas...
-De la fiscalía nunca hemos tenido apoyo. Y en el caso del fondo, está dirigido a aquellos empresarios forestales que no tienen seguro, y también para el pequeño empresario, con facturación menor a 100 mil UF al año. La ayuda no es a manos abiertas, tienes que calificar dentro de un programa y principalmente es a través de Sercotec, con proyectos y devolución de dineros por alrededor de 50 millones de pesos, pero nosotros tenemos equipos que uno solo cuesta eso. Entonces, no calificamos y quedamos fuera de ese apoyo.
-¿Qué pasa con los seguros?
-Las compañías de seguro arrancaron de la macrozona sur. Las pólizas excluyen a la Región del Biobío, La Araucanía y Los Ríos. Si hay violencia extrema, como la de acá, para ellos ya no es un negocio y se van. Los seguros que existen hoy han aumentado las primas en casi un 50%, con deducibles que llegan hasta un 35% y con valores indemnizables de hasta 80%. Entonces, estás perdiendo el 50% del valor de tu equipo y estás perdiendo tu patrimonio. Cuando nos dicen que quemamos nuestros equipos para cobrar el seguro es una brutalidad tan grande... no tiene lógica.
-¿En qué situación están los contratistas que han sufrido ataques?
-En el sector tenemos 2 mil puestos de trabajo menos, alrededor de 15 empresarios que ya se fueron y como la inseguridad es tan grande, el negocio forestal está tambaleando, no es una actividad atractiva, a pesar de que la Región del Biobío es per sé forestal. Entre el 40 y 50% de la gente que se mueve en el sector depende del sector forestal. Se ha transformado en un negocio complicado.
-¿Por qué cree que les queman equipos a ustedes? La causa es en contra de las grandes forestales, que no se ven tan afectadas porque pueden contratar a otra empresa...
-La anarquía que reina en estos delincuentes hace que les dé lo mismo que se queme un camión a un pequeño empresario. No creo que hagan la separación entre grandes, pequeñas o medianas empresas. Para ellos el objetivo es destrucción, violencia, anarquía, por eso lo que se les ponga por delante lo queman: cabañas, iglesias, vehículos. Muchos dicen que esto no es terrorismo, que son actos delictuales, pero esto causa terror en las familias, los habitantes de las ciudades, en todos.
-¿Los trabajadores son de las mismas zonas?
-Sí, son de las mismas comunidades. Aproximadamente un 20% de nuestros trabajadores son de origen mapuche. Tenemos jefes de operaciones, prevencionistas, jefes de mantención, eléctricos. Desde la alta jefatura de la empresa forestal hay personas de ascendencia mapuche. No tenemos nada en contra de ellos, creemos que han sido un aporte, y esa es la contradicción que se nos produce: por qué nos pasa esto a los empresarios, que somos los que damos trabajo.
La irracionalidad con la que se manejan los violentistas no distinguen si son sus propios congéneres. Todos entran en el mismo bolso.
Fiscalía y autoridades
René Muñoz está molesto con el trabajo investigativo de la Fiscalía. Afirma que sólo se han resuelto dos de las 212 causas denunciadas.
-¿Cómo apoyan las investigaciones? La fiscal regional dijo que uno de los principales problemas que tenían era que los testigos no querían declarar por temor y es complejo avanzar en una investigación si no tienen a personas que quieran colaborar...
-No discuto que eso sea así, ni tampoco que un operador de un equipo asaltado no quiera participar. Los que quieren participar lo hacen, pero los que tienen miedo no están obligados a hacerlo.
-Pero es complejo sustentar una investigación si no existen pruebas para aquello y ahí sí es importante contar con testimonios...
-Esa no es excusa para decir que no se avanza o es lento el sistema. La fiscal tiene que ser capaz de generar nuevas formas de investigar.
-Ustedes quieren que se declare Estado de Excepción. Para la gente que vive allá debe ser complejo ver militares armados pasando por todos lados. También las medidas que se puedan adoptar son diferentes... ustedes piden eso por los problemas de seguridad que tienen, pero en la provincia vive más gente...
-Anda a preguntarle a las personas de Cañete, Antiquina, Quidico, Contulmo, qué es lo que quieren. La provincia está capturada por la violencia. Pero es más fácil no tomar esas decisiones y que los seguros paguen los equipos. El problema es que cuando empieza a haber muertes de personas el conflicto va para otro lado.
-Normalmente las declaraciones de Acoforag tienen que ver con seguridad. Ustedes son muy críticos en sus declaraciones. ¿Cree que eso influye en la percepción que se tiene de la asociación?
-Puede ser, pero nos sale de esa manera porque hemos sufrido demasiado. Es lo mismo que te vayan a quemar tu oficina varias veces y llegaran disparando, o que tres veces al mes te vayan a quemar tu casa, luego la levantas y llegan de nuevo y te la queman. Ese es el ambiente de trabajo nuestro y por eso somos duros en exigir al gobierno que nos entreguen las herramientas necesarias para trabajar.
Cuando se está destruyendo la Provincia de Arauco a vista y paciencia de todos y no se hace nada, y sólo se condena y lamenta desde Santiago, eso no es razonable. Por eso lo criticamos y vamos a seguir siendo duros con los fiscales, parlamentarios, Poder Judicial y el gobierno. Lo único que queremos es trabajar en paz y pronto.
-Cuando se habla del conflicto en Arauco se dice que la solución es el diálogo. ¿Están de acuerdo? ¿Estarían disponibles para participar?
-Creemos que es la única forma de encontrar la paz. Si hubiese alguna manera de generar una instancia de ese tipo, no sé si será la solución, pero es la primera acción que se tiene que tomar. Si somos invitados a participar, obviamente vamos a estar en esa mesa de trabajo de personas que quieren que la paz y tranquilidad llegue.
Por Alma Canales Silva
alma.canales@diarioelsur.cl
Según el Barómetro de Conflicto, en el primer semestre se produjeron 38 ataques en la Región. Trece afectaron a contratistas forestales.