Desde febrero de 2019, de acuerdo al reglamento sobre condiciones sanitarias para la provisión de agua potable mediante el uso de camiones aljibe, todos los conductores que abastezcan zonas con el vital elemento deben tener un certificado de capacitación, la que realiza y otorga la Autoridad Sanitaria.
Pese a que existe este requerimiento para cumplir correctamente con la entrega de agua, solo la mitad de los operarios de camiones aljibe cuentan con la instrucción que contempla la nueva normativa. Esta considera procedimiento de desinfección y mantención del estanque, medición de cloro libre residual y otras materias.
De acuerdo a la información entregada públicamente por la Intendencia del Biobío, en la Región existen más de 26 mil personas que reciben agua por medio de camiones aljibe.
CAPACITACIÓN
El registro que tiene la Autoridad Sanitaria revela que durante 2019 un total de 215 conductores se certificaron, pero que según los antecedentes que tienen, aún restarían alrededor de 200 más que deben cumplir con el proceso.
"Aquí faltan muchos operarios por capacitar y por eso en 2020 el plan contempla apoyar la etapa de capacitación con 200 más", contó el seremi de Salud, Héctor Muñoz.
Desde la Autoridad Sanitaria además informaron que en el caso de que lleguen más de 200 personas a capacitarse, tienen la capacidad para formar a 70 personas mensualmente. La capacitación de un operador dura aproximadamente 4 horas pedagógicas, incluyendo la evaluación.
El seremi de Salud recordó que si bien son ellos los que deben realizar la formación, es responsabilidad de las firmas de camiones solicitarla: "Las empresas de agua también son responsables de tener al día la certificación de los operarios".
Quienes no realicen este procedimiento se exponen a un sumario sanitario por incumplimiento a la normativa vigente. La sanción de este proceso administrativo puede ser absolución, amonestación o multas que pueden llegar a las 1.000 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes a casi $50 millones.
FISCALIZACIÓN
De acuerdo a la normativa que se aplica desde febrero de 2019, la Seremi de Salud debe fiscalizar diversas áreas, como son las condiciones del estanque del camión aljibe, cantidad de agua diaria que se le debe entregar a los usuarios, que deben ser al menos de 100 litros, o que el líquido debe tener entre 0,5 y 2 partes por millón (ppm) de cloro libre residual.
Sobre este ultimo punto, la encargada regional de Saneamiento Básico, Sandra Fuentes, explicó que el operador del camión debe medir este parámetro antes de cargar y en cada uno de los lugares donde entrega agua.
Esta medida se aplica debido a que el tiempo y los estanques pueden afectar el parámetro, lo que podría tener efectos negativos en la salud de las personas.
Los registros deben ser ingresados en la hoja de ruta, las que deben estar disponibles en el camión por un plazo de tres meses. "Cada vez que fiscalizamos el camión, solicitamos esa hoja de ruta y verificamos que cumpla con la normativa", sostuvo Fuentes.
La encargada regional de Saneamiento Básico expresó que los usuarios que reciben el agua deben exigir que los operarios realicen la medición de cloro libre residual. Enfatizó que si está "fuera del rango de 0,5 a 2 ppm de cloro libre residual, no la puede entregar. Debe volver con esa carga, botarla y volver a cargar con un agua que sí cumpla con lo establecido en la ley".
Sobre la cantidad de fiscalizaciones que realizarán este 2020, el seremi de Salud informó que la programación aún está en análisis. En 2019 hubo solo cinco fiscalizaciones - las que se centraron en las capacitaciones a los operarios-, de las cuales dos terminaron en sumario. Ambas faltas correspondieron a la ausencia de capacitación del conductor del camión aljibe.