La necesidad de recuperación de las cirugías suspendidas por el estallido social fue unos los motivos que llevó al Ministerio de Salud (Minsal) a extender hasta el 31 de marzo próximo la alerta sanitaria que se decretó el 14 de noviembre de 2019 en la Provincia de Concepción y del 1 de diciembre en la Provincia de Arauco.
Inicialmente la medida se adoptó para abordar el alza de atenciones de urgencias, principalmente de traumatismos, que se originaron entre octubre y noviembre. Pero, pese a que esa cifra bajó de 1.232 casos en octubre a 96 en diciembre, el Minsal decidió extender la alerta por otros tres meses para contribuir en la recuperación de las cirugías y atenciones que fueron suspendidas tras el estallido social.
Esta situación se dio por los problemas de desplazamiento de los funcionarios y por las movilizaciones de los trabajadores de la salud.
"Con esto que el Ministerio nos ha otorgado hasta el 31 de marzo tiene como objetivo dar cumplimiento y otorgar una oportunidad para aquellos usuarios que no fueron atendidos por diversas acciones que lo impidieron durante las manifestaciones de los últimos 70 días", contó el director del Servicio de Salud Concepción, Carlos Grant.
Desde que comenzó el estallido social y hasta las primeras semanas de diciembre, en las provincias de Concepción y Arauco se habían suspendido casi 700 cirugías y en la Provincia de Biobío, que no tiene alerta, más de 130 intervenciones quirúrgica.
Hay que recordar que hace una semana, en visita a la zona, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, contó que la meta impuesta a los servicios de salud, es que estas cirugías debían ser recuperadas antes del 31 de mayo, por lo que esta medida contribuirá en esa tarea.
La autoridad nacional agregó que la meta es que "antes de que comience la campaña de invierno (junio), poder haber realizado estas intervenciones de forma adicional".
MÁS FLEXIBILIDAD
El director del Servicio de Salud Talcahuano, Marcos Vera, destacó que la alerta sanitaria le entrega más flexibilidad al gestor de la red para usar recursos, sin esperar un decreto o toma de razón de Contraloría.
"Esta era la única figura legal que tenía el Ministerio de Salud para poder enfrentar esta situación que nunca había ocurrido en nuestro país. Las alertas sanitarias están más para epidemias, terremotos y grandes catástrofes", sostuvo Vera.
En esa línea, detalló que esta herramienta efectivamente ayudará a resolver las intervenciones quirúrgica suspendidas, ya que permite contratar a personas que habían jubilado y que no podían contratarse luego de cinco años desde esa fecha.
"En el hospital de Tomé y Penco Lirquén hemos utilizado la herramienta, ya que ampliamos el uso de los pabellones. En el Hospital Las Higueras también en algunos ámbitos, pero no es que estemos trabajando de manera fuerte con la alerta sanitaria, ya que hoy se está trabajando con normalidad", detalló.
Además de las acciones en redes asistenciales, la aleta sanitaria permite garantizar el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción y protección de la salud, además de mantener un adecuado sistema de vigilancia epidemiológica y control de enfermedades transmisibles, entre otros aspectos.
El Seremi de Salud del Biobío, Héctor Muñoz, agregó que "hemos dispuesto de mensajes de educación sanitaria a la población, hemos adquirido comparadores de cloro para asegurar desinfección del agua potable en casos de corte de suministro, nos encargamos de la disposición de residuos de Compin, entre otras medidas, lo que implica una inversión superior a los $21 millones, a lo que se suma la disposición de tres psicólogos destinados a realizar psicoeducación a nivel sociocomunitario, prestación que se extiende hasta marzo".