"Esta pandemia no se va a ganar en el hospital, sino que en los territorios"
El médico evalúa positivamente las estrategias del Gobierno, pero recalca que estas deben ir de la mano con la labor de los alcaldes.
El exintendente Martín Zilic pasa los días estudiando cómo otros países están enfrentando y tratando el covid-19 tanto desde el prisma sanitario como desde el ámbito político. El también médico y docente de la Universidad de Concepción (UdeC) participa junto a otros profesionales del área de un grupo, conocido como Comité Científico Covid-19, que comparte información con autoridades y directivos de salud, de forma ir analizando qué cosas han cambiado sobre lo que se sabe de la pandemia y entregar sugerencias en torno a cómo hacer frente a la crisis sanitaria en Biobío.
Zilic valora lo que se ha hecho en Chile y cómo esto ha derivado en cifras manejables de contagiados y fallecidos, pero también remarca que poco se sabe con certeza de esta enfermedad y que finalmente la batalla será dada en los territorios y no solo en los hospitales.
-¿Qué evaluación realiza de las medidas como cuarentenas y cordones sanitarios que ha implementado el Gobierno como forma de enfrentar la pandemia?
-Si uno observa cuáles son los resultados que hemos obtenido hasta ahora, son bastante buenos. Hasta ahora, si miramos la mortalidad y la letalidad, la nuestra es bajísima, está en menos de 1,5%. Brasil, México y todo el resto de los países latinoamericanos están sobre el 4% a 5%, algunos están cercanos al 6%. Realmente nuestros resultados hasta ahora -insisto, hasta ahora- han sido buenos.
-¿Entonces, considera que han servido las cuarentenas focalizadas a ciertas comunas y en periodos acotados de tiempo?
-Creo que las estrategias tienen que ser de acuerdo a la idiosincrasia de los pueblos, al tema cultural, eso tiene que ir acorde a cómo se ha propagado el virus en el territorio y es fundamental tener claridad de cómo se enfrenta la situación en territorios específicos. He sostenido desde el comienzo que esta es una pandemia que no se va a ganar en los hospitales, esta pandemia se gana por la capacidad de planificación de los territorios y eso significa la capacidad que tenemos de aislar los territorios que tienen una mayor cantidad de afectados. Ahora, eso es terriblemente complejo por una sola razón: el 80% de los pacientes que se van a infectar con coronavirus no tienen síntomas, es tremendamente difícil saber quiénes son los que andan infectando.
-En ese sentido, ¿cómo califica que han actuado los liderazgos locales frente a la pandemia?
-Aquí es donde más se necesita una regionalización y descentralización inteligente, estamos claros que tiene que haber una autoridad nacional que dirija el tema, pero quien tiene que aplicar eso es la autoridad regional. ¿Quién tiene que hacerle el seguimiento a un contagiado? El seremi de Salud. ¿Tiene la capacidad la seremía de la Región del Biobío? No la tiene, por lo que debiera funcionar mano a mano con los alcaldes y decir, "usted tiene 10 pacientes portadores del virus, hágale el seguimiento" y ese alcalde, con su Dirección de Salud, tendrá que contactar a los 10 infectados y hacerles el seguimiento. Ahora, en Chile hemos estado haciendo las cosas bien hasta ahora y, por lo tanto, tenemos que seguir en ese mismo camino.
-Usted llama a la coordinación entre Gobierno y alcaldes, pero en esta pandemia los alcaldes han estado constantemente presionando para que se decreten medidas.
-Chile no es la excepción. Esto que está pasando es como la pelea del alcalde de New York con el Presidente Trump (en Estados Unidos). Que esto se dé en Chile es normal, es la dicotomía de cómo yo coordino, cómo hago que haya una sinergia entre el poder central y el poder regional, cómo esta visión global del país va a chocar con las experiencias prácticas de cada uno de los territorios. Nadie tiene la verdad en este cuento, estamos en una situación de discusión en donde lo que hasta ayer era un dogma, hoy ya no es así.
-¿Cómo toma el llamado a la "nueva normalidad" que está realizando la autoridad central?
-Hablar de la nueva normalidad es muy importante, por el acento en la "nueva", porque no es la normalidad como era antes, porque como no sabemos lo que nos espera con el virus. Tenemos que seguir manteniendo una serie de mecanismos de protección personal para que la pandemia no se expanda, hay una serie de preguntas que no se han respondido bien. Esa nueva normalidad implica mayor responsabilidad de los ciudadanos.
-¿No cree que puede ser tomado como un regreso a la cotidianidad?
-No hemos terminado con la pandemia, en Chile ni siquiera sabemos si estamos en el peak o no, nadie ha dicho que pasamos el peak, porque no lo sabemos. La nueva normalidad implica una mayor cantidad de compromisos de los ciudadanos y una mayor protección del Estado hacia esos ciudadanos.
-Considerando los brotes que han existido en centros de salud, ¿considera que se están tomando los resguardos con el personal de salud?
-Hemos insistido muchísimo en que el tema número uno es la protección de las personas del área de la salud. Ellos han expuesto su vida para ayudarnos. Si esa gente se contamina no vamos a tener con quién tratar a los pacientes.
-¿Los brotes los atribuye a falta de elementos de protección?
-Ha faltado protección a las personas, hemos tenido falta de mascarillas, falta de escudos faciales, buzos completos. Pregúntele a los alcaldes de las comunas más periféricas si les llegaron ese tipo de cosas: no. Eso no es culpa del Gobierno, pero también hay un tema de las posibilidades de llegar al mercado, no están al alcance. Pero si hay que poner prioridades, hay que ponerlas en eso.
-¿A qué atribuye la demora en la firma de convenio para sumar laboratorios de universidades locales a la toma de muestras para confirmar casos?
-Las cosas no están para mañana o para la próxima semana, están para ayer. El rector de la Universidad de Concepción y el rector de la UCSC generaron un acuerdo para crear unidad y eso ya debiera haber estado firmado ayer, no mañana, porque aquí lo importante no es la burocracia, sino la mirada de futuro, de mañana, de la urgencia, creo que ahí ha habido poca celeridad.