Dirigentes del comercio describen el difícil escenario derivado de la crisis
Representantes del rubro advierten que, en promedio, cerca del 30% de sus asociados se encuentra en una situación complicada.
El último boletín del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la desocupación regional situó al comercio como uno de los sectores más afectados por la pandemia. El número de personas ocupadas en el área cayó un 22,8% durante el trimestre móvil marzo-mayo.
Este escenario es visto con preocupación por los comerciantes de la zona debido a la baja sostenida que mantienen sus ventas y a los cierres de algunos establecimientos, obligados principalmente por las altas deudas de arriendo y lo que califican como falta de ayuda gubernamental. Así lo relataron a El Sur presidentes de las cámaras de comercio y turismo de la provincia.
En Chiguayante el panorama es muy complejo. De acuerdo a Víctor Costa, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo chiguayantina, 300 locatarios cerraron sus negocios -cifra equivalente a un quinto del total- y salieron en su mayoría a las calles para dedicarse al comercio informal. "Aquí hay gente que está viviendo gracias a los ingresos de su cónyuge o de algún hijo, mientras que hay otros que se reinventaron al vender alimentos en las calles. Si bien es una actividad informal, no podemos decir que no lo hagan, porque tienen que sobrevivir", remarca
Dentro de los principales detonantes, los comerciantes advierten la poco empatía por parte de los dueños de los recintos que prestan sus instalaciones para levantar las tiendas. Actualmente, pese a la emergencia, hay quienes continúan desembolsando cuantiosos montos en el pago de alquiler, a la vez que sus ingresos son prácticamente nulos.
"Hemos sufrido estos efectos en carne propia", comenta Raúl Carrera, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Lota. En la comuna minera la emergencia financiera golpeó directamente y ya son cerca de siete los locales que bajaron sus cortinas, aunque el 30% de los 400 socios dicen estar una situación compleja. La mayoría corresponde a restaurantes.
"Ellos se han reinventado mediante los servicios delivery, pero no todos tienen esa capacidad, lo que complica enormemente. Hay familias que hoy hacen sándwiches en sus casas, pichangas, completos e, incluso, hay organizaciones sociales que colaboran con rifas y bingos virtuales para ayudar a estos comerciantes", sostiene.
César Soto, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Coronel, asegura que en su comuna los arriendos mínimos alcanzan los $800 mil, "pero hay que sumar el agua y la luz, por eso hay bastantes personas que están pidiendo auxilio. Ya no dan más".
Durante los próximos días esta Cámara iniciará una campaña solidaria para subsanar las urgencias de sus representados. La idea, cuentan, es recibir todo tipo de apoyo y contar con la colaboración estrecha de las empresas.
LAS BAJAS VENTAS
Las cuentas de las cámaras de comercio no son nada alegres. Todas coinciden en que desde que comenzó la pandemia las ventas bajaron en aproximadamente un 70%. Algunas son más pesimistas y afirman que se trata de un 90%.
Esta disminución provocó un cierre masivo de locales en las comunas de la provincia y abrió la puerta a la desesperación. Según el relato de los representantes, en promedio un 30% de sus asociados cerró o está al borde de hacerlo.
"Espero que esto termine pronto, y es la esperanza de todos, pero las condiciones no están en el bolsillo de cada comerciante y esta situación da, incluso, para tres meses más, y ahí no sé hasta qué punto llegaremos. Es probable que mucha gente cierre o disminuya personal", proyecta el líder de la Cámara de Comercio y Turismo de Tomé, José Mardones.
Al igual que su par, la penquista Sara Cepeda reconoce que todo dependerá de cuánto dure la emergencia, por lo que "estaremos en la incertidumbre mientras no haya una cura definitiva". En Concepción, 200 de los 600 emprendedores detallistas optaron por clausurar sus negocios, aunque la cifra crece de dos a tres por día, según la dirigente.
Aunque dicen valorar la voluntad del Gobierno para ir en su auxilio, apuntan a que las medidas implementadas carecen de acierto a la hora de sopesar la realidad de los afectados "El Ejecutivo no ha dado solución, ya que lo poco y nada que ha llegado ha requerido muchos requisitos", plantea César Soto.
Otra componente de cuidado, agrega Víctor Costa, tiene que ver con el eventual "amarre" que significa la entrega de créditos. "Los créditos son un salvavidas de plomo, porque resulta que no sabemos cómo se comportará el mercado mañana", cuestiona.
"El Ejecutivo no ha dado solución, ya que lo poco y nada que ha llegado ha requerido muchos requisitos".
César Soto, presidente de la Cámara de Comercio Coronel
"Hay familias que hoy hacen sándwiches en sus casas, pichangas, completos e, incluso, hay organizaciones sociales que colaboran con rifas y bingos virtuales",
Raúl Carrera, presidente de la Cámara de Comercio Lota