Navarro y límite a reelección: "En lo personal, tengo sentimientos encontrados"
El legislador insistió en que este no era el momento de discutir la materia y adelantó que, pese a su imposibilidad de reelegirse, continuará en el servicio público. Dejó entrever, eso sí, que su ciclo parlamentario "está cumplido".
El debate por el límite a la reelección de autoridades y su componente de retroactividad concitaron gran parte de la atención pública hace dos semanas. Uno de los legisladores que se mostró contrario a avanzar en el proyecto de reforma fue el senador (PRO) por Biobío Alejandro Navarro, quien se inhabilitó a la hora de votar en la Cámara Alta.
"Me inhabilité porque estaba dentro de los senadores incumbentes y creo que el mecanismo de inhabilitarse era el correcto", asegura.
El legislador argumenta que este no era el momento adecuado para discutir una iniciativa de esta índole, sobre todo por las implicancias de la emergencia sanitaria. Así, reitera que el haber legislado en este punto "fue un total y absoluto descriterio".
-¿No cree que es posible hacer dos cosas al mismo tiempo: legislar para la crisis, pero también en este tipo de iniciativas?
-Derechamente, no es así. Esto pudo haber esperado unos meses más. Y la prioridad no la logro comprender más que en el debate interno. Muchos que votaron, en mi opinión, también eran incumbentes, porque hay personas a las que se les despejó el área de competencia. Y como el plazo no importaba, yo lo entendí como una pugna política muy alejada del interés ciudadano inmediato, y más aún si en un año más no importará cuánto duren los parlamentarios.
-La sensación, sin embargo, es que la ciudadanía apoya esta medida, lo que hace suponer que parlamentarios de su sector también lo hagan. ¿O usted, derechamente, se resiste a dejar el Senado?
-Soy autor del primer proyecto de ley para limitar la reelección de los parlamentarios, el 17 de junio de 2015. Se aprobó la no reelección y ese es el dato de la realidad. Siempre hemos sido favorables al límite, aun cuando las condiciones que generamos desde la izquierda fue propiciar el término del binominal para poder tener una mayor representatividad ciudadana. Eso es así. En la última elección, además, se renovó el 60% de la Cámara, y en el Senado fue el 78%.
-¿Pero no cree que la política requiere hoy una oxigenación distinta, en el sentido de evitar que se mantengan en estos cargos figuras que mantenían el poder, incluso desde 1990?
-Eso está por verse. Espero que lo central no sean las caras, sino las ideas y la defensa de los derechos ciudadanos. Si el cambio a las caras significa que la defensa de los intereses ciudadanos va a decaer o ser postergada, la verdad es que el recambio no tendría ningún sentido.
-¿Qué efectos tendrá esta normativa en la política chilena?
-En los alcaldes, por ejemplo, se provocará un tiraje importante, pero esta reforma, tal como quedó, y para que la ciudadanía lo tenga claro, es la reelección no continua. Los alcaldes podrán dejar de estar durante cuatro años, pero podrán volver a ser electos y con la oportunidad de ser reelectos dos veces sucesivamente. Dependerá mucho de la gestión de quienes reemplacen a las actuales autoridades.
PROYECCIONES
La aprobación de la reforma tendrá consecuencias en siete legisladores locales. Uno de ellos es Alejandro Navarro, quien ostenta el cargo de senador desde 2006. Anteriormente fue diputado, entre los años 1994 y 2006.
-¿Qué proyecciones tiene para el futuro, teniendo en cuento que no podrá reelegirse?
-En lo personal, tengo sentimientos encontrados. Cuando te cambias de actividad y de lo que te apasiona y te gusta, se genera una inquietud. Sin embargo, siento que esa enorme responsabilidad de representación también se avizora cambiante. Por tanto, en lo personal, seguiré en la política. Uno no se jubila de la política, sino que la política y el pueblo lo jubilan a uno.
-¿Le gustaría ser alcalde o diputado?
-Nunca hay que decir nunca. Vamos a evaluarlo. Hay un ciclo parlamentario que yo creo está cumplido. Y el tema municipal, que es un sector atractivo, requiere de condiciones especiales. Lo que está claro es que el irse para la casa es algo que he escuchado muchas veces y nadie nunca lo ha hecho, y no seré yo el que repita aquello.
-¿Y la Gobernación Regional?
-Hoy por los plazos no hay posibilidad, además no nos está permitido renunciar, salvo en el caso de los constituyentes, en donde se nos autoriza a renunciar, pero soy fiel a lo que he planteado, en relación a que la asamblea constituyente debe ser 100% ciudadana.
-¿Duele salir del Congreso después de tanto tiempo?
-No produce dolor, sino que expectación. Cuando estás ahí tienes un camino trazado, pero me atrae mucho la expectativa del cambio. El desafío de hacer algo distinto quizá no solo es mejor para mí, sino que para la sociedad. Vamos a ver.