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El día después: Biden en alza, Bloomberg fuera, Sanders resuelto

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Los resultados del Súper Martes, la jornada mayor en el calendario de las primarias, han reformulado la campaña por la candidatura presidencial demócrata de una manera que pocos hubieran previsto hace un par de semanas.

Mike Bloomberg apostó 500 millones de dólares a que flaquearía la campaña de Joe Biden. Pero el exvicepresidente cobró impulso en el Súper Martes, la serie de primarias en las que Bloomberg había empeñado su candidatura. A la mañana siguiente, Bloomberg abandonó la contienda y respaldó a Biden.

"Hace tres meses, inicié la campaña presidencial para derrotar a Donald Trump", dijo Bloomberg en un comunicado. "Hoy abandono la campaña por la misma razón: derrotar a Donald Trump. Porque me resulta claro que continuar dificultaría el logro de ese objetivo".

Sus próximos pasos no están claros. Había prometido mantener abiertas sus oficinas de campaña en los estados cruciales para ayudar a al candidato demócrata, aunque no fuera él, a vencer a Trump. Pero la campaña del senador Bernie Sanders ha rechazado su ayuda.

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Es difícil exagerar la velocidad y la magnitud del repunte de Biden. Después de las humillaciones de Iowa, Nuevo Hampshire y Nevada, muchos demócratas empezaron a buscar una alternativa.

La victoria contundente en Carolina del Sur mejoró sus perspectivas, pero llegó al Súper Martes, cuando 14 estados realizaban sus primarias, con pocos fondos y escasa infraestructura.

La abultada apuesta de Bloomberg contaba con que flaqueara Biden. Sanders tenía su propia prueba de fuego, no en un estado pequeño como Carolina del Sur, sino en el más grande, California.

Pero la fuerza aparente de Sanders y la debilidad de Bloomberg lanzaron a muchos demócratas a los brazos de Biden, quien en 24 horas obtuvo el respaldo de tres antiguos rivales. Con ellos pudo atrapar el impulso. La contienda parece estar destinada a una definición estado por estado, basada en sus visiones contrapuestas de lo que deben hacer los demócratas para vencer a Trump en noviembre.

premio mayor

Sanders obtuvo el premio mayor de la noche, California, estado al que había dedicado esfuerzos importantes mientras Biden realizaba una campaña minimalista. Fue una muestra de la agudeza estratégica de Sanders, la razón por la que es un oponente temible. Allí y en Texas, donde resultó segundo, supo armar una coalición que incluyó a votantes jóvenes y latinos.

California fue una victoria crucial para Sanders, pero perdió en varios estados donde su campaña descontaba la victoria, de Minnesota a Massachusetts. La campaña de Sanders apuesta a que, con un electorado dividido, su base acérrima lo puede llevar a una serie de victorias en el país, pero esa teoría flaqueó en el Súper Martes al perder en Minnesota y Oklahoma, dos estados de mayoría blanca en los que venció a Hillary Clinton en 2016. Esto es un indicio de erosión de la base blanca. En su propio estado de Vermont, ganó por una diferencia menor a la prevista.

Su situación es similar a la de hace cuatro años: un retador insurgente con una base incondicional contra el favorito del establishment partidario.

Su presencia nacional, la lealtad de su base y su buena recaudación de fondos indican que su posición sigue siendo sólida después de los reveses del Súper Martes. Pero tal vez deba cambiar de enfoque en lugar de seguir vociferando contra los líderes del partido cuyos votantes decidirán si es su candidato.

EL PLAN DE WARREN

La senadora Elizabeth Warren no ganó un solo estado el martes y acabó en un humillante tercer puesto en su estado de Massachusetts. Su campaña, antes ascendente, sigue en picada e incluso la deja última en varios estados.

El martes por la noche hizo su discurso habitual en Michigan como si nada hubiera cambiado.

Los que eligen al candidato no son los estados, sino los delegados, y pueden pasar semanas, antes de saber con exactitud cuántos tiene cada uno. El recuento en California, con 415 delegados, es sumamente lento y podría finalizar en abril.

"Si llegamos a un millón de casos, estaremos en un grave problema"

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El Ministerio de Salud confirmó ayer dos casos más de coronavirus en el país. Se trata de la esposa del médico del Cesfam de San Javier, Región del Maule, que había sido identificado como el primer caso en Chile el martes, y otro que fue reportado al cierre de esta edición en Santiago.

La mujer, que tiene 33 años y es enfermera, quedó bajo aislamiento en el Hospital de Talca, luego de dar positivo. Ayer, mientras esperaba iniciaba el proceso de cuarentena, se conoció queesttuvo de luna de miel con su marido y que viajaron,entre otros lugares, al Sudeste Asiático, islas Maldivas, Singapur. También tuvieron una escala en Madrid antes de regresar a Chile el 25 de febrero.

La seremi de Salud del Maule, Marlenne Durán, señaló que la joven "no estuvo trabajando durante estos días, pues únicamente asistió a una reunión con seis personas y ha estado con familiares, quienes están en observación". Respecto de su estado de salud, indicó que presenta menor sintomatología que el esposo y que "está hospitalizada pero probablemente será dada de alta en los próximos días".

Mientras tanto, el primer infectado fue dado de alta durante la mañana de ayer y permanecerá en cuarentena bajo control epidemiológico.

El intendente de la Región del Maule, Pablo Milad, aseguró que "tenemos individualizada a todas las personas que tuvieron contacto directo o indirecto o compartieron espacios pequeños con esta persona, ya sea en el avión de Madrid a Santiago y también en el bus de traslado que tuvo de Santiago a Talca".

LO QUE VIENE

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, llamó a la calma y señaló que "si llegamos a tener 430 mil casos, estamos preparados. Sin embargo, si llegamos a tener un millón de casos, vamos a estar en un grave problema, y tenemos que suponer que si las cosas se empiezan a poner muy complicadas, tenemos que prepararnos para un nuevo escenario".

CONGRESO SIN VISITAS

El presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, comunicó que "le estamos solicitando a la comunidad que se abstenga de pedir visitas guiadas al interior del Congreso". A quienes vayan, además, se les entregará una cartilla con instrucciones. "No hay que generar alarma, ya sabemos cómo se comporta el virus, pero queremos ayudar a prevenir la propagación", agregó.