Agua, bosque y fake news
Recientemente celebramos el Día Internacional de los Bosques. En esta conmemoración creemos que es importante poner en contexto y analizar la información que circula principalmente en redes sociales sobre ellos. Existen muchos mitos en torno a la actividad forestal y las plantaciones. Uno de ellos, quizás el más difundido, es el supuesto consumo de agua del pino y el eucaliptus.
Un árbol, al igual que cualquier ser vivo, necesita agua. A través de ella transportan nutrientes, que utiliza para vivir y desarrollarse. Un aspecto importante es que los bosques -nativos y plantaciones- no se riegan; solo toman el agua de la lluvia. Cumplen así una labor crucial en el ciclo hidrológico, manteniendo en verano con su sombra los niveles de humedad ambiental, moderando con su follaje la caída directa de la lluvia al suelo, y con sus troncos y raíces colaboran durante el invierno en detener la erosión y mejorar la calidad del agua.
Tal como se ha demostrado empíricamente, los bosques ayudan a que el agua que cae se infiltre al suelo, recargando los acuíferos. Contrario a la creencia generalizada, los bosques plantados no consumen agua de las napas subterráneas, ya que sus raíces alcanzan dos o tres metros de profundidad. Dado nuestro clima mediterráneo, las precipitaciones en estas zonas se concentran en invierno, y los árboles crecen allí principalmente durante la primavera-verano, y del total de agua que absorben, sólo retienen el 5%, devolviendo el 95% restante a la atmósfera mediante la evapotranspiración, reincorporándola así a su ciclo natural.
Urge una mejor gestión, distribución y uso eficiente de las aguas. Una clave para ello es avanzar en el manejo integral de las cuencas, es decir, la gestión integrada del recurso en todos los territorios que abastecen a los ríos principales, incorporando todas las actividades humanas que se desarrollan para mantener su capacidad productora de agua de calidad. En ello el sector forestal tiene mucho que aportar, ya que por más de 15 años realiza estudios en profundidad en 29 cuencas y microcuencas, reuniendo datos de gran solidez científica.
Como sector forestal estamos comprometidos con esta nueva generación del manejo del agua: Trabajamos con nuestros vecinos rurales para garantizarles el acceso y abastecimiento de largo plazo al agua y hemos desarrollado nuevas variedades de árboles que utilizan hasta un 40% menos de agua para la producción de madera. Además, tenemos protocolos de plantaciones que buscan aumentar la infiltración de agua lluvia al suelo. Buscamos una relación virtuosa entre usos y especies, integrando bosque nativo en formato de corredores biológicos y áreas de protección al patrimonio forestal, y hemos asumido importantes compromisos hacia la restauración del bosque natural para fortalecer los ecosistemas.
Nuestra capacidad como país responder eficaz y oportunamente al desafío del agua es tarea de todos. Nadie se puede restar.
Presidente nacional de Corma