Los últimos registros de huemules en la Laguna del Laja son de hace más de diez años, por lo que era urgente actualizar la información relacionada con la presencia de este ciervo nativo en esa zona. Con esa premisa en mente, un equipo de Conservación de Especies Amenazadas instaló 13 cámaras trampa en el sector norte del parque nacional, que forma parte de la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja. Esto les tomó una semana.
La idea es evaluar en el lugar indicios de la presencia de la especie y obtener información de los ejemplares que puedan habitar allí.
La coordinadora de la iniciativa en el Biobío, Fabiola Lara, contó que los sitios prioritarios donde se instalaron las cámaras trampa fueron identificados durante los talleres de estandarización del monitoreo de la especie, organizados por la iniciativa de conservación.
La jefa regional de la sección de Biodiversidad de Conaf Biobío, Ana Hinojosa, explicó que si se tienen bien situadas y georreferenciadas las cámaras trampa, se puede conocer la ubicación de los huemules, además de saber si es macho o hembra, si es un grupo familiar, si hay crías, su estado sanitario a través del pelaje y astas, o si son animales viejos.
"Por eso son herramientas muy importante a la hora de monitorear el huemul, ya que gracias a sus registros podemos generar acciones que permitan disminuir las amenazas de la especie", dijo.
El equipo proyecta que en octubre tendrán el análisis de las imágenes captadas.
Sondeo e instalación
Para encontrar los mejores lugares donde instalar las cámaras, el equipo a cargo de la instalación recorrió los sectores de Puntilla de Chillán y El Colorado, ambos ubicados en la zona norte de la Laguna del Laja.
Carlos Garcés, profesional de la iniciativa de conservación de especies amenazadas, planteó que se consideró un polígono donde se cree hay presencia de la especie y que tienen distintos niveles de intervención humana. Los sitios están distantes unos 13 kilómetros el uno del otro.
"En uno de ellos vimos actividad ganadera, mientras que en el otro había un campamento abandonado", indicó el profesional.
Agregó que para la sistematización del trabajo, la Reserva se dividió en diferente grillas, de una superficie 400 hectáreas, equivalente a un rango de hogar que tiene el huemul en Chile Central.
Explicó que "estas grillas fueron categorizadas en relación a los años en los que se realizó la última prospección en el lugar, siendo los sitios más urgentes, aquellos donde no se ha realizado prospección hace más de 10 años; medianamente urgente, entre seis y diez años; y poco urgente entre cero y cinco años".
El biólogo experto en huemul, Marcelo Ramírez, señaló que lo que más le llamó la atención es la gran cantidad de hábitat para que exista el Huemul y la poca evidencia en el lugar sobre la presencia del ciervo nativo. "Creo que si mejoramos o seguimos aportando a su conservación, el sector es viable para que sea utilizado por la especie".
amenazas
El seremi del Medio Ambiente, Mario Delannays, comentó que "sabemos que con este sistema de monitoreo vamos a contar con información valiosa para saber más del huemul en nuestro territorio". Añadió que los datos que se obtengan de los sistemas de monitoreo permitirán evaluar el estado y las principales amenazas de las especies, lo que llevará a tomar los resguardos correspondientes.
Fabiola Lara indicó que el huemul está amenazado producto de la acelerada fragmentación de su hábitat, lo que se ha visto "agudizado por los sistemas productivos y proyectos que se están realizando en la cordillera, que se descontinúan los corredores biológicos naturales de la especie".
Planteó que una de las tareas que abordarán será el minimizar esos impactos, lo que harán a través de la educación ambiental, la implementación de buenas prácticas y acciones que protejan su hábitat, abarcando otras especies que conviven con el huemul y, en general, la biodiversidad.
Esta iniciativa es desarrollada entre el Ministerio de Medio Ambiente, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), que aporta el financiamiento.