"La recaudación centralizada permite establecer equidad a nivel territorial"
En el marco del debate constitucional, el representante local aboga por mantener el actual sistema de recaudación de impuestos.
La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) desarrolla actualmente un documento que establece la visión gremial a raíz de la crisis sanitaria, económica, social e institucional que vive el país. Desde el ente empresarial advierten que los acontecimientos que aquejan a la ciudadanía requieren del esfuerzo de todos y, "más que nunca, de la acción decidida de las empresas".
A través de su denominada "hoja de ruta", el organismo propone un punto de partida que se enmarcará en dos vertientes: el proceso constitucional y la recuperación financiera y social post pandemia.
En miras de este trabajo, el consejero gremial e integrante del comité ejecutivo de la Sofofa, Javier Álvarez, comenta a Diario El Sur cuáles serán los puntos esenciales, sobre todo aquellos que son de especial atención para la Región del Biobío: distribución de tributos, descentralización y reconocimiento de los pueblos originarios.
-Según dice el documento, "no están dadas las condiciones y no es conveniente transitar a un modelo con autonomía tributaria y de ingresos propios de los Gobiernos Regionales". ¿Por qué? ¿Cuál es el riesgo?
-Chile se define como un Estado unitario y tenemos un sistema de recaudación de impuestos que es centralizado. Pensamos que Chile tiene esta tradición positiva y genera una redistribución de recursos que permite reforzar las zonas que son más débiles, tomando impuestos de las zonas que son más fuertes. La recaudación centralizada permite establecer equidad a nivel territorial, de manera que no sean favorecidas las regiones ricas por sobre las regiones más pobres.
Sin perjuicio de lo anterior, Álvarez puntualiza que la entrega de recursos regionales es un proceso que tiene que ser fortalecido y que debe incrementarse por medio del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y las arcas municipales. "Lo que debería haber es más asignación y un mayor equilibrio en los fondos comunales. Hoy existe una asimetría tremenda. Nosotros tenemos comunas que reciben presupuestos como un país africano, y hay otras en Chile que tienen presupuestos equivalente a países europeos desarrollados. Es algo que tiene que corregirse a nivel central", enfatiza.
-¿No cree que el hecho de mantener las transferencias desde el nivel central agudizará el descontento de las regiones que exigen mayor autonomía en esta materia?
-No veo que sean ideas contrapuestas. Efectivamente, hay un clamor de las regiones por más recursos, y eso, efectivamente, puede ser así, sin necesidad de cobrar tributos locales. Debe haber una redistribución de fondos y aumentar los presupuestos comunales, lo que se recibe por medio del FNDR o al disminuir los presupuestos ministeriales.
-En esta misma línea, ¿considera adecuado el proceso de descentralización que ya inició el país? ¿O es mejor esperar la posible discusión constitucional?
-Yo creo que ese proceso es imparable y es positivo. Ahora, a uno siempre le gustaría que las cosas se hicieran con un grado de sofisticación y de la manera más correcta posible, pero esto tiene que partir y ya se hizo (…) Además, me parece importante que se hagan las elecciones de gobernadores, pues el debate constitucional es una gran oportunidad para plantear una descentralización y un apoyo al proceso de mantener regiones fuertes y vivas.
-¿No es contradictorio decir que la descentralización es positiva y abogar al mismo tiempo por una recaudación centralizada?
-Es que son canales diferentes. Me parece que lo importante es que los recursos lleguen.
-¿Ve en la figura del gobernador regional más oportunidades de mejorar la gobernanza en torno a la infraestructura para el desarrollo local?
-Indudablemente, eso es trascendental. Un buen o mal gobernador hará una gran diferencia en términos de atraer inversión, generar crecimiento y empleos, porque, justamente, la vocación productiva y el ordenamiento territorial será una de sus competencias.
PUEBLOS ORIGINARIOS
-La Sofofa advierte en su hoja de ruta que es fundamental que los pueblos originarios del país sean reconocidos. ¿Cómo se logra eso particularmente?
-Este es un tema central que, constitucionalmente, debe ser reconocido. Y siendo la Constitución el marco que nos rige, después vendrán muchas leyes que estarán asociadas y que tendrán que ver con el reconocimiento de ciertas tradiciones históricas, el lenguaje o la conformación de la propia cultura nacional.
-Este pareciera ser un tema en el que muchos coinciden. ¿Por qué entonces ha costado tanto concretar acciones que vayan en esta línea?
-Nuestros políticos han estado actuando de forma tardía. Hay un descrédito muy grande y creo que, efectivamente, ha habido lentitud frente a diagnósticos evidentes, como las pensiones, la calidad de la educación o la modernización del Estado. La clase política no le ha dado la velocidad y necesidad de la demanda ciudadana.
-¿Piensa que las empresas privadas, en particular el rubro forestal, deberían adquirir un mayor protagonismo en la búsqueda de un diálogo fecundo con las comunidades mapuches en conflicto?
-Las empresas en su conjunto, no solo forestales, tenemos una responsabilidad global con lo que pasa en Chile. Las empresas son miembros activos de la sociedad y somos las responsables de mover un gran porcentaje de la economía, de generar empleos, de mover el aparato productivo y, de una u otra manera, tener responsabilidad sobre los recursos naturales. Las empresas no pueden estar ajenas a este debate. La Sofofa ha mostrado siempre una personalidad activa en este tipo de cosas, y no me extrañaría que desde la Corma o las propias empresas forestales estén compartiendo la idea de ser activos en buscar soluciones.