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Sismo de 8.3 grados del sábado 21 fue el preludio del 9,5 de valdivia del día siguiente

El megaterremoto de 1960 y el recuerdo de su trágico anticipo en Concepción

Las crónicas de la época dan cuenta de los desastrosos efectos del movimiento telúrico registrado un día antes del mayor terremoto registrado en tiempos modernos.
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Por tendencias el sur

"Un violento movimiento sísmico, con características de terremoto, provocó en la madrugada de ayer pánico, muerte y daños materiales a Concepción y la zona que la circunda. A las 6:05 de la mañana del sábado 21 un temblor de evolución ondulatoria despertó a la ciudad, causando el derrumbe de murallas e interrupción de servicios vitales y completando 125 muertos en la provincia".

Con este párrafo comenzaba la noticia central con la que Diario El Sur informaba el domingo 22 de mayo de 1960 las trágicas consecuencias de un movimiento telúrico ocurrido el sábado 21 y que -con su magnitud de 8,3- a la postre se convertiría en uno de los ochos sismos precursores del megasismo ocurrido al día siguiente, de magnitud 9,5, y conocido como el terremoto y maremoto de Valdivia.

Según el informe "Terremotos y Tsunamis en la Región del Biobío", elaborado por el académico e investigador de la Universidad de Concepción Jorge Quezada Flory, el primer sismo se percibió como una sucesión de violentas sacudidas, muchas cornisas de edificios cayeron así como numerosas viviendas. Alrededor de 120 personas murieron producto de este sismo en la zona de Concepción.

"Las zonas más afectadas, fueron las de las calles Maipú, Freire, Los Carrera y Colo Colo donde cayeron todas las casas más viejas. Las casas viejas de adobe o sin refuerzo colapsaron o sufrieron gran daño estructural, las casas de madera de un piso se comportaron relativamente bien. El pabellón de la Universidad de Concepción tuvo fallas estructurales, asimismo el teatro Concepción y torre de la Estación de ferrocarriles. El Puente Viejo, que unía Concepción con San Pedro de la Paz, se vino abajo en tres partes", consigna el mismo informe.

Las horas siguientes la tierra siguió moviéndose en bruscas sacudidas, y muchas réplicas superaron los 6 y 7 grados de magnitud en la escala de Richter. Eso, hasta que a las 15:11 horas del domingo 22 se registrara un larguísimo movimiento que nuevamente sacudió la zona. Era el megaterremoto de Valdivia, de magnitud 9,5.

Consecuencias

"Se estima que los daños materiales sufridos por las construcciones de la ciudad son cuantiosos. Lo destruido de la ciudad -centro y periferia- alcanzaría a alrededor de 3.000 edificios, de habitación y comerciales. Los sectores más dañados de la ciudad son aquellos que se extienden de Freire al Norte y de San Martín al sur y de Lincoyán al poniente y de Castellón al este. Se puede afirmar que no hay sector o calle de la ciudad en que no exista un edificio en peligroso estado de derrumbarse".

Así describía en su edición del 24 de mayo de 1960 -hace exactamente 60 años- las dramáticas consecuencias que la sucesión de terremotos registrados en la zona y que hicieron que Concepción sufriera, una vez más, importantes cambios en su entramado urbano, económico y social.

El diario continuó imprimiéndose en los días más complejos después del megasismo

El rol de EL SUR y un reconocimiento internacional por su labor

El periódico estaba en impresión cuando ocurrió el primer terremoto, a las 6.05 horas del 21 de mayo.
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En los dramáticos días del terremoto de 1960, EL SUR cumplió un rol significativo, que le valió el reconocimiento internacional a través del premio "SIP-Mergenthaler", otorgado por la "Sociedad Interamericana de la Prensa".

A pesar del deterioro que sufrió su edificio de calle Freire y Colo Colo y de la angustia personal que vivieron muchas de las personas que trabajaban en la empresa, no detuvo la edición del diario. EL SUR llevó información, dramáticas imágenes y comunicados de las autoridades a miles de hogares, donde se vivía inseguridad, desorientación e incomunicación con el resto del país.

El diario estaba en impresión cuando ocurrió el terremoto, a las 6 de la mañana del 21 de mayo de 1960. Ese día circuló con un tiraje disminuido y, al siguiente, se brindó una completa cobertura de lo ocurrido. Si bien se redujo su número de páginas, el periódico no paró de circular ningún día.

"Nuestras informaciones han tenido la pretensión de mostrar con fidelidad y sin histerismos, la real situación de esta zona. Adjetivar los hechos conocido de todos no era lo procedente, y sin duda pensamos que sin ocultar la verdad lo que correspondía era mostrar un rostro sereno", planteaba una nota editorial del miércoles 25 de mayo, donde se anunciaba además el regreso a las ediciones "normales" de EL SUR.

La distinción

Según consignan las crónicas de la época, el mérito de sacar el diario a pesar de las condiciones adversas se debió tanto a a la tenacidad del gerente general Aurelio Lamas Ibieta, como al profesionalismo del director Emilio Filippi, y al esfuerzo y sacrificio de todo el personal de la empresa.

Esta labor llevó al diario a recibir el premio "SIP-Mergenthaler", que entregó al año siguiente la Sociedad Interamericana de la Prensa, en el marco de su asamblea realizada en Santiago y donde se destacó el esfuerzo por mantener la continuidad informativa pese a la catástrofe.