El pasado 9 de abril, y por medio de un video grabado en su hogar, el rector de la Universidad del Bío-Bío (UBB) Mauricio Cataldo debió enviar a distancia el tradicional saludo de aniversario Nº73 a toda la comunidad universitaria, en reemplazo de la ceremonia conmemorativa del único plantel estatal de las regiones de Biobío y Ñuble.
"La comunidad debía recibir un mensaje de la Rectoría y lo hicimos de manera distinta, sin ninguna actividad presencial (...) Nuestro llamado es a mantener las aulas abiertas y continuar con la tradición, a pesar de estar en estas condiciones de enclaustramiento en nuestros hogares", dice a través de una videollamada.
Cataldo reconoce que el principal esfuerzo de las autoridades ha sido asegurar la continuidad de las actividades institucionales de sus más de diez mil alumnos y dos mil trabajadores, con especial énfasis en el inicio de las clases del año académico 2020, retrasadas primero por el estallido social de octubre y luego por el impacto del coronavirus, que obligaron a ajustar la planificación del año, incluso en procesos como las matrículas.
"Nosotros como universidad vimos que apenas esto crecía hace ya poco más de cuatro semanas, tomamos la determinación de mandar a la gente a sus casas y comenzar con el teletrabajo. La propuesta la llevé al Consejo Académico y fue aprobada de manera unánime. Además se generaron protocolos de trabajo sobre la docencia a distancia, con orientaciones para la formación de los alumnos. El desafío es comenzar este año 2020 con el primer semestre y dos semanas de rodaje, a lo que hay que agregar los esfuerzos que hemos hecho como institución con la capacitación a nuestros docentes, compra de licencias, la entrega de tablets, computadores y becas de conectividad, para los alumnos con más carencias ", afirmó.
Durante la tarde de este domingo, la casa de estudios reafirmó este compromiso con un comunicado que descarta la vuelta de las actividades presenciales pese al llamado del gobierno a la vuelta gradual de los funcionarios públicos a sus actividades.
-Proyectamos tener los menos problemas posibles, ya que cuando pasamos de un día a otro a la modalidad a distancia en los meses anteriores mucha gente tuvo que aprender muchas cosas y es una experiencia que ya traemos en este corto tiempo, la que ayudará. Preparamos un protocolo para realizar las clases a distancia, el cual elaboramos de forma triestamental con participación de los académicos, administrativos y estudiantes que trabajaron durante una semana en su elaboración y que fue aprobado por el Consejo Académico de forma unánime. Esta modalidad durará hasta que el país salga de la emergencia sanitaria que estamos atravesando.
-Lo asertivo de esta decisión se demostró al poco tiempo de tomarla, ya que en Chillán en la misma semana, o la siguiente que decretamos el inicio de teletrabajo, se confirmaron dos casos de colegas que tenían coronavirus. Si no tomábamos esa medida, el efecto habría sido desastroso siendo el epicentro de contagios la universidad y no el gimnasio en Chillán donde comenzó el brote.
-A estas alturas, la mayoría de las carreras ya están cerradas. Queda una parte pendiente, pero prácticamente la totalidad las carreras ya cerraron y las matrículas para alumnos antiguos ya comenzaron y faltan poco más de dos mil alumnos que se matriculen, en un proceso que termina la última semana de abril. Nuestra expectativa es que la mayor cantidad de alumnos se matricule.
El rector también ponderó los aportes que han realizado facultades como la de Ciencias de la Salud en Chillán -"una zona golpeada por la pandemia"- o Arquitectura en Concepción, tanto en el apoyo a equipos médicos, tomas de muestras, como en la elaboración de implementos de cuidado de la pandemia: "Hacemos un aporte en la medida de lo posible, y lo importante para nosotros es que, a pesar de eso, tenemos que sacar adelante a la universidad ya que nuestro deber ético-moral es que sigamos funcionando, que las aulas no se cierren y tenemos que hacer un esfuerzo desde toda la comunidad universitaria para continuar nuestra labor".
PROYECTOS CLAVE
Sobre su periodo que se inició en agosto de 2018, el rector admite que ha sido "un periodo insual, además de todos los desafíos que nos tocaría asumir en tiempos normales", haciendo alusión al proceso de reacreditación, la elaboración de un nuevo plan de desarrollo institucional y proyectos como la reforma estatutaria o la creación de una unidad de género: "Ha sido un periodo bastante complejo para nosotros como gobierno universitario, pero siempre hemos apelado a la responsabilidad de quienes estamos dirigiendo la universidad y hemos conseguido sacar todos los desafíos adelante, como confiamos que ocurra con la formación a distancia".
-La mayor cantidad de ingresos que tiene la UBB es a través de la docencia de pregrado, y estamos comprometidos con eso primero que todo, e ir en esa dirección. Pero también hay que avanzar en los otros desafíos que tenemos; obviamente los procesos se vuelven más lentos, pero se está avanzando.
-Es prematuro pensar en eso, ahora si tú me preguntas a mi como Mauricio Cataldo, creo que la primera finalidad de esta rectoría es ser un punto de inflexión porque tenemos que catapultar a la UBB a las exigencias del siglo XXI -una época más exigente que otras-, es nuestra primera tarea que nos permita relanzar a la universidad basados en el trabajo que han hecho los rectores anteriores y todas las generaciones que pasaron por la universidad. El estadio de desarrollo de la UBB nos permite enfrentar con mucho optimismo lo que vivimos ahora, no tengo duda que saldremos airosos de esto, pero se logrará a punta de trabajo y entrega de todo el mundo.