Bajo cumplimiento de las medidas preventivas
Desafortunadamente, la alta movilidad de personas que no hacen caso de los persistentes llamados de las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la pandemia de covid-19, ha significado que las cifras de contagiados y de fallecidos se hayan disparado. El último informe indica que en el país hay 122.499 enfermos con el coronavirus, mientras los fallecimientos por esta causa llegan a 1.448.
Por ello, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha declarado que si la población no toma en serio las medidas preventivas que se están aplicando, la guerra contra el covid-19 se va a perder. Y lo ha señalado especialmente respecto de fiestas y reuniones masivas que se realizan sin las mínimas precauciones; la salida a la calle de personas que están contagiadas y que no respetan la cuarentena, u otras que insisten en desplazarse los fines de semana, con el riesgo de contagiar o de ser contagiado.
Hace unos días la Dirección Nacional de Orden y Seguridad de Carabineros ha informado que en la última semana de mayo, es decir, desde el 25 al 31 de ese mes, fueron detenidas 17.418 personas en el país, de las cuales el 64,7% correspondió a delitos contra la salud pública, esto es, incumplimiento de las medidas de seguridad que se han dispuesto por la pandemia de coronavirus, mientras que el 11,4% de las aprehensiones fueron por delitos de mayor connotación social. Según el balance policial, 11.261 infractores estuvieron asociados a la emergencia sanitaria, de ellos, 8.986 fueron aprehendidos durante el día, incluyendo a ciudadanos que tenían prohibición de salir por estar contagiados, y 2.014 fueron sorprendidas incumpliendo el horario de toque de queda.
En las últimas semanas hemos visto cómo ha aumentado fuertemente el número de casos, porque las medidas estrictas que se han ordenado no se respetan, como el uso adecuado de mascarillas, lavarse bien las manos, y el distanciamiento social. Esto es posible ver en las filas que se realizan frente a bancos, locales comerciales, servicios públicos, o al subir y bajar de buses y trenes. Luego de tres meses desde que se declaró la emergencia sanitaria, parece que la población ya relajó las medidas de cuidado, justamente en momentos en que se preveía el auge de contagios. Se aproxima el invierno, las temperaturas son más bajas y en esta época comienzan a circulan virus que provocan enfermedades respiratorias que afectan más gravemente a niños, adultos mayores y enfermos crónicos, por lo que son pacientes más críticos frente al covid-19.
Mientras en algunos países de Europa los contagios ya comienzan a descender y se inicia una flexibilización de las medidas de protección, luego de que hubo un buen cumplimiento de las cuarentenas, América del Sur es considerado el nuevo epicentro de la pandemia de coronavirus, según han señalado directivos de la Organización Panamericana de la Salud, quienes ven con preocupación el notable incremento de casos en Brasil, Chile y Perú. El organismo ha anticipado que el coronavirus traerá semanas muy duras a Latinoamérica, por lo que no es momento de que las familias relajen las medidas de resguardo o que las autoridades accedan a esos requerimientos.
El Ministerio de Salud ha dado a conocer que en todas la regiones se redoblará la fiscalización a las personas y al comercio, considerando que las multas pueden llegar hasta mil UTM (50 millones de pesos) y penas de cárcel. Son las autoridades sanitarias de cada región quienes aplicarán las sanciones, luego de un sumario sanitario. En el caso de que una persona no use la mascarilla en el transporte público, la multa puede llegar a $ 150.000, mientras que una persona que vive en una comuna que está en cuarentena y que es sorprendida en la calle sin ningún permiso, puede llegar a pagar hasta dos millones de pesos.
A la población sólo se le pide algo tan básico pero importante, como actuar en forma responsable para no seguir acelerando la cantidad de contagios y de fallecimientos por el coronavirus.
Luego de tres meses desde que se declaró la emergencia sanitaria, parece que la población ya relajó las medidas de cuidado, justamente en momentos en que se preveía el auge de contagios. Se aproxima el invierno, las temperaturas son bajas y en esta época comienzan a circulan virus de enfermedades respiratorias