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Proyecto de divulgación científica escolar

Vincular la ciencia con la sociedad: los 25 años de trabajo del Programa Explora

Anita Valdés, la primera directora regional de la iniciativa, destaca que gracias a ella se ha logrado explicar el diario vivir con el método científico y que las mujeres que se dedican a investigar sean más relevantes.
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Por Tendencias

"Se ha logrado una mayor valoración en general de la ciencia, vemos que incluso hoy frente a la pandemia se busca y se espera información científica, tiene un espacio y uno importante. Frente a desastres naturales se busca información científica, se busca consultar expertos y esas cosas introdujeron el lenguaje, la comprensión de la naturaleza, del ambiente, de nuestras propias experiencias", sentencia Anita Valdés, primera directora Programa Explora, cuando se le consulta sobre el aporte de la iniciativa de divulgación científica a nivel escolar que este mes cumplió 25 años de historia.

Su creación se remonta al año 1995 cuando la entonces Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, del Ministerio de Educación creó el proyecto con el objetivo de darle una institucionalidad necesaria a la promoción de divulgación y valoración.

En la Región del Biobío la implementación estuvo a cargo de la Universidad de Concepción (UdeC) y hace 10 años que funciona a través del Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías (Cicat).

INTEGRACIÓN DE LA CIENCIA

El actual director del Programa Explora, Juan Carlos Gacitúa, plantea que los principales aportes del proyecto "es el promover el desarrollo de una cultura científica en la población, especialmente entre niños y jóvenes, esto ha supuesto que poco a poco se vaya construyendo una red de colaboración que van desde los niños y profesores, pero también una gran cantidad de científicos-investigadores que nos ha ido aportando desde sus respectivas instituciones en la creación de un ecosistema".

En ese sentido, el sociabilizar la ciencia, sacarla de los laboratorios y que fuera más accesible para la ciudadanía y que finalmente sea utilizada por la población para explicar situaciones cotidianas es parte de lo que también destaca Anita Valdés.

Ella asevera que "lo científicos, los especialistas, los investigadores; vivían tremendamente encapsulados en su mundo, no veían necesario interactuar con los demás, hacer comprensible para la gente común y corriente su conocimiento. El Programa Explora los invitó a salir de su encapsulamiento, los fue guiando y apoyando, generando oportunidades".

También, destaca Valdés, hubo en rol en reconocer la participación de la mujer y que estén ocupando en la actualidad un rol mucho más relevante, en una primera línea de trabajo y con un mayor liderazgo. Lo anterior ha permitido que las niñas "estén en una conciencia del deseo de descubrir, investigar, de dedicarse a la vida científica", precisa.

ATRAER CON EL MÉTODO CIENTÍFICO

De aquí en adelante, Gacitúa plantea que el desafío seguirá siendo el mismo: "encantar a niños y profesores, hacer que la ciencia sea un filtro por el cual observamos y tomamos decisiones en nuestros distintos contextos, y cómo incorporamos nuevas estrategias para que profesores puedan trabajar con el método y rigor científico en sus respectivas asignaturas".

Es parte de lo que se ha visto en pandemia, donde el Programa Explora ha focalizado en llegar, desde otras plataformas a aquellos sin internet. Pero también en acercar las tecnologías, en apoyar en las nuevas formas de educar. Siempre buscando que la ciencia esté más cerca.

Científico local es el primer chileno en recibir el Premio al Investigador Joven

El galardón se otorga por la Federación Iberoamericana de Sociedades de Catálisis por la labor científica en dicha área para investigadores menores de 40 años.
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El Premio al Investigador Joven el galardón recibido por el doctor Cristián Campos Figueroa, académico de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción, reconocimiento que entrega la Federación Iberoamericana de Sociedades de Catálisis y que por primera vez es otorgado a un chileno.

Sobre el reconocimiento, el doctor Campos puntualizó que "realmente me siento muy agradecido por este premio, pues valida mi trabajo al interior de la Universidad de Concepción en el área de investigación en la disciplina de Catálisis Heterogénea y Ciencia de los Materiales".

El galardón es bianual y se entrega en reconocimiento a la labor científica destacada en el área de catálisis, por investigadores iberoamericanos, que no tengan más de 40 años y que hayan desarrollado un trabajo original y de alto valor científico.

En Chile, dicha federación está suscrita a la División de Catálisis y Absorción de la Sociedad Chilena de Química, que cuenta como representantes al doctor Néstor Escalona de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el doctor Francisco Gracia de la Universidad de Chile, como presidente y vicepresidente, respectivamente.

Campos contó que "ellos se contactaron conmigo y me invitaron a participar en la convocatoria presentando mis antecedentes para ser evaluados en una comisión nacional junto con otros participantes. Resulté ser el seleccionado nacional, por lo que presentaron ante la Fisocat mi candidatura".

El premio consiste en la invitación a participar con una presentación tipo "keynote" durante el desarrollo del Congreso Iberoamericano en Catálisis, el cual se realizará de manera virtual del 26 al 18 de octubre de este año.

El investigador explicó que "el tema que presentaré tiene relación con el uso de catalizadores metálicos operacionalmente estables en base a soportes naturales y biocompatibles, para la producción de compuestos buildings blocks de interés farmacéutico a partir de hidrogenación de nitroarenos empleando condiciones de reacción benignas para el medioambiente, los que han alcanzado tasas de reutilización de 15 ciclos de operación en continuo sin pérdida de su capacidad catalítica".

Opinión

Medicamento como bien social en tiempos de pandemia

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La pandemia ha generado cifras alarmantes de contagios y muertes. En ese escenario, es urgente contar con medicamentos para tratar a los pacientes, reducir su estancia hospitalaria, la gravedad de sus síntomas, así como disminuir la mortalidad. En esta línea, es que han aparecido prototipos de vacuna con la finalidad de contar con una protección, sin embargo, aún se encuentran en estudio.

Por ende, ante la falta de vacuna, se necesitan medicamentos que puedan ayudarnos a tratar a los pacientes. Han aparecido diversos estudios que han señalado la presunta utilidad de fármacos como la dexametasona, ivermectina, entre otros, y también ha surgido la utilidad de una molécula poco conocida, el remdesivir.

Es un fármaco antiviral que fue desarrollado para tratar a los pacientes que presentaban ébola, sin embargo, también ha demostrado efectividad frente al SARS-CoV y al MERS-CoV en modelos in vitro y animales, por lo que se propone que teóricamente pudiese ser efectivo en el tratamiento del Covid-19.

En específico, los estudios existentes han sido desarrollados en pacientes graves con Covid-19 y, si bien existe un poco de controversia respecto a estos estudios pues han sido realizados en un número pequeño de pacientes, por lo que se piensa que no se pueden establecer resultados concluyentes, se asocia el uso de remdesivir con una reducción de aproximadamente 4 días en la recuperación de los pacientes. Asimismo, se postula que podría generar una mejoría en pacientes graves y una reducción en sus síntomas respiratorios y febriles, puesto que generaría una disminución en la replicación del virus a nivel respiratorio. No obstante, se requieren más estudios que respalden fehacientemente la efectividad del fármaco en este cuadro infeccioso.

Como todo fármaco, el remdesivir no está exento de reacciones adversas y se ha establecido que pudiese ocasionar problemas hepáticos, hipotensión, náuseas, entre otros. Su empleo en los pacientes hospitalizados con Covid-19 es por vía endovenosa y no hay evidencia respecto a su efectividad en la prevención de la infección.

La FDA en Estados Unidos aprobó la utilización de remdesivir en pacientes con COVID-19 debido a los resultados beneficiosos relacionados con su uso, sugiriendo que su empleo en los pacientes sea por entre 5 a 10 días.

Lamentablemente el gobierno estadounidense adquirió 500.000 dosis del medicamento, limitando el acceso a otros países, ya que esta compra significa el acaparamiento de casi la totalidad de las dosis producidas en julio, agosto y septiembre. Esta situación ha generado revuelo puesto que produce un dilema ético, cuestionando el actuar del gobierno estadounidense ya que, al no existir una vacuna, se dificulta el acceso a un medicamento potencialmente útil que podría convertirse en una alternativa para el manejo de la infección. En la situación en que estamos a nivel mundial se necesita la cooperación entre los gobiernos de distintos países y no la limitación en el acceso a los medicamentos al ser estos acaparados por un país en particular.

El laboratorio encargado de la producción del medicamento es Gilead Sciences, una compañía estadounidense que, se postula, recibió presiones del gobierno para llegar al acuerdo que beneficia a esa nación.

Si bien, este laboratorio es una industria que se encarga de vender un medicamento, debemos considerar que no es lo mismo que vender otro tipo de artículos, ya que el medicamento no debe ser visto como un bien de consumo, sino como un bien de uso social en que la carencia o dificultad de acceso acarrea injusticias y, sobre todo, va en contra de la salud de las personas.

Arnoldo Miranda Tassara

Académico de Química y

Farmacia Universidad San Sebastián