Contención en tiempos excepcionales
Académica Escuela Nutrición y, Dietética UST., Gloria Jury Jamis,
A más de tres meses de cuarentena, el estado de aislamiento está pasando la cuenta a la población chilena. Prácticamente el 100% de las familias han debido cambiar sus rutinas, modificando de acuerdo a sus posibilidades los espacios físicos para enfrentar principalmente el teletrabajo.
La Psiconutrición, como propuesta de intervención para la salud, observa la relación entre las emociones, creencias, pensamientos y vivencias de estrés, con el peso, imagen corporal, alimentación y los signos y síntomas de patologías nutricionales. Por tanto, el periodo actual presenta una suma de componentes que son de cuidado. Entre ellos, principalmente, las emociones.
Las emociones son parte de nuestra naturaleza humana, nos ayudan a distinguir el impacto de lo que nos ocurre, pensamos o recordamos. No necesitamos reprimirlas, ni taparlas o hacer como que no suceden. Por el contrario, es importante reconocerlas, distinguirlas (nombrarlas), validarlas y aprender a expresarlas adecuadamente. La no expresión o gestión de ellas se puede sentir como ansiedad, angustia, hambre, falta de apetito, entre otras.
Por un lado, el duelo o la pérdida provoca tristeza, que es una emoción poco reconocida y expresada como tal. Mientras que en cada persona la inseguridad genera sensaciones difíciles de definir, a veces confundida por rabia, irritabilidad, sensación de desprotección, ganas de comer o falta de apetito.
Rstas dos emociones pueden desencadenar cambios importantes en las rutinas alimentarias, especialmente en casos con predisposición a subir o bajar de peso, o controlar y controlarse por medio de la alimentación. En efecto, tienden a agravarse en condiciones como las actuales. Desde la Psiconutrición sabemos que las desregulaciones emocionales -todavía más las no dichas- ocasionan conductas, signos y síntomas que pueden conducir a un aumento de peso o a algún trastorno alimentario, por efecto del comer como función psíquica.
En consecuencia, es de suma importancia contar con espacios para expresar y sentir lo que el cuerpo grita. Siempre el cuerpo reacciona, no importa de qué manera, porque ante todo cada emoción tiene una manifestación psiconeurofisiológica, de modo que motiva y organiza la conducta. Confiamos en que es posible vivir este tiempo de confinamiento de manera saludable en la medida que no nos aislemos mental y emocionalmente, sino que nos permitamos mirar sin burlas el miedo que genera la inseguridad o la tristeza del duelo. Éste es uno de los grandes aprendizajes en estos tiempos de pandemia.