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Peak de la emergencia: lo que viene y lo que debemos hacer

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Según lo declarado por el Ministerio de Salud (Minsal) se están implementando 33 medidas urgentes para enfrentar el comportamiento de crecimiento muy rápido de casos confirmados por laboratorio del nuevo coronavirus denominado como covid-19.

Se estima que esta curva de crecimiento va a durar no menos de 8 semanas y no más de 12 semanas. Una situación que ha generado la implementación de distintas y diversas acciones por parte de las entidades gubernamentales, comunitarias, universitarias y de múltiples agrupaciones que han tomado los timones en este contexto.

Algunas de las iniciativas sanitarias anunciadas por el Estado de Chile son la creación de un fondo de $220 mil millones para financiar medidas de salud, vacunación contra la Influenza, disposición de centros de vacunación adicionales a los consultorios y centros en convenio para aumentar los puntos de inoculación, exámenes para confirmación diagnóstica de COVID-19 gratuitos para todos los beneficiarios de Fonasa que lo realicen en la Red Pública, aumento en 1.732 camas para fortalecer la capacidad hospitalaria, un hospital de campaña, y los servicios del Buque Hospital Sargento Aldea, entre otros.

Son 33 medidas adecuadas para tan extenso número de necesidades y demandas. Sin embargo, el que éstas sean tan suficientes como eficientes depende, en gran medida, de la colaboración que una población responsable pueda aportar.

Por lo anterior, el consejo para toda la comunidad nacional, sin exclusión alguna, y de acciones totalmente posibles de realizar por cada persona son las que hemos escuchado diariamente; simples, pero vitales: lavado frecuente de manos o higienización con alcohol gel en caso de que éstas estén visiblemente limpias; evitar tocarse la cara y la mucosa de los ojos, la nariz o la boca; cubrir la boca con el pliegue del codo o con pañuelos desechables al toser o estornudar; uso de mascarilla preferentemente en personas con síntomas respiratorios o que cuiden a personas con sospecha o diagnosticadas de covid-19. Último punto relevante, pues estos artículos deben usarse racionalmente y no como un método de prevención si no existen síntomas o contacto con alguien contagiado, sobre todo porque la adquisición desmedida y uso inadecuado puede derivar en la falta de stock de insumos, que puede perjudicar al personal del área de la salud y personas que están realmente expuestas o enfermas.

También es indispensable mantener una distancia entre las personas de uno a dos metros, no saludar con la mano, beso o abrazo, principalmente; evitar concurrir a sitios donde pueda haber aglomeraciones de personas; no compartir utensilios de uso personal para bebidas y alimentos; mantener los ambientes ventilados y con buena higiene a través del uso de desinfectantes para limpiar manillas de puertas, mesones, baños y superficies que las personas pueden tocar al entrar a sus casas y antes de lavarse las manos.

Pero la principal acción que podría frenar el escenario proyectado por los especialistas es insistir en el llamado a permanecer en los hogares y salir lo estrictamente necesario.

magíster Gestión en Salud, académica Fac. de Medicina UCSC

Santiago Innova llega al Biobío con su método de "neuroincubación"

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Por primera vez, en más de 23 años de trayectoria, la incubadora Santiago Innova abrirá sus puertas en Concepción para beneficiar al talento regional mediante su metodología de "neuroincubación", basada en las neurociencias. Se trata del proyecto "ISI Tecnología Creativa en el Territorio", cuya convocatoria se extiende hasta el próximo 4 de abril y está orientada a emprendedores locales que estén trabajando en iniciativas con foco en smart cities e industrias creativas,

María Sepúlveda, directora de Santiago Innova, explica que "el desafío en la Región del Biobío es operar un Laboratorio Territorial de Negocios, que sea capaz de potenciar emprendimientos dinámicos y que impacten positivamente en los habitantes de la región", detallando que con ese objetivo la planificación es habilitar un espacio de co-work, pero que "hoy día, atendiendo la crisis sanitaria, estamos preparados para desarrollar la 'neuroincubación' vía online", precisa.

Así, lo que se buscan son iniciativas que tengan un impacto apreciable en la mejora en la calidad de vida en la ciudad, con el gran horizonte de apoyar y potenciar a los proyectos y talentos locales para así fortalecer el ecosistema de emprendimiento e innovación regional.

EL PROCESO

Sobre el método de "neuroincubación", creado por Santiago Innova, explica que está basado en las neurociencias y su foco es fortalecer un emprendimiento pero desde la atención y trabajo en las necesidades, debilidades y sobre todo habilidades del emprendedor, potenciándolo a él también. Por ello, además de herramientas conocidas en el ámbito de la incubación de proyectos, se abordan metodologías de neuroventas y neuromarketing.

En efecto, los beneficiados de "ISI Neuroincubación" serán parte de un proceso en el que junto con asistencia técnica, participarán en asesorías grupales y personales, mentorías, talleres y en las actividades de ISI, como seminarios. Además, podrán acceder a las redes de apoyo que tiene la Corporación Santiago Innova.

Emprendedores en distintas etapas de su proyecto pueden participar, ya sean ideas o un emprendimiento consolidado. Por lo mismo el acompañamiento que se reciba puede variar en tiempo, pero tiene una duración máxima de 12 meses. Los requisitos para postular se pueden revisar en http://www.incubainnova.cl/actividades/.

"Generación Z" está revolucionando la forma de enseñar en la universidad

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Si hasta hace poco la gran preocupación a nivel educativo y laboral era recibir y adaptarse a las necesidades de la "generación Y" o millennials (nacidos desde los inicios de la década de 1980), quienes crecieron a la par con el desarrollo de las nuevas tecnologías y la penetración de internet en la vida cotidiana, en la actualidad el foco está puesto en los nacidos entre 1994 y 2010.

Es que la "generación Z hoy representa a la nueva camada de estudiantes universitarios y de jóvenes profesionales que componen -y compondrán- la fuerza laboral del futuro. Y nacer en plena era digital, con las nuevas y evolucionadas tecnologías al lado, en medio del auge de las redes sociales y con el mundo en una pantalla a un solo click de distancia, con una vida que no pueden imaginar sin internet, implica un nuevo y gran desafío en la esfera académica y del trabajo, porque sus formas de comunicarse, desenvolverse y aprender son totalmente distintas a las de hace una década e incluso 5 años atrás, a las que tradicionalmente han visto los profesores.

Y para interiorizarse en las características de la verdadera generación de nativos digitales, sus intereses y motivaciones, los docentes de la Universidad San Sebastián (USS) participaron en un conversatorio en el que compartieron experiencias y reflexiones sobre los desafíos que representa enseñar a este grupo de estudiantes y cómo adaptar los procesos de educación y formación.

La iniciativa fue organizada por la Dirección de Experiencia Universitaria de la casa de estudios y según su directora nacional, Natalia Bravo, un aspecto básico a considerar es que la "generación Z" está híper-conectada, puede y quiere saber lo que está pasando a miles de kilómetros de distancia, y se desdibuja de su realidad virtual y presencial. Agrega que, además, "estos jóvenes son multitarea, por lo que pueden hacer varias actividades al mismo momento, sin embargo, esto repercute en que tengan un bajo nivel de concentración y en que se aburran fácilmente".

Eso sí, también destaca que tienen una fuerte ética profesional y social, y les gusta trabajar en grupo.

SIEMPRE DISPONIBLE

La manera en la que está expuesta la "generación Z" a las tecnologías influye en su manera de desempeñarse en la vida universitaria. Esto, debido al uso cotidiano de notebooks, tablets, smarthphones o al hecho de que pueden encontrar información de manera fácil, rápida, sin esfuerzo y las 24 horas del día.

Y acceder a cualquier contenido y de la manera en que ellos decidan influye en cómo se relacionan con los académicos, resalta el director general de Experiencia Universitaria de la USS, Fernando Pávez. "El entorno en el que se desenvuelven los estudiantes está siempre disponible y esperan que así sean los profesores", asevera.

Otro aspecto que caracteriza a este grupo es que está expuesto a opiniones de "influencers", es decir, personas con influencia en el mundo digital. Pero, pueden existir buenas o malas influencias, información certera o falsa, hechos o posiciones, por lo que advierte que hoy es esencial "que los académicos les enseñen a distinguir cuál contenido es legítimo del que no o cuándo es información u opinión".

MÁS QUE UNA CLASE

Durante el conversatorio se llegó al consenso de que la manera en que esperan trabajar los integrantes de esta joven y digital generación es mediante la construcción de conocimiento y para ello, junto con usar tecnología, prefieren reunirse en grupos pequeños para conversar y deliberar respecto a lo que están aprendiendo. Pero, también conciben -y esperan- que los docentes no sólo entreguen contenido ni dicten clases, sino que guíen los aprendizajes y les propicien espacios flexibles para su desarrollo.

"Los jóvenes se desesperan si al final del día sólo subí o entregué documentos para leer", cuenta al respecto Andrea Fuentes, secretaria de estudios de Trabajo Social USS, poniendo el acento en que utilizar diapositivas en clases le da al estudiante una estructura para entender el contenido y estudiar, pero que no debe ser el único recurso a utilizar.

El uso de redes sociales y la disposición de las materias en formatos dinámicos adaptados a los lenguajes que ellos utilizan es clave, y la académica sostiene que hoy los alumnos son reacios a usar plataformas tecnológicas que cotidianamente no utilizan. En este sentido, cuenta que "he tenido estudiantes que no saben ocupar Prezi para elaborar presentaciones o que no ingresan el correo institucional para informarse. Para esto último, creamos una cuenta en Instagram que nos dio buenos resultados".

La realidad y necesidad es que los profesores ya no sólo impartan su clase y se vayan. Ahora suben cápsulas informativas a redes sociales y, en algunos casos, interactúan por chat para responder a las dudas de los estudiantes. Reconocen que esto implica mayor carga horaria, pero también que es retribuido por los mismos estudiantes que evalúan positivamente que los docentes usen las herramientas y plataformas de su generación para enseñar y así los aprendizajes son más significativos.