Biobío pierde 131 mil puestos laborales en el último año
Cifra representa un quinto de la fuerza laboral de la Región, mientras que la tasa de cesantía se situó en el 10,3%. Según el último reporte del INE, los sectores más afectados son el comercio, la enseñanza y los hogares como empleadores.
Los efectos económicos de la pandemia se agudizaron aún más. Así da cuenta el último reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del trimestre móvil abril-junio 2020, en donde se revela que la tasa de desocupación local alcanzó un 10,6%, es decir, hubo un incremento de 3,3% en relación a igual período del año anterior. Durante el trimestre enero-marzo de este año la cifra llegó al 10,1%.
Tan crítico es este escenario que solo es comparable con lo ocurrido luego del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, cuando la tasa de desocupación de sus primeros seis meses se fijó en 10,9%. Si bien todavía no se llega a este parámetro, preocupa el total de trabajadores afectados que presentó la Región del Biobío, en comparación a su fuerza laboral para esta temporada.
Según el INE, la cantidad de personas ocupadas del trimestre móvil decayó en un 19% en doce meses, lo que equivale a 131.844 trabajadores menos. Este número representa un quinto de la fuerza laboral estimada por el organismo estatal para 2020 (636.080) y profundiza la destrucción de empleos en casi cinco mil plazas si se compara con la estadística del trimestre enero-marzo. El retroceso estuvo incidido mayormente por los sectores enseñanza (-17%), comercio (-28%) y hogares como empleadores (-53%).
DIMENSIÓN
Ariel Yévenes, académico de la Universidad del Bío-Bío (UBB) y economista del Centro de Estudios Corbiobío, plantea que la información proporcionada por el INE viene a dimensionar de manera más directa los efectos de la emergencia sanitaria, sobre todo al considerar el daño a estas ocupaciones. "Aquí se está registrando destrucción de puestos laborales y eso tiene relación con la falta de actividad económica producto de la pandemia", puntualiza.
El profesional advierte que los números seguirán incrementándose en la medida de que se extienda la emergencia y la cantidad de contagios.
Desde la Universidad de Concepción (UdeC) comparten el análisis. A juicio de Juan Saavedra, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, la tendencia actual del país hace suponer que todo continuará subiendo, especialmente si se toma en consideración lo ocurrido en julio.
"Estas cifras deberían aumentar un poco, pero aumentar, al fin y al cabo, tanto a nivel nacional como aquí en la Región. Hoy las condiciones generadas por la pandemia no han cambiado, en el sentido de que el comercio no actúa y hay muchas industrias que no están funcionando", sostiene Saavedra.
MEDIDAS
Para ambos expertos la solución pasa más bien por el rol que pueda cumplir el Gobierno. En primer lugar, el académico de la UdeC expone la necesidad de que el Ejecutivo promueva la creación de empleos por medio de obras públicas "y así tomar a muchas personas que actualmente no están trabajando".
Como segundo aspecto, Saavedra agrega que serán fundamentales los mecanismos de desconfinamiento. "Todavía estamos en medio del proceso y nos quedan algunos meses, pero hay que abrir porque no se puede seguir confinando indefinidamente. Poco a poco hay que avanzar", remarca.
El desconfinamiento, sin embargo, debe ser mirado con cuidado, advierte Ariel Yévenes, "ya que no servirá volver a activar la economía un mes y después volver a caer en una situación de contagios elevados".
Dado que hay que priorizar la salud y esperar que la emergencia sanitaria termine por completo, el economista asegura que la solución estará incidida por el diseño de instrumentos para la protección del empleo en las grandes empresas, a través de una articulación público-privada.
PEQUEÑO COMERCIO
En cuanto al pequeño comercio, Yévenes comenta que es necesario activar subsidios o apoyos que promuevan la liquidez, de tal manera que la capacidad productiva de estas empresas no se pierda y dar mayor velocidad a la recuperación económica una vez que amaine la crisis.
"Lo importante también es hacer la bajada territorial y alcanzar sintonía fina con cada territorio. Las comunas del Biobío tienen distintas realidades y hay herramientas que pueden servir en unas, pero hay otras en que no, por eso hay que ver el caso de las comunas más pequeñas que tienen su corazón en el turismo de menor escala", propone.